Función social de las universidades

En nuestro país las universidades han jugado tradicionalmente un importante papel en la promoción del desarrollo. Sin embargo, en los últimos tiempos se aprecia la necesidad de una re-lectura de este papel. Inciden en ello tanto el debate internacional que se ha venido produciendo sobre el rol de las universidades, como los procesos que al interior de nuestra sociedad se producen. Entre ellos merecen destacarse el proceso de la universalización, así como los cambios en los procesos de formulación y puesta en marcha de las políticas de desarrollo del país en sus diferentes instancias. No menos importantes son las resistencias, desconocimientos e incomprensiones en torno al papel que debe jugar la universidad en su relación con la vida cotidiana y con la construcción colectiva del futuro En lo internacional se ha debatido la cuestión relacionada con el papel de la universidad en el sentido de si debe seguir siendo una institución………… solo para sí, una entidad académica encerrada en sus propios muros, donde los sabios experimentan sobre cuestiones ajenas a la vida real o al profano. Esta es la visión diríamos “clásica” del papel de la universidad, heredada de la evolución histórica de la institución en muchos países, pero muy cuestionada en todo el mundo y de hecho ya abandonada.

La visión más moderna es aquella que defiende un papel activo de la universidad en relación con la realidad circundante y global, enfocada hacia la búsqueda de soluciones a los problemas y necesidades del presente y el futuro.

Pero por moderna, esta visión no deja de tener puntos cuestionables. Veamos algunos:

Un importante sector de la opinión, sobre todo en círculos políticos y empresariales defiende una universidad dedicada a generar inventos científicos y tecnologías necesarias a las empresas. Este criterio a primera vista es inobjetable, uno de los roles de las universidades es este, pero no como mero instrumento de intereses mercantiles, como apéndice de las empresas. De hecho, la práctica de creación de universidades tecnológicas respondió a esto, lo que ha presupuesto, hasta cierto punto, el menosprecio de las disciplinas humanísticas, allí donde no se usó a las Ciencias Sociales como instrumentos de generación de fórmulas de control social o la falta de enfoques científicos integrales para los problemas de la sociedad.

En esta misma perspectiva, la colocación de recursos para la investigación en áreas potencialmente rentables, es parte del enfoque mercantilista del papel de la universidad.

¿Cuál es el rol social deseable para nuestras universidades?

En el plano interno debemos continuar avanzando hacia la integración de las perspectivas y también en la proyección de las acciones hacia “extramuros”.

Naturalmente, esta dificultad tiene un origen más profundo que es dilema de la llamada postmodernidad, donde cada ciencia aparece aislada en

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