Halo Fall Of Reach
Enviado por tony117 • 2 de Septiembre de 2012 • 102.003 Palabras (409 Páginas) • 436 Visitas
LA CAIDA DE REACH
(THE FALL OF REACH)
ERIC NYLUN
HALO
LA CAIDA DE REACH
Eric Nylun
TABLA DE CONTENIDOS
Prólogo
Sección I
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Sección II
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo Seis
Capítulo Siete
Capítulo Ocho
Capítulo Nueve
Capítulo Diez
Capítulo Once
Capítulo Doce
Capítulo Trece
Capítulo Catorce
Sección III
Capítulo Quince
Capítulo Dieciséis
Capítulo Diecisiete
Capitulo Dieciocho
Capítulo Diecinueve
Capítulo Veinte
Capítulo Veintiuno
Capítulo Veintidós
Capítulo Veintitrés
Capítulo Veinticuatro
Sección IV
Capítulo Veinticinco
Capítulo Veintiséis
Capitulo Veintisiete
Capítulo Veintiocho
Capítulo Veintinueve
Sección V
Capítulo Treinta
Capítulo Treinta y Uno
Capítulo Treinta y Dos
Capítulo Treinta y Tres
Capítulo Treinta y Cuatro
Capítulo Treinta y Cinco
Capítulo Treinta y Seis
Capítulo Treinta y Siete
Sección VI
Epílogo
Prólogo
0500 Horas, Febrero 12, 2535 (Calendario Militar)/
Sistema Lambda Serpentis, Jericho VII Teatro de Operaciones.
"Contacto. Todos los equipos esperen: Contacto enemigo, en mi posición."
El Jefe sabía que había probablemente mas de cien de ellos –los sensores de movimiento rebasaban la escala. A pesar de eso, él quería verlos por si mismo; su entrenamiento había dejado clara esa lección: "Las maquinas se descomponen, los ojos no."
Los cuatro Spartans que componían el Equipo Azul cubrían su espalda, parados absolutamente inmóviles y en silencio en sus armaduras de combate MJOLNIR. Alguien había comentado alguna vez que ellos en la armadura parecían dioses de la guerra griegos... pero sus Spartans eran mucho mas efectivos y despiadados de lo que lo dioses de Homero alguna vez habían sido.
Él hizo serpentear la sonda de fibra óptica hacia arriba, tres metros hasta la cresta de la pared de roca. Cuando estuvo en posición, el Jefe la enlazo al visor de su casco.
En el otro lado el vio un valle con paredes de roca erosionadas y un rio que serpenteaba a través... y acampando a lo largo de las orillas y hasta donde alcanzaba a ver había Grunts.
El Covenant usaba a estos robustos alienígenas como carne de cañón. Ellos median un metro de alto y usaban trajes medioambientados que replicaban la atmósfera de su congelado planeta de origen. Al Jefe le recordaban a Perros bípedos, no solo en su apariencia, si no también por su hablar –aún con el nuevo software de traducción– era una rara combinación de rápidos chillidos, ladridos guturales, y gruñidos.
También eran tan listos como los perros. Pero lo que carecían de cerebro, lo compensaban con pura tenacidad. Él los había visto arrojarse a sus enemigos hasta que el suelo estaba altamente apilado con sus cuerpos... y sus oponentes habían terminado sus municiones.
Estos Grunts, estaban inusualmente bien armados: aguijoneadores, pistolas de plasma, y había cuatro cañones de plasma estacionarios. Esos podrían ser un problema.
Otro problema: fácilmente había mil de ellos.
La operación tendría que ir sin ningún problema. La misión del Equipo Azul era atraer la guardia trasera del Covenant y dejar al Equipo Rojo entrar en la confusión. El Equipo Rojo entonces plantaría un arma nuclear táctica HAVOK. Cuando la siguiente nave Covenant aterrizara, bajara sus escudos y empezara a descargar sus tropas, obtendrían una sorpresa de treinta megatones.
El Jefe desconectó la sonda y dio un paso hacia atrás desde la pared de roca. Pasó la información táctica a su equipo a través de un canal COM seguro.
“¿Cuatro de nosotros...", susurró Azul Dos, en el enlace. “...y mil de ellos? Muy pobres probabilidades para los pequeñines"
"Azul Dos," dijo el Jefe, "Te quiero ahí arriba con esos lanzacohetes Jackhammer. Saca a los cañones y afloja al resto de ellos. Azul Tres y Cinco, ustedes me siguen –nosotros estamos en control de la multitud. Azul Cuatro: tú preparas el tapete de bienvenida. ¿Entendido?"
Cuatro luces azules parpadearon en su visor, conforme su equipo reconocía las órdenes.
"En mi marca." El Jefe se agachó y se alistó. "¡Marca!"
Azul Dos saltó elegantemente a la cima de las rocas - tres metros hacia arriba. No hubo ningún sonido mientras el Spartan y la armadura MJOLNIR de media tonelada aterrizaban en la roca caliza.
Ella levantó el Lanzador y corrió a lo largo de la cima - ella era el Spartan mas rápido en el equipo del Jefe. Él confiaba que los Grunts no pudieran rastrearla durante los tres segundos que estaría expuesta. En una rápida sucesión, Azul Dos vació los tubos del Jackhammer, tiró un lanzador y entonces disparó los otros cohetes igual de rápido. Los proyectiles pasaron disparados dentro de la formación de Grunts, y detonaron. Uno de los cañones estacionarios volcó, devorado en la explosión, y el cañonero, fue lanzado al suelo.
Ella se deshizo del lanzador, saltó hacia abajo - rodó una vez - y estaba de nuevo en pie, corriendo a toda velocidad al punto de reencuentro.
El Jefe, Azul Tres, y Azul Cinco, saltaron sobre la cresta. El Jefe cambio a infrarrojo para ver a través de las nubes de polvo y el humo de los escapes, justo a tiempo para ver la segunda carga del Jackhammer impactar su objetivo. Dos flores de luz, fuego y trueno consecutivos, diezmaron las filas frontales de los guardias Grunts, y más importante, convirtieron al último de los cañones de plasma en ruinas ardientes.
El Jefe y los otros abrieron fuego con sus rifles de asalto MA5B –una rociada completamente automática de quince balas por segundo. Balas que penetran armaduras desgarraban dentro de los alienígenas, rompían su trajes ambientales y hacían explotar los tanques de metano que cargaban. Gotas de flama trazaban arcos salvajes mientras los Grunts heridos corrían en confusión y miedo.
Finalmente los Grunts se dieron cuenta de lo que estaba pasando
...