Historia de la Comunicaciones Policiales.
Enviado por vanesafer • 7 de Septiembre de 2016 • Monografía • 3.160 Palabras (13 Páginas) • 1.339 Visitas
INTRODUCCION
Desde sus albores, la humanidad ha estado signada por una vehemente necesidad de comunicarse. El simple diálogo actual entre dos personas, es el resultado de múltiples métodos de expresión desarrollados durante siglos. En un principio, el hombre comenzó manifestándose a través de gestos, siguió luego el desarrollo del lenguaje y, finalmente, surgió la necesidad de propagar su mensaje venciendo las distancias. Esta necesidad perduró en el tiempo, y se convirtió en un elemento indispensable para el progreso. Este el fundamento de la existencia y el desarrollo de los sistemas de comunicación actuales, cuya eficacia y seguridad redundan en el máximo aprovechamiento de los recursos con que cuenta nuestra Institución.
Este trabajo, tiene por objeto realizar una breve reseña de los principales aspectos relativos al surgimiento y desarrollo de las comunicaciones dentro de nuestra Policía, comenzando con las primeras transmisiones telegráficas, pasando por el importante impulso recibido a mitad de siglo, y concluyendo finalmente con la implementación de los sistemas actuales.-
DESARROLLO
Surgimiento. El Telégrafo de Buenos Aires.
La fecha de surgimiento de la Dirección de Comunicaciones, no se halla claramente determinada en los anales policiales. Sus comienzos, seguramente han sido los correos o chasques, y fundamentalmente los servicios de mensajería mediante la utilización de palomas. Ahora bien, en cuanto al aspecto técnico moderno, se tiene por aceptado que las actividades se iniciaron cuando solo se contaba con algunos escasos aparatos telegráficos unidos a la red troncal del Telégrafo de la Provincia. A los mismos, se sumó mas adelante un pequeño conmutador telefónico manual con cinco líneas externas y cincuenta internas, quedando la eficiencia del servicio supeditada a las condiciones climáticas.
La provincia de Buenos Aires fue pionera en la historia de las comunicaciones de nuestro país al inaugurar "Ferrocarriles y Telégrafos". El 30 de agosto de 1857, comenzó a funcionar el ferrocarril denominado "Camino de Fierro al Oeste" (en la actualidad Línea General Sarmiento). El 4 de octubre de 1860 se instaló el primer telégrafo y, luego de la venta del ferrocarril a empresas particulares, en el año 1890 paso a ser el "Telégrafo de la Provincia de Buenos Aires".
Durante la gestión como Jefe de Policía de Don Enrique Fernández, fue dado un paso trascendente en el progreso institucional. El 20 de febrero de 1891 se inauguró la primera línea telefónica de la Policía en la Plata que permitía a la Jefatura estar en comunicación directa con las comisarías seccionales, la caballeriza, el cuerpo de bomberos, guardiacárceles y con otras dependencias gubernamentales.
Surgió así la Sección de Comunicaciones que a su vez estaba constituida por diversas subsecciones, destacándose entre ellas las de Teléfono y Telegrafía. Esta última instalada en el Departamento Central cumplió su misión hasta el año 1903 bajo el control del Telégrafo de la Provincia. Una estación central telefónica, propiedad de una empresa particular, facilitaba el intercambio de órdenes urgentes impartidas a aquellas dependencias que carecían de otro medio rápido de comunicación. A partir de esa fecha, disposiciones gubernativas modificaron la estructura de algunas reparticiones y el Telégrafo de la Policía pasó a formar parte de la repartición. Al mismo tiempo, se construyeron líneas telefónicas propias y desde ese momento la Policía, en lo que se refiere a su desenvolvimiento interno, se desvinculó de toda otra empresa. El primer Jefe de la sección Telégrafos y Teléfonos fue don Domingo G. Herrera.
Ante la urgencia de establecer una rápida comunicación con la Jefatura, o de los distintos destacamentos entre sí, se dispuso la habilitación de una línea telegráfica destinada al uso de la Gendarmería de Islas (precursora del actual Cuerpo de Seguridad de Islas). Las instalaciones, realizadas con personal, elementos y dinero proporcionado por la Policía, se inauguraron el 11 de enero de 1906. Tenían estaciones receptoras y transmisoras en el Cuartel Carabelas y en los Destacamentos Boca Carabelas y Paraná Miní, y los servicios no solo estuvieron a disposición de la Institución, sino que se prestaron al uso por parte de la comunidad ante casos perentorios. Ello motivó que el Poder Ejecutivo por decreto Nº 19 del mismo mes y año, declarara estas oficinas incorporadas al servicio público.
El desarrollo de las comunicaciones cobró vital impulso en el mes de mayo de 1923, cuando la Policía comenzó a utilizar las líneas telegráficas cedidas por el Telégrafo de la Provincia que para ese entonces ya enlazaban todo el territorio provincial. A través de las mismas y, mediante retransmisiones sucesivas, se enviaba y recibía información desde y hacia todas las dependencias policiales existentes en esa época. Las salas telegráficas se encontraban instaladas en el edificio de la Jefatura. Originalmente, el Telégrafo cedía un solo hilo para cursar las comunicaciones con la Jefatura pero, posteriormente, le cedió dos mas lo que le permitió comenzar a trabajar directamente con la oficina de Buenos Aires. Luego, el número de líneas aumentó a diez y, posteriormente, por un sistema de conmutación, la Policía comenzó a trabajar directamente con todas las localidades conectadas al Telégrafo de la Provincia.
Mas adelante, la Policía adquirió un hilo telegráfico propio con el cual llegaba hasta la entonces Inspección de Zona de Avellaneda, que atendía las comunicaciones de todo el partido. A partir de ese momento, paulatinamente se fueron incorporando las comunicaciones telegráficas en todos los partidos de la provincia.
Inicio de las radiocomunicaciones.
La actividad en el ámbito radioeléctrico se remonta al año 1942. Personal de la entonces Sección Comunicaciones del Departamento y con habilidades radiotécnicas (especialmente radioaficionados), se abocaron a la tarea de construir equipos de radio con la intención de establecer enlaces radioeléctricos entre dependencias que, por su cúmulo de tráfico, ya sobrepasaban la capacidad operativa de los enlaces telegráficos y evitar, en cierta forma, los inconvenientes que se producían en las líneas como consecuencia de la caída de postes, el anidamiento de las aves, las fuertes tormentas, etc.
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