Hoteleria

HOTELERÍA

¿Por qué estudiar esta profesión?

Cuando alguien se plantea estudiar una profesión y seguir una carrera, debería pensar básicamente en dos aspectos:

Por un lado, apuntar hacia algo que nos resulte atractivo, interesante y placentero, como para aprovechar nuestra inclinación o talento en ese rubro. Un joven egresado de Hotelería comenta, desde su puesto en uno de los hoteles más importantes del país, que trabaja con la alegría de satisfacer a los huéspedes, disfrutando de ver caras nuevas, personas de distintas culturas y un panorama siempre renovado de actividades profesionales. Cuando alguien siente el gusto de relacionarse a diario con la gente y aprender permanentemente de la riqueza de otros, debe elegir la carrera acorde.

Por el otro, que tal actividad tenga una clara salida laboral, una ocupación que sea bien remunerada y cuente con diversidad y estabilidad del empleo. Es que la Hotelería constituye una prestación de servicio inevitable que acompaña la tendencia creciente de los viajes y del “turismo receptivo” (turistas que arriban a nuestro país), y el turismo es en estos tiempos foco de atención de muchos países por su condición de generar un importante ingreso de moneda fuerte.

Pero esta expansión de la oferta hotelera ha requerido de un incremento en la contratación de colaboradores técnicamente capacitados para todas las áreas de su estructura funcional. La categoría de visitantes que acude a nuestros hoteles se eleva de manera que hay una mayor exigencia de capacitación técnica hotelera para el personal. Por tal motivo, los estudiantes de las instituciones formativas serias han logrado puestos de trabajo interesantes en la hotelería y actividades afines a la hospitalidad y al turismo.

La Hotelería reconoce sus orígenes en los establecimientos que, a la vera de los caminos, proveyeron primero a los viajeros de restauración alimenticia, para luego proveerles refugio o abrigo de la intemperie en las horas nocturnas, convirtiéndose de las tabernas iniciales en posadas u hosterías y, finalmente en los hoteles de concepción moderna.

Es una actividad tan exitosa, que en muchos casos lidera las inversiones y se constituye en una necesidad para la dinámica de los frecuentes traslados con motivo de jornadas, exposiciones, congresos y tales eventos, que muchas veces se realizan en sus propias instalaciones. Lo importante será no equivocar la elección y tener en cuenta los fundamentos y la seriedad de la formación técnica profesional que se procura obtener.

En este sentido, la idea de la ilusión de disfrutar de viajes y paseos por el mundo a la sombra del turismo, cuando en realidad esto existe, pero lo fundamental es que se disfruta de actuar como anfitrión de la parte del mundo que nos quiere visitar y conocer. Esta actitud requiere de una dimensión interior especial y muy valiosa en el profesional de Hotelería,

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