Industria Vitivinícola En Chile

INDUSTRIA VITIVINICOLA EN CHILE

La industria vitivinícola en Chile de un tiempo a esta parte ha vivido cierta evolución en términos de producción, calidad y gran variedad de vino, que ha permitido a Chile, ser uno de los grandes exportadores a nivel mundial, exportando vinos de buen sabor pero a bajo costo. Su variedad de tipos de vinos se debe a la diversidad de tipo de suelo con que Chile cuenta, y otra ventaja natural es el clima.

Hoy, las principales empresas de la industria apuntan a diversificar las exportaciones del producto nacional, esto explica que Viñas como Montes promueve vinos Premium, Sustentables y Diversos (Montes Alpha), lo que permite que la industria nacional tenga una participación relevante a nivel mundial compitiendo con la industria Argentina, que bien posicionada está en Estados Unidos.

Chile cuenta con 14 regiones vitivinícolas desde el Valle de Elqui en el norte hasta el Valle del Bío Bío en el Sur. Dentro de las viñas más importantes se encuentran Viña San Pedro Tarapacá, Viña Concha y Toro, Santa Rita y Santa Carolina las cuales en conjunto con otras pertenecen en Wines of Chile, organización que tiene como misión promocionar la calidad e imagen del vino chileno.

En esta industria el mercado local es altamente competitivo y presenta un alto número de productores de vino. El nivel de competitividad ha aumentado notablemente en los últimos 5 años debido al surgimiento de numerosas viñas emergentes que cada vez adquieren mayor territorio de producción y mejor calidad en sus vinos, No obstante, el conjunto de empresas líderes en la industria (Concha y Toro, Santa Rita y San Pedro) han mantenido su posición de liderazgo, concentrando alrededor de tres cuartas partes de las ventas del mercado.

Con respecto a la entrada de nuevos competidores, el principal desafío de las viñas emergentes es soportar los gastos de distribución, comercialización y marketing para pequeños volúmenes de producción (barreras de entrada). En este sentido hay un claro peligro de asociación o fusiones entre distintas viñas emergentes, con el fin de formar así un agente competidor de gran importancia. Otro fenómeno observado en la industria del vino es la acelerada adquisición de viñedos por parte de las principales empresas del rubro, tanto nacionales como extranjeras

En Chile hay cerca de 300 exportadores de vinos, gracias a la excelencia que han tenido las empresas de esta industria en Chile estos últimos años, las exportaciones chilenas han tenido un alto crecimiento en términos de valor y cantidad, principalmente en países como Estados Unidos, Reino Unido, China, Japón, Holanda, Brasil, Canadá y Rusia que son los principales destinos. En el año 2013 Chile se posicionó por segundo año consecutivo en el sexto lugar de mayor productor de vino a nivel mundial, dato entregado por Ranking elaborado por la Organización Nacional de la Viña y el Vino (OIV), con una producción de 12,8 millones de helectólitros.

Desde el año 2010 se trabaja en una estrategia que incorpora a todos los productores de vino, tanto grandes como pequeños, proveedores y exportadores del sector que trabajan en un objetivo común: reforzar la imagen de Chile y el posicionamiento del vino en la categoría de clase mundial y al mismo tiempo fortalecer la imagen de Chile, integrando de manera sinérgica turismo, gastronomía y vino.

Con respecto al consumo de vino en chile se estima de alrededor de 12,2 litros per cápita anual, además vemos un fuerte cambio en las preferencias, ya que en los últimos años el consumo de los vinos de categoría Premium ha tenido un alza considerable.

El consumo local se ve afectado por sustitutos, como la cerveza, el pisco, y los licores importados (ron, wiskhy). Esto se ha visto afectado en el bajo consumo que hoy en día presenta el mercado nacional con 17 litros per cápita, a diferencia de lo que ocurría en los años ochenta, cuando el consumo per cápita era de 35 litros per cápita.

El mercado interno se carácteriza por el consumo de vino de menor precio en comparación con el mercado internacional. Hecho que como se menciona anteriormente,

muestra una orientación hacía el consumo de mejores vinos (cálidad) producto del crecimiento económico del país, y de la alta competitividad de la industria.

Basándonos en el formato que se consume el vino el 50,5% corresponde a botella, un 46,3% a vino en caja y un 3,1% a envases plásticos y latas.

Al análizar la industria vitivínicola, nos resulta imposible dejar de mencionar las dificultades y complicaciones

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