Integracion Y Vejez
Enviado por sanchito • 22 de Abril de 2012 • 1.645 Palabras (7 Páginas) • 514 Visitas
Hacia una intervención
Interdisciplinar en el retardo mental
en la adolescencia y la vida adulta.
El desenvolvimiento humano no se da en el vacío y sin un ambiente en el cual el individuo se integre con cosas y personas. Así como el comportamiento, los recursos adaptativos varían en función del crecimiento y de la maduración, de la misma manera varían, también, según las circunstancias de interacción del individuo con el medio.
La motivación y el aprendizaje aparecen como aspectos de un sólo y mismo proceso: el de la adaptación individual. Considerando que ciertas condiciones generales de la vida social determinan intereses similares, destacamos la necesidad de realizar intervenciones de Promoción y Educación destinadas a la población adolescentes y adultos con N.E.E.
Dentro de éste marco conceptual, el presente proyecto es una herramienta de integración, que por un lado permitirá al grupo de adolescente adquirir competencias y destrezas así como promover la socialización y adaptación a las normas; y por otro, crear un ámbito de intervención social destinado a adultos y adultos mayores.
De esta manera, se establecen como objetivos generales:
fomentar la participación e integración social,
inserción laboral,
el uso adecuado de tiempo libre y la recreación,
así como la interacción,
participación activa y desarrollo de redes sociales.
Hacia una intervención interdisciplinar en el retardo mental en la adolescencia y la vida adulta.
La formación de la persona con retardo mental pasa por unos aprendizajes académicos y por la adquisición de hábitos, pero quedan lagunas en los ámbitos de la adaptación social y de la utilización de capacidades y habilidades necesarias para resolver los diversos problemas de la vida cotidiana.
A pesar de las posibilidades que brindan Escuelas Especiales y las Integraciones con otras redes sociales, con demasiada frecuencia se pasa por alto toda una serie de conocimientos que tienen escasa relevancia académica, pero que son básicos para permitir la incorporación de la persona con discapacidad al mundo adulto.
La adolescencia es una etapa de definición y consolidación de la personalidad. Es en este periodo cuando el joven debe tomar decisiones con respecto a los amigos y a la pareja, decisiones acerca de su vocación, su proyecto de vida y los valores según los cuales orientará su vida. Partiendo de esta idea, se plantearán actividades que colaboren con el desarrollo y la autonomía del sujeto para insertarse posteriormente en el mundo de los adultos como actor social activo.
Ser adulto no es una cuestión de nivel intelectual ni de inteligencia, sino que implica responsabilidad, tolerancia, ser capaz de ponerse en el lugar de los demás, tomar decisiones, etc. sin embargo, se considera a las personas con retardo mental, adolescentes y adultas sobretodo, incapaces de adquirir estas habilidades y, por tanto, no se los deja opinar ni decidir sobre sus vidas.
Por un lado, resulta importante para lograr la integración social hacer especial referencia a los aspectos sociales y de autonomía. Teniendo en cuenta los siguientes puntos:
Autonomía personal
Actividad productiva o vida activa que permita la autonomía económica
Relaciones sociales y participación en la vida de la colectividad
Tomando en cuenta lo anterior, los objetivos de intervención para personas con discapacidad en la adolescencia y la vida adulta, así como en la vejez, no deben estar dirigidos únicamente al empleo. Es necesario que abarquen todas las dimensiones relacionadas con un adecuado ajuste a la vida adulta e integración social. Lo que implica poder establecer metas tales como la obtención de empleo, vivienda y red social de apoyo.
El presente programa de intervención y participación en la vida social destinado a personas con discapacidad, adultos y adolescentes, pretende dar respuesta a estas cuestiones mediante el trabajo comunitario y la participación de otros centros e instituciones, fomentando un espacio de aprendizaje, participación y alternativas destinado a personas con retardo mental. Pretendiendo:
1. garantizar la independencia funcional máxima proporcionándoles los dispositivos y apoyos necesarios y adecuados a sus necesidades;
2. eliminar barreras que impidan el acceso o participación de las personas con discapacidad a espacios y servicios públicos;
3. promover la aceptación de las personas con retardo mental en el seno de la sociedad;
4. garantizar que tengan mayores posibilidades para expresar su individualidad, sus preferencias y sus valores;
5. proporcionar una amplia variabilidad de actividades, así como los medios suficientes para que dichas personas puedan participar e la sociedad de manera plena.
A continuación, exponemos los posibles talleres o programas de intervención, considerándolo como enfoque flexible y adaptado a cada individuo, de manera que se le proporcione el máximo de oportunidades para su integración social optima y al mismo tiempo se intente resolver sus necesidades.
La integración social debe aplicarse tanto a la persona con retardo mental como a la familia, debido a que estas a menudo encuentran dificultades que pueden conducirle a un aislamiento social, y puede afectar a la vida de los padres, del discapacitado, de sus hermanos, etc. y obstaculizar así el desarrollo normal, las oportunidades de autorrealización y, por tanto, la calidad de vida de todos ellos.
Por este motivo, proponemos talleres destinados a las familias para que reciban ayuda, orientación y consejo.
Para ello, se llevarán a cabo una serie de actividades que pueden organizarse en cuatro ejes:
1. AUTONOMIA PERSONAL Y VIDA COTIDIANA. Actividades de la vida diaria.
Ayudando a mejorar su autonomía personal y funcional, así como contribuir a la formación y al desarrollo de sus capacidades.
2. RELACIONES SOCIALES. Actividades de ocio y tiempo libre. Participación en actividades comunitarias. Talleres familiares.
Objetivo: favorecer cambios en el ambiente social para facilitar la participación y vida comunitaria.
Las actividades lúdicas son
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