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Jornada De Erroes


Enviado por   •  17 de Junio de 2013  •  2.298 Palabras (10 Páginas)  •  339 Visitas

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EL PROGRESO DE LA CIENCIA:

Las personas tienen de la ciencia resulta, con frecuencia, intrigante y curiosa. Por lo general, las diferentes sociedades de cada país tienen grados diferentes de cultura científica, que tienden a estar relacionados con el grado de avance científico del país correspondiente, aunque no siempre es el caso.

Comúnmente consideramos a una persona, cuya actividad profesional se ubica fuera de la ciencia, como científicamente culta, si conoce al menos un campo del conocimiento científico (como podría ser la física), dentro del cual tiene idea de una teoría (por ejemplo la de la relatividad) y sabe quién fue su autor (en este caso, Albert Einstein); su grado de cultura científica será tanto mejor cuanto pueda describir con mayor detalle de qué trata dicha teoría.

No obstante, sería muy raro que esta persona, a la cual hemos calificado como poseedora de un determinado nivel de cultura científica, tuviese conocimiento del proceso mental por el cual Einstein llegó a concebir una idea, al mismo tiempo tan concreta y tan compleja, como la teoría de la relatividad. Este proceso es particularmente importante: refleja no sólo los múltiples caminos que las ideas científicas toman en la mente de una determinada persona, sino también la forma en que el pensamiento de sus colegas no únicamente en el área estricta de su disciplina, sino a veces también en áreas periféricas influye, moldea, ayuda a reinterpretar datos y conceptos conocidos y, finalmente, inspira el acto creativo de la innovación científica. Este acto creativo puede estar representado por una nueva teoría que aclara numerosos fenómenos que antes no tenían una explicación satisfactoria bajo una teoría global, o bien por un nuevo concepto o un nuevo paradigma.

En mi opinión, el proceso de cómo se llega a una idea revolucionaria e innovadora en la ciencia ilustra en forma más interesante la naturaleza de la investigación científica que la nueva idea misma.

Para muchos, la ciencia está constituida por la acumulación de descubrimientos o "inventos", ya que ésta es la manera en que, a través de diversos medios, recibe la información de su desarrollo. Aun en los reconocimientos científicos más importantes, como el premio Nobel, el énfasis está en sólo una parte de la creación científica: la de los aspectos utilitarios. La imagen de la ciencia como una simple acumulación de hechos y datos es distorsionada e incompleta, ya que hace caso omiso de la forma en que se originan

EL ESCENARIO INTELECTUAL DE LA TEOLOGIA Y EN LA BIOLOGIA PREDARWINARIAS

La raíz de las concepciones filosóficas y científicas acerca de la vida sobre la Tierra —su origen, su organización, la estabilidad de las formas vivientes, etc.— se ubica en los inicios de la historia de la humanidad. Así encontramos los conceptos de Aristóteles sobre los modelos ideales a los que se conformaban todos los organismos, y de los cuales cada individuo era una variante más o menos accidental. Está también el pensamiento de Anaximandro, quien difundía la idea de que el ancestro del hombre debería haber sido un animal acuático y que la Tierra y sus habitantes descendían del mismo material original. O bien la teoría de Empédocles sobre el origen de los seres vivos, en la que propone la existencia de un universo o reservorio de partes de los organismos (miembros, órganos, etc.), del cual se producirían innumerables combinaciones entre dichos segmentos; las combinaciones "afortunadas", es decir aquellas que producirían plantas o animales reconocibles como normales, serían las que permanecerían, mientras que las combinaciones "erróneas", que darían organismos monstruosos o quimeras, desaparecerían.

Aristóteles y Empédocles no son los únicos pensadores que, de alguna forma, se refirieron a aspectos del posible origen de las especies, de su significado y de su estabilidad o posibilidad de cambio; en la historia de la cultura hay abundantes referencias al respecto. Sin embargo, ninguna de ellas en lo individual o en conjunto forma lo que podría distinguirse como un cuerpo coherente de ideas o hipótesis. Consideradas dentro del dilatado lapso en que fueron propuestas, estas ideas constituyen más bien la expresión de la inquietud intelectual de la humanidad acerca del origen de la vida, del significado de la presencia del hombre sobre la Tierra. No creo que alguna de estas ideas realmente pueda considerarse en sí misma como un antecedente serio en el que Darwin se hubiese basado para iniciar la conformación de sus propias ideas.

El creacionismo, es decir, la corriente de pensamiento religioso que sostiene que el universo, en el que se incluye a nuestro planeta y los seres que lo habitamos, fue creado por un acto especial divino, representó, por siglos, la única explicación válida y aceptada para la civilización judeocristiana, acerca de la vida en la Tierra. Otras religiones también se basan en actos de creación divina para explicar el origen de la vida.

El Génesis era, y es aún para mucha gente, el relato del origen de la Tierra, de la vida en ella y de la presencia del hombre. Por mucho tiempo se creyó que la Tierra era solamente cinco días más vieja que la presencia del hombre en ella. Sin embargo, como esto resultaba cada vez más difícil de aceptar por los fieles o de sostener por la Iglesia, en el siglo XVII James Ussher, un arzobispo irlandés, usó un curioso método para calcular que la Tierra en realidad había sido creada en el año 4004 a.C. Algunos escolásticos aún más curiosos y entusiastas por refinar la precisión bíblica, proponían que el día exacto de la creación había sido el 23 de octubre del mencionado año. Muchas biblias modernas llevan aún impresa la fecha calculada por Ussher al margen del párrafo respectivo del Génesis.

La idea aceptada en las sociedades europeas acerca de la Tierra, además de su juventud era que ésta permanecía inmutable desde su creación, excepto por las modificaciones generadas en su superficie por el diluvio universal.

PRECURSORES DE IDEAS EVOLUTIVAS Y COHERENTES: UN CONDE Y UN CABALLERO

Hubo dos corrientes de pensamiento dominantes acerca del origen y de la estabilidad o evolución de las especies, que constituyeron proposiciones mucho más coherentes y estructuradas, y que antecedieron al pensamiento darwiniano e influyeron o sirvieron de base para su desarrollo. Me refiero a la obra de los dos naturalistas franceses de mayor reputación de los siglos XVIII y XIX: Buffon y Lamarck.

George Louis Leclerc nació el 7 de septiembre de 1707 en Montbard, a la orilla del río Armançon, en la región francesa productora del vino de Borgoña y de la mostaza de Dijon. Al

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