LA ASTUTA HIJA DEL CAMPESINO
Enviado por carolarojas • 20 de Junio de 2014 • Informe • 10.452 Palabras (42 Páginas) • 176 Visitas
lecturas trabajadas
Abril
LA ASTUTA HIJA DEL CAMPESINO 5
Érase una vez un pobre campesino que no tenía tierras. 15
Solo poseía una casa muy pequeña y una hija única. 25
Un día la hija le dijo: - Padre, debiéramos 33
pedirle al rey que nos diera una porción de tierra aún sin trabajar. 46
El rey, al enterarse de su pobreza, les regaló además una 57
parcela de hierba, la muchacha la labró junto a su padre 68
y sembraron allí un poco de trigo y 76
algunos árboles frutales. Cuando ya tenían 82
cultivado casi todo el campo, 87
encontraron en la tierra un mortero hecho de oro puro. 97
● Escucha – dijo el padre a la muchacha -: como nuestro señor, 107
el rey, ha sido tan compasivo y nos ha regalado este campo, 119
vamos a obsequiarle el mortero a cambio. 126
1. Padre – dijo -, si tenemos solo el mortero y nos falta la mano, 138
tendremos que buscarla. Así es que mejor no digas nada. 148
Pero él no hizo caso, tomó el mortero y se lo llevó al rey. 162
Le dijo que lo había encontrado en la pradera, pidiéndole 172
que lo aceptara el señal de respeto 179
El rey tomó el mortero y preguntó si no había encontrado algo más. 192
- No – contestó el campesino. 196
Entonces el rey le ordenó que trajera también la mano. 206
El campesino repuso que la mano no la había encontrado, 217
pero sus palabras no sirvieron de nada. 222
Érase una vez un pobre campesino que no tenía tierras.
Solo poseía una casa muy pequeña y una hija única.
Un día la hija le dijo: - Padre, debiéramos
pedirle al rey que nos diera una porción de tierra aún sin trabajar.
El rey, al enterarse de su pobreza, les regaló además una
parcela de hierba, la muchacha la labró junto a su padre
y sembraron allí un poco de trigo y
algunos árboles frutales. Cuando ya tenían
cultivado casi todo el campo,
encontraron en la tierra un mortero hecho de oro puro.
Escucha – dijo el padre a la muchacha -: como nuestro señor,
el rey, ha sido tan compasivo y nos ha regalado este campo,
vamos a obsequiarle el mortero a cambio.
1. Padre – dijo -, si tenemos solo el mortero y nos falta la mano,
tendremos que buscarla. Así es que mejor no digas nada.
Pero él no hizo caso, tomó el mortero y se lo llevó al rey.
Le dijo que lo había encontrado en la pradera, pidiéndole
que lo aceptara el señal de respeto
El rey tomó el mortero y preguntó si no había encontrado algo más.
- No – contestó el campesino.
Entonces el rey le ordenó que trajera también la mano.
El campesino repuso que la mano no la había encontrado,
pero sus palabras no sirvieron de nada.
Demian el niño malabarista 4
Demian nació en una ciudad llamada Limache, era un bebe 14
risueño y tranquilo. A el le gustaba escuchar música 23
y jugar con sus juguetes, principalmente con sus 31
autos y animales de diferentes formas y colores. 39
Cuando Demian fue creciendo 43
fue a una escuela donde habían muchos niños 51
y niñas que querían estudiar para 57
ser personas importantes cuando crecieran. 62
A el todos lo querían, porque era un niño que siempre 73
compartía el único pan con 78
mantequilla que su mamá le ponía en la mochila para su colación. 90
A el no le gustaba que a sus amigos y amigas le llamaran 103
por sobre nombres, siempre 107
andaba defendiendo a todos y todas y 114
ayudando a quien lo necesitaba. 119
Fue creciendo y se puso un niño alto y simpático, 129
todos lo seguían queriendo por 134
que era respetuoso y gracioso. 139
Un día, cuando su mamá estaba preparando la comida, 148
Demian le pidió dos limones y se puso a tirarlos para arriba. 160
La mamá le dijo ¡pareces un malabarista! 167
¿Qué es un malabarista? Preguntó. La mamá le contó que 177
era una persona que tenia habilidad para hacer piruetas 186
con dos o mas elementos tirándolos al cielo y 195
tomándolos otra vez. 198
Esa noche Demian soñó que le regalaban muchas 206
pelotas de colores y que el en medio de una plaza 217
llena de personas, tiraba las pelotas hacia el cielo y las 228
tomaba otra vez una y mil veces y todos le aplaudían. 339
Demian el niño malabarista
Demian nació en una ciudad llamada Limache, era un bebe
risueño y tranquilo. A el le gustaba escuchar música
y jugar con sus juguetes, principalmente con sus
autos y animales de diferentes formas y colores.
Cuando Demian fue creciendo
fue a una escuela donde habían muchos niños
y niñas que querían estudiar para
ser personas importantes cuando crecieran.
A el todos lo querían, porque era un niño que siempre
compartía el único pan con
mantequilla que su mamá le ponía en la mochila para su colación.
A el no le gustaba que a sus amigos y amigas le llamaran
por sobre nombres, siempre
andaba defendiendo a todos y todas y
ayudando a quien lo necesitaba.
Fue creciendo y se puso un niño alto y simpático,
todos lo seguían queriendo por
que era respetuoso y gracioso.
Un día, cuando su mamá estaba preparando la comida,
Demian le pidió dos limones y se puso a tirarlos para arriba.
La mamá le dijo ¡pareces un malabarista!
¿Qué es un malabarista? Preguntó. La mamá le contó que
era una persona que tenia habilidad para hacer piruetas
con dos o mas elementos tirándolos al cielo y
tomándolos otra vez.
Esa noche Demian soñó que le regalaban muchas
pelotas de colores y que el en medio de una plaza
llena de personas, tiraba las pelotas hacia el cielo y las
tomaba otra vez una y mil veces y todos le aplaudían.
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