LA PROFESION DOCENTE Y L COMUNIDAD ESCOLAR: CRONICA DE UN DESCENCUENTRO

La profesión docente y la comunidad escolar: crónica de un desencuentro.

Los padres: entre la diferencia y la impotencia.

El discurso supone que siendo los padres los más interesados en la educación de sus hijos, nada les permitirá realizar mejor su derecho a controlar ésta e influir sobre ella que la oportunidad de intervenir en la gestión de los centros docentes.

Numerosos padres ni siquiera acuden al centro ante un problema individual de sus hijos. Los profesores, sobre todo los tutores, se lamentan constantemente de la escasa colaboración de los padres o, más llanamente, de haber llamado a los padre de tal o cual alumno problemático sin ningún resultado.

Probablemente la frecuencia de estos casos se exagera, ya que permite alimentar el mito de la familia culpable, frente al esforzado centro de enseñanza.

La participación vendría a marcar la diferencia entre la instrucción y la formación, o entre la enseñanza y la educación. No se duda de que los profesores sepan biología, lengua, matemáticas, historia, etc., pero hay que asegurarse de que las formas de comportamiento a las que se induce a los alumnos, el ejemplo que se les da, el carácter que se propicia en ellos, etc., sean también los adecuados.

La difícil tarea de participar.

Los padres que participan, por su parte, tienen que hacer frente, con frecuencia, a la acusación de que sólo se preocupan de los problemas particulares de sus hijos, no de los problemas de todos.

Como consecuencia, los representantes de los padres se autocensuran y se autolimitan, pues de nada serviría plantear problemas o adelantar propuestas que, además de resultar mal recibidos o inviables porque el profesorado tiene la mayoría, pudieran crear fricciones.

Lo extraescolar y lo complementario.

Las actividades extramurales, realizadas fuera de las paredes de la escuela, pero integradas dentro del curriculum previsto, generalmente asociadas a una asignatura o, raramente, producto de proyectos interdisciplinares, que en todo cas

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o corresponden a la iniciativa y quedan bajo el control de los profesores.

Las actividades extracurriculares organizadas por la escuela misma, que no forman parte de la enseñanza reglada, siendo por ello mismo extracurriculares, pero tambien a iniciativa y bajo la direccion y el contro de los profesores o, en su caso, de otro personal de la escuela.

Las actividades extraescolares propiamente dichas, tambien extracurriculares, que pueden ser extramurales o no, promovidas autonomamente por los padres, por entitades ciudadanas o por el consejo escolar.

Los servicios complementarios, cuya finalidad no es propiamente formativa pero atiende necesidades planteadas por las condiciones

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