LA SOCIALIZACIÓN

“LA SOCIALIZACIÓN Y EL APRENDIZAJE DE LOS PRIMEROS AÑOS” HEINZ RUDOLPH SCHAFFER

La interacción madre-hijo juega un papel muy importante para el niño ya que a través de esto él se podrá desarrollar ampliamente por lo que le dará seguridad de relacionarse con las demás personas.

Así como también es esencial que la madre le brinde todo el apoyo y afecto posible, de esta manera el niño tendrá emociones y sentimientos que puede ir experimentando mediante las vivencias de su vida cotidiana y posteriormente va a interactuar con las personas.

Por eso es primordial que la madre le ofrezca al niño un clima favorecedor lleno de amor, comprensión, confianza y respeto para que en un futuro sea una persona segura de sí misma capaz de realizar las cosas que se proponga y que éstas resulten de la mejor manera posible.

Cabe mencionar que dentro de esta interacción debe existir un diálogo para ambas partes es ahí donde la madre apoyará al niño con su lenguaje y si tiene errores poder corregirlo que le servirá para su formación como sujeto social.

Gracias al apoyo de la madre es como el niño va a aprender cómo se hacen las cosas, para que sirven y como las puede aplicar en su entorno a lo largo de su vida. Van logrando su independencia y teniendo un conocimiento sobre el mundo que les rodea.

En esta relación diádica ambas partes desempeñan un papel en el logro de una sincronización mutua en donde la fluidez de estas interacciones tempranas se da por las contribuciones que provienen tanto de la madre como del niño. Por lo tanto la conducta del niño tiene el aspecto de estar socialmente preadaptada desde el principio en donde encontramos 2 aspectos: Estructurales y funcionales.

Los primeros son aquellas estructuras del cuerpo que sirven para poner al niño en contacto con otras personas, las estructuras visuales que son sensibles a aquellos aspectos de la estimulación que emanan de los rostros de los demás y de lo auditivo.

Los aspectos funcionales tienen que ver con el modo en que usamos estas estructuras y se puede ver de manera concreta desde las primeras semanas de vida, las diversas pautas de la conducta del niño (succión, sonrisa, llanto, etc.).

Por otro lado la relación entre niño y madre en los primeros años de vida puede afectar de manera significativa a la capacidad de pensamiento de los niños, su motivación para tener éxito en la escuela y a sus expectativas de éxito en el logro de sus objetivos, por lo que son los primeros maestros del niño en las interacciones.

A partir del medio lingüístico que se le brinda al niño, esto puede aumentar o anular el potencial de educación del niño, la estimulación que recibe puede afectar sino actúan los padres el niño puede tener problemas para socializar así como también para expresarse a través de las ideas.

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