LAS HABILIDADES DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI
Enviado por arandadick24 • 14 de Julio de 2017 • Ensayo • 1.726 Palabras (7 Páginas) • 347 Visitas
LAS HABILIDADES DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI
Ante un nuevo escenario pedagógico que enmarca la educación en el siglo XXI, conglomerado por abundante tecnología e información así como la actualización constante de información que inunda nuestras fuentes de investigación, ha dejado atrás anticuados métodos de enseñanza en los centros de educación mundial, transformando por completo al moderno educador.
Ahora, inmersos en una doble faceta de docente e investigador, exige una mayor preparación de nuestros educadores causando una revolución intelectual que repercute en los procesos de formación y profesionalización de los docentes. Este hecho hace que nos planteemos de un modo distinto las funciones y tareas que éste profesional está obligado a desarrollar en los espacios educativos del siglo XXI.
Para (Fernando Muñoz, 1994), esta doble faceta exige una correcta preparación tanto para la adquisición de conocimientos y actualización de los mismos, así como para el desarrollo de nuevas habilidades y destrezas exigibles en una sociedad en permanente cambio que reclama la capacitación de los profesionales de la educación en el dominio y explotación didáctica de las nuevas tecnologías tras reconocer que con su auxilio se puede lograr la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje en sintonía con los cambios que hoy se operan en la sociedad y en el individuo.
Si bien es cierto que la educación del siglo XXI formó parte de una revolución educativa, no podemos pasar por alto la gran labor de muy conocidos pedagogos del siglo XX. Uno de ellos, John Dewey, el gran teórico de la educación progresista y renovadora del siglo XX; sus obras, algunas con cien o más años de antigüedad, se mantienen alimentando todavía la reflexión profunda sobre el hecho y la práctica de educar en la democracia y para la democracia. María Montessori es tan importante en la historia de la educación que sin ella la educación infantil sería otra cosa; porque es una de las mejores representantes del movimiento de renovación escolar que quizá más ha influido en estos cien años (la Escuela Nueva); porque su presencia, en buena parte convertida ya en anónima, se siente en muchísimo del material escolar que se utiliza para los más pequeños e incluso en las tiendas de juguetes. O el gran Jean Piaget, quien aunque no fue principalmente un pedagogo, nadie discutirá que ha sido el psicólogo de este siglo más influyente en el mundo educativo; aparte de que la porción de su obra específica y directamente referida a temas educacionales es de una gran consistencia. O el también psicólogo Vigotsky, contemporáneo de Piaget, ha tenido influencia pedagógica mucho más tardía. Estos son solo algunos de quienes aportaron enormemente para convertir la educación en lo que ahora se ha convertido, creando nuevos métodos y llevando a una exigencia y desarrollo de competencias a los docentes.
Es además importante resaltar la importancia de la educación, aún con más intensidad, en cierta etapa de la vida de los seres humanos: “El principal sistema para impartir la educación básica fuera de la familia es la escuela primaria. La educación primaria debe ser universal, garantizar la satisfacción de las necesidades básicas de aprendizaje de todos los niños y tener en cuenta la cultura, las necesidades de todos los niños y tener en cuenta la cultura, las necesidades y las posibilidades de la comunidad. Otros programas alternativos pueden ayudar a atender las necesidades de aprendizaje de niños cuyo acceso a la escolaridad formal es limitado o no existe, siempre que compartan los niveles de aprendizaje aplicados a la enseñanza escolar y que dispongan del adecuado apoyo” (Declaracion sobre educación para todos y marco de acción para satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje, 1990)
En clase observamos que la escuela tradicional en la que el profesor realizaba un monólogo por muchas horas en un salón de clase quedó desfasada debido a los diversos métodos que se crearon en la implementación de la Escuela Nueva. Se podría decir que si comparamos el grado de interactividad entre la Escuela Tradicional y la Escuela Nueva podemos asegurar que es nula frente a la segunda. Esta nueva forma de educar dio cabida para que el alumno tenga mayor campo de investigación puesto que es él quien se encarga de crear en cierta forma su propio conocimiento, favoreciendo al aprendizaje del alumnado.
En épocas modernas, la influencia que ejerce la tecnología sobre la enseñanza y el aprendizaje es muy exigente, pues fuerza al docente y al alumno a exigirse mucho más que en épocas anteriores. Para Silva (2010), estas son algunas de las funciones de los docentes de hoy:
- Diagnóstico de necesidades: El docente debe conocer las necesidades de sus alumnos tanto individual como colectivamente y adaptar la formación teniendo en cuenta sus características específicas.
- Preparar las clases: Diseñando estrategias que contribuyan al desarrollo personal y social del estudiante, haciendo más motivadoras las clases promoviendo en los estudiantes un aprendizaje autónomo aprovechando los diferentes y nuevos recursos informáticos que están a su alcance.
- Buscar y preparar materiales para los alumnos: Buscar recursos didácticos adecuados a la asignatura y al momento teniendo en cuenta al alumno y fomentar un buen uso y no el abuso de esos recursos.
- Motivar al alumnado: Proporcionar seguridad y confianza de manera que se fomente en los estudiantes el interés por la asignatura. La motivación debe de ser continuada a lo largo de todo el proceso de aprendizaje.
- Docencia concentrada en el estudiante, considerando la diversidad: Ajustar el currículum a los estudiantes, fomentar participación de los estudiantes en el desarrollo de la clase y ofrecer diversas actividades adecuadas utilizando distintos recursos para alcanzar los objetivos que se pretenden desarrollando así estrategias de autoaprendizaje.
De otro lado, las habilidades y competencias de los alumnos del siglo XXI indican que están más relacionadas con las necesidades de los modelos emergentes de desarrollo económico y social que con aquellas del siglo pasado. Los jóvenes, en plena experimentación de nuevas formas de socialización y de adquisición de capital social a las que las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están contribuyendo en gran medida. Su educación, ya sea en casa o en la escuela, proporciona valores y actitudes sociales, así como experiencias constructivas que les permitirán beneficiarse de oportunidades que favorecen activamente la creación de nuevos espacios de vida social. Por otro lado, la mano de obra ha de poseer un conjunto de habilidades y competencias que se ajustan a la economía del conocimiento (la mayoría de ellas relacionadas con la gestión del conocimiento) que incluye procesos de selección, adquisición, integración, análisis y colaboración en entornos sociales en red.
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