LAS MUJERES EN LA CONSTRUCCIÓN Y EL EJERCICIO DE LA CIUDADANÍA EN MÉXICO
Enviado por mikethedrummer • 27 de Agosto de 2015 • Apuntes • 2.341 Palabras (10 Páginas) • 233 Visitas
ENSAYO:
“LAS MUJERES EN LA CONSTRUCCIÓN Y EL EJERCICIO DE LA CIUDADANÍA EN MÉXICO”
De Georgina Yemara López Hernández.
16 de abril del 2015.
INTRODUCCIÓN.
¿Qué tan relevante es la problemática de la falta de injerencia femenina en la vida político-electoral en américa latina? ¿Cómo podemos solucionar esta problemática? ¿Qué sectores están involucrados en el proceso de solución a esta problemática? ¿Cuáles son los indicadores que nos hacen pensar que existe una problemática político-electoral respecto a la inclusión de las mujeres? ¿Por qué es importante que exista una equidad de género en este aspecto de la vida institucional de un país? ¿Qué panorama se puede visualizar en este respecto en unos años vista?
Si damos un vistazo a las cifras, resultan ser un foco rojo, ya que en comparación con los países que más incluyen a las mujeres en los asuntos político-electorales como lo son Nicaragua, Suecia y Finlandia con el 50% o más de su representación femenina, podemos notar que nuestro país se encuentra en un rezago importante a este respecto, ya que México solo cuenta con un 17.6%. Incluso con medidas como la que tomaron el TEPJF (Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación) y el entonces IFE (Instituto Federal Electoral) en el marco de las elecciones del 2012 de obligar a los partidos políticos a registrar al menos a 120 candidatas a diputadas federales, así como sus suplentes del mismo sexo, frenando o poniendo así un candado al llamado fenómeno de las “diputadas taxis”, resulta ser una medida insuficiente para equilibrar la participación en la vida política tanto de hombres como de mujeres.
Esperemos que la medida tomada para las próximas elecciones intermedias de este año por parte del senado de la república de reservar el 50% de las candidaturas para diputaciones federales, locales y senadurías en el marco de la discusión de la reforma político- electoral, sea un parteaguas para la inclusión del sector femenino en este rubro.
En el presente ensayo abordaremos este tema y analizaremos el marco histórico, teórico y conceptual sobre la participación de la mujer en la política, así como el marco nacional que es lo que nos ocupa al ser este el núcleo primordial de este tema.
DESARROLLO.
Partimos de la idea del feminismo, concepto que resulta tener un trasfondo muy especifico y nada carente de razón, ya que nace de la necesidad de que la mujer analice la realidad en la que viven y así tomar conciencia de la misma, ya que históricamente, y hablamos desde tiempo de la antigua Grecia, se les consideraba “seres iguales al hombre, pero más débiles”, o se les ponía en un papel de subordinación, por ejemplo, en el hogar con el esposo. Encontramos entonces que el feminismo es una corriente de pensamiento filosófica que trata de una crítica a las pretensiones de exclusión de las mujeres como sujetos; pasa de considerarse un activismo, a convertirse en tema de academia.
Podemos hacer un análisis de la mecánica de la sociedad de la antigua Grecia, al notar que existían varios sectores de la población que no tenían derechos políticos, como lo eran los extranjeros, los esclavos, y las mujeres que, aun gozando de libertad, no podían ejercer acciones políticas dentro de la polis.
Pasando ahora al medioevo, en el cual el hogar se consideraba un lugar eminentemente femenino, ya que una “buena mujer” era aquella que permanecía en su casa desarrollando actividades propias del hogar, sin embargo, no siempre se mantuvo esta idea en el medioevo, ya que algunos hombres, al no gozar de riqueza no podían participar en la vida política, así como existieron algunas mujeres que lo hicieron plenamente, como es el caso de algunas reinas en España a principios del siglo XI, como lo fueron Sancha de León, Urraca de León y Castilla, o María de Molina.
La etapa de la iluminación, estuvo plagada de conceptos de libertad y de igualdad entre los hombres, aunque estos conceptos dejaron a un lado a las mujeres y los esclavos, los cuales, no fue sino hasta el siglo XX que lograron que se les reconociera como ciudadanos. Vamos al primer documento redactado en pro de la ciudadanía de las mujeres, y éste fue escrito en Francia en 1791 por Olympe de Gouges: La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana, esto al advertir que la mujer estaba siendo excluida del proceso político. Dicho documento le costó la vida a Olympe de Gouges, al ser ejecutada en la guillotina durante el régimen de Robespierre.
Fue hasta los últimos años del siglo XVIII y los primeros del XIX en los que se dio la transición de la época moderna a la contemporánea y con ello las ideas del racionalismo, el empirismo y el utilitarismo que propiciaron un desarrollo científico, político y técnico. Fue entonces que al verse la sociedad llena de estos nuevos conceptos, se comenzó a cuestionar acerca de los derechos políticos de las mujeres. Fueron las ideas de John Stuart Mill y Harriet Taylorlos que dan un fuerte empuje a los movimientos sufragistas que se comenzaban a dar en Estados Unidos e Inglaterra ya que hablaban de que los perjuicios son difícilmente revocables ya que las mujeres son muy distintas a otras clases sometidas por los hombres, ya que lo están voluntariamente y así se dificulta una rebelión en contra de los hombres.
Los movimientos sufragistas iniciados por las mujeres burguesas y de clase media, son una expresión compleja de las demandas femeninas que inicia por la búsqueda del voto femenino, pero no se limitaron solo a eso, sino que también buscaban el reconocimiento de sus derechos a lus estudios profesionales, a desempeñar profesiones libremente, a hablar y escribir para el público, circular libremente por la vía pública, ejercer la patria potestad sobre sus hijos, detentar propiedad, recibir herencias, y obtener una remuneración igual por su trabajo desempeñado.
“El feminismo exige a la democracia el reconocimiento de las mujeres como sujetos de derecho… y pide también que las mujeres puedan elegir y ser electas para ocupar cargos públicos” (Serret, 2012, p. 30.). Los movimientos sufragistas lograron tener eco y así tener los primeros logros posteriores a la primera guerra mundial. Se logra el derecho al voto femenino en: Rusia (1917), Polonia (1917), Lituania (1917), Letonia (1917), Estonia (1917), Canadá (1917), República de Weimar (1918), Georgia (1918), Hungría (1918), Kirguistán (1918), Inglaterra (1918), Bélgica (1919) Luxemburgo (1919), Estados Unidos (1919) y Suecia (1920).
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