LAS OPERACIONES DEL PENSAMIENTO
Enviado por AYOTZIN • 13 de Enero de 2015 • 1.235 Palabras (5 Páginas) • 378 Visitas
Universidad Autónoma del Estado de México
Bachillerato a distancia
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LAS OPERACIONES DEL PENSAMIENTO1*
Cabe suponer que la mayoría de las personas estarán de acuerdo en que los procesos
del pensamiento constituyen un importante objetivo de la educación y que las escuelas
no tendrían que escatimar esfuerzos para proporcionar al educando amplias
oportunidades para pensar. Pero, ¿cómo se hace? ¿Qué procedimientos emplean los
buenos maestros? ¿Qué clases de tareas y actividades escolares destacan la
significación de este fenómeno? Muchas de las sugerencias consignadas a
continuación no son nuevas (…) pero su enfoque puede ser instructivo. (…) Esta lista
sugiere, no obliga a incluir nada. Contiene, empero, muchas ideas ampliamente
utilizadas para darle importancia a todo lo que significa pensamiento.
Comparar
La operación de comparar consiste en observar diferencias y similitudes por la vía de
los hechos o la confrontación, examinar dos o más objetos, ideas o procesos
procurando observar cuáles son sus interrelaciones, buscar puntos de coincidencia o no
coincidencia.
La actividad de comparar puede variar tanto en dificultad como en objetivo, puede ir
desde comparar dos cifras hasta comparar la música moderna con el arte moderno;
desde comparar dos monedas, hasta dos estilos arquitectónicos.
Observar
Observar y observación encierran la idea de vigilar, reparar, notar, percibir. Usualmente
prestamos estricta atención y vigilamos atentamente movidos por un propósito definido;
algo nos concierne y tenemos buenas razones para observar con cuidado. En ciertas
ocasiones nos concentramos en los detalles; en otras, en lo sustancial o en los
procedimientos, y a veces, en los dos. A veces queremos una gran exactitud en la
observación y en otras ocasiones nos basta que sea tan sólo aproximada.
Hay observación cuando pedimos a alguien que compare diversos objetos o cuando
analizamos un suceso o hecho, observamos un experimento, una exposición de arte, a
un escultor en su trabajo, a nuestra madre cocinando un pollo o a otro estudiante
cuando resuelve un problema. Hay innumerables oportunidades para observar el
mundo en derredor nuestro.
1 Tomado con fines didácticos de L. E. Raths, “Las operaciones del pensamiento”, en Cómo enseñar a
pensar. Teoría y aplicación, Barcelona, Paidós, 1988.
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Clasificar
Cuando clasificamos o distribuimos cosas, las agrupamos conforme a ciertos principios.
Si se nos pide que clasifiquemos un conjunto de objetos o ideas, empezamos por
examinarlos, y cuando vemos que tienen ciertas características en común, entonces
reunimos esos objetos o esas ideas. Seguimos así hasta tener una serie de grupos. Si
los elementos restantes no pueden ser clasificados según el sistema usado, solemos
decir que tendríamos que haber empleado otro sistema, o bien que podríamos haberlos
colocado en un grupo denominado “miscelánea”.
Clasificar es poner orden en la existencia y contribuir a dar significado a la experiencia.
Encierra análisis y síntesis.
Resumir
Resumir es establecer, de modo breve o condensado, la sustancia de lo presentado y
replantear la esencia del asunto, de la idea o ideas centrales. Concisión sin omisión de
puntos importantes.
Se empieza por reflexionar retrospectivamente sobre las experiencias pasadas, lo cual
se pude hacer de múltiples maneras. Por ejemplo, enhebrando los recuerdos en una
secuencia temporal: lo que vino primero, segundo, tercero, etc. O bien enumerar las
ideas principales y luego resumirlas por separado. O también resumir un debate
indicando qué personas sostenían determinados puntos de vista. No hay una sola
manera de resumir y cada quien hace la misma tarea de manera distinta.
Interpretar
Cuando interpretamos una experiencia, explicamos el significado que ella tiene para
nosotros. ¿Qué es, pues, interpretar?... Es un proceso por el cual damos y extraemos
cierto significado de nuestras experiencias. Si se nos pregunta cómo lo deducimos,
entonces abundamos en explicaciones y datos que respaldan nuestra interpretación. Al
interpretar hechos y cosas, primero los describimos y después explicamos el significado
que hemos percibido.
A menudo clasificamos así nuestras interpretaciones: interpretaciones de las cuales
estamos razonablemente seguros, interpretaciones que suponemos probablemente
ciertas, y en fin, interpretaciones que nos parecen simples “corazonadas”, dándoles
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