LIC EN ENFERMERIA
Enviado por tequierocomer • 1 de Abril de 2013 • 1.976 Palabras (8 Páginas) • 512 Visitas
OKLAS QUEJAS, LAS NECESIDADES, LOS MIEDOS
Resumen de la conferencia de Rafael Santandreu en Can Déu el 28/03/2011
En la psicología cognitiva enseñamos un método para intentar ser más fuertes a nivel emocional. Principalmente este método se trata en aprender a no quejarse, combatir las quejas. Intentamos construir una filosofía antiquejas. Está prohibido quejarse y hay que creerse con fuerza este principio. También se trata de combatir con fuerza las “necesititis”. Hay que intentar combatir nuestro diálogo interno basado en las quejas y por tanto en las “necesititis”.
Tenemos “necesititis” y quejas en 3 ámbitos:
1. Quejas sobre uno mismo: Muchas veces tenemos un diálogo interno en el que nos decimos “debo hacer las cosas mucho mejor de cómo las hago”, “como no hago las cosas tan bien como me gustaría, no tengo éxito y casi no tengo amigos, porque como no tengo éxito, nadie quiere estar conmigo”, “soy un desastre”… muchas veces nos echamos la bronca a nosotros mismos y con mucha fuerza.
2. Quejas sobre los demás: Muchas veces nos decimos a nosotros mismos: “Los demás deberían tratarme bien, deberían ayudarme si yo les ayudo”. Necesitamos que los demás nos traten de una determinada manera y si no nos quejamos.
3. Quejas sobre la vida, sobre la realidad: En ocasiones nos decimos cosas como éstas: “Necesito carreteras sin tráfico porque tal como están ahora es que no lo puedo soportar”, “Necesito una ciudad más limpia porque tal como está es imposible vivir”, “Necesito que las cosas me salga bien, como yo tenía previsto que salieran”
Por lo tanto nos creamos necesidades sobre nosotros mismos, sobre los demás y sobre la realidad. Nos quejamos de nosotros mismos, de los demás y de la vida. Exigimos que nosotros tenemos que hacer las cosas bien, que los demás nos tienen que tratar bien y que las cosas en la vida nos tienen que ser favorables.
Pero estas exigencias las tenemos que transformar en preferencias y entonces en nuestro diálogo interno decirnos: “Preferiría hacer las cosas bien, pero si no es así no va a pasar nada, yo puedo ser igualmente feliz porque necesito muy poco para ser feliz”. “Preferiría que los demás me trataran bien, pero si no es así no va a pasar nada, porque no necesito de los demás para ser feliz”. “Preferiría que las cosas me salieran bien, pero pensar que todo en la vida me va a ser siempre favorable es irracional, puesto que no siempre las cosas nos van a salir como esperábamos”.
Hay que aprender a no quejarse y a no necesitar. Podemos tener muchos objetivos y metas en la vida pero si no salen no salen, no va a pasar absolutamente nada, tendremos otras muchas posibilidades para ser felices. Es importante aprender a tomarnos las cosas con ligereza, sin presión. Aprender a convertir las exigencias en preferencias.
Un ejercicio que va muy bien es fijarnos en personas de nuestro alrededor que han aprendido a no quejarse. Un ejemplo es Francisco Feria, vive en Madrid y es sordo ciego, además los sordo ciego suelen ser también mudos. Estas personas sólo pueden percibir la realidad a través del tacto. Hay unos 6000 sordo ciegos en España y hace poco se conoció la primera sordo ciega en España universitaria. Es una chica espectacular, llena de alegría, llena de ganas de hacer cosas.
Pero volvamos a Francisco Feria, él dice que es feliz porque intenta quitarse los malos rollos: “Aprovecho lo que tengo, me fijo en lo que tengo y en lo que puedo hacer y no en lo que no tengo y no puedo hacer”. Francisco ha optado por no quejarse desde que era niño y, por aprovechar las oportunidades que le van surgiendo en la vida. Las oportunidades aunque están, no somos capaces de verlas si nos estamos quejando.
De hecho todo está muy relacionado con los miedos. Cuando nos quejamos nos surgen emociones de ira, desilusión, enfado, malestar… y a la larga la queja lleva al miedo. Llega un momento que ya no nos produce sólo miedo el problema que tenemos sino también pensar en el futuro. Los miedos están muy relacionados con las quejas.
En esta vida no hay que tener miedo de nada. Lograr creernos esto depende de la convicción de que necesitamos muy poco para ser felices. Con esta creencia no tendremos miedo a perder las cosas.
Los miedos pueden ser infinitos. A veces tenemos miedo a algo y se nos ocurre que la solución es enfrentarnos al miedo. Muchas veces de esta manera no se va el miedo sino que incluso aumenta. Entonces tenemos el miedo que ya teníamos a lo que sea, más el miedo por el mal rato que pasamos enfrentándonos al miedo (miedo de tener miedo), por tanto doble miedo y estamos peor que al principio..
Para eliminar los miedos, tenemos que modificar nuestros pensamientos. Pensar de manera racional, convencernos a nosotros mismos con ideas argumentadas de que no hay ningún motivo para tener miedo a nada.
A veces tenemos miedo a cosas muy variadas. Muchas veces tenemos miedo a la muerte, cuando es a lo que menos miedo hay que tener, porque ya es algo seguro que nos va a llegar a todos en algún momento. Otro ejemplo, tener miedo a subir en ascensor, habrá que darle argumentos a estas personas para que se convenzan de que no hay nada que temer si suben a un ascensor.
Hay múltiples ejemplos de miedos y muy variados que hay que combatir convenciéndonos de que realmente no hay nada que temer. Otro ejemplo tener miedo al diablo, a los fantasmas… esta creencia irracional, este miedo hay que convencerse de que no tiene ningún sentido tenerlo. Por ejemplo si algún día se nos apareciera el diablo o algún fantasma, sería una gran noticia puesto que así nos confirmaría que estos seres existen e incluso nos podríamos hacer amigos de ellos. Además si fuera el diablo
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