La Chica Del Reflejo

▷Ｕｎａ ｃｈｉｃａ ｙ ｓｕ ｒｅｆｌｅｊｏ．

Cuenta la leyenda, que una joven fémina de corta edad y su indescriptible estado de salud poco a poco empeoraban. Vivía prácticamente entre libros y cortinas, no recordaba los brillantes rayos del sol; todo a su alrededor era tan opaco que no entendía el porque estaba encerrada, una vieja y pequeña lámpara era lo único que la acompañaba; tan sola, tan distanciada y alejada. Su mejor amigo eran los libros los que le enseñaba cosas nuevas y diferentes perspectivas del mundo.

Un día desprevenida su madre, en la hora del almuerzo al estar sola con su sombría mirada; observo alrededor buscando alguna manera de levantarse, hacia ya meses que se encontraba tan sola, sin poder comunicarse había olvidado hablar que se sentía estar rodeado de personas diferentes, era tan complicado no sentirse excluida. Tomando todo el valor posible, se sostuvo del helado cabezal de la cama, arrancando algunos cables de su brazo izquierdo, intentando mover así fuera un poco la cortina pero sus piernas no respondían, parecían estar en una especia de trance infinito un percance para poder lograr su logro, sobreponiéndose logro mover un poco la persiana, cayendo inmediatamente al suelo por su mal estado; sus defensas bajas, sus inconscientes piernas. Si, la chica estaba muriendo...de una forma tan letal y venenosa, algo consumía su alma pero lo logro, logro mirar por primera vez en años la esplendida luz del sol, logro que la tocara...con eso descartaba su alergia (Falsa) a los rayos ultravioletas.

—No te muevas, no vayas a hacerlo. Estas débil y otro movimiento como ese, podría matarte.

—No, no lo entiendes...no es como si ya no estuviera muerta.

Espeto totalmente fría y raramente sería, sus manos se encontraban cruzadas una encima de la otra. Dejando por un momento su lectura matutina echando un vistazo al sorprendido rostro de la enfermera que le había estado cuidado todos estos años. Un día, un día que no olvidara fue aproximadamente en diciembre; rara vez la chica recibió un regalo mas que gustosa no pensaba que alguien le recordara esa no era la idea, cuando fue dada por muerta y abandonada en un hospital.

Era un espejo, de madera solida y cristal pulido. Casi como nuevo, tenia una extraña forma circular algo fuera de serie totalmente; parecía de la edad medía tan cuidado y heredado. ¿Quien le habría echo ese regalo? y principalmente ¿Por que?. Las cosas no mejoraron luego de eso, aquel precioso obsequio fue puesto justamente enfrente de su cama, dejando ver su ojeras difíciles de ocultar, su pálido rostro, sus rojizos labios, todo en ella estaba prácticamente en mal estado; era para recordare lo mal que se veía u solamente deseaba hacerla sentir inferior; en una de esas observaciones que daba al estar sola; entrecerró sus ojos mirando una pequeña cinta.

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