La Congruencia Y La Practica En Valores
Enviado por virvim • 25 de Octubre de 2013 • 1.880 Palabras (8 Páginas) • 700 Visitas
La congruencia y la práctica de valores
Los valores pueden ser considerados como lo que es realmente importante, o como opiniones respecto a lo que es importante, pero parece más plausible considerarlos como ambas cosas en relación envolvente” (Lipman, 1998).
Gran parte del aprendizaje que realizamos en la construcción de valores se centra en las observaciones de actitudes y conductas que hacemos de las personas a nuestro alrededor, es allí donde cada uno de nosotros selecciona y aprehende modelos de conducta que a partir de nuestra reflexión consideramos como buenos (convenientes) o malos (inconvenientes): “Para aprender este oficio artesanal tenemos que mirar a aquellos que lo practican” (Lipman, 1998). De allí la gran necesidad de que los maestros sean congruentes en su forma de actuar, pensar y sentir. En muchas de las escuelas de nuestro país se están haciendo esfuerzos para mejorar los sistemas de enseñanza, desafortunadamente cuestiones como “la enseñanza de valores” no son percibidas con la verdadera importancia que ameritan.
Las actuales condiciones sociales en las que estamos viviendo han estimulado la práctica de antivalores:
• impuntualidad
• irrespeto
• envidia
• deshonestidad
• intolerancia
• enemistad
• ignorancia
• pereza
• soberbia
• arrogancia
• robo
• pelea
• egoísmo
En la mayoría de las estructuras de nuestra sociedad, y en particular entre los jóvenes y niños, pareciera ser que la práctica de valores “vital para la mejor convivencia social” ha quedado en el pasado. Desafortunadamente la desintegración familiar y algunos programas de televisión han contribuido con esto.
En la actualidad muchos padres dejan la educación de sus hijos a cargo de la escuela y de la televisión; los niños y adolescentes reflejan, en muchas ocasiones, “el abandono en el que se encuentran” por medio de la práctica de antivalores.
Lo expresado anteriormente obliga a todos (maestros, directivos, padres de familia, sociedad en general) a replantearnos el rol de la escuela como formadora de futuros ciudadanos que han de integrarse en todos los ámbitos de la sociedad. De aquí la importancia de decidir, conocer y elegir el tipo de formación que han de adquirir los alumnos, una educación centrada en valores que implique la reflexión y acción en los acontecimientos que ocurren dentro y fuera de la escuela o una educación centrada en la incongruencia y en la práctica de antivalores. La tarea parece ser cada vez más difícil, ya que el comportamiento de muchos adultos dentro y fuera de la escuela pareciera estar empeñado en ejemplificar valores incongruentes o poco convenientes para la formación de los alumnos. Hoy más que nunca nos planteamos la importancia de la enseñanza y la práctica congruente de valores. El cómo enseñar valores (honradez, honestidad, humildad, tolerancia, unidad, respeto, sencillez, justicia, trabajo, limpieza, puntualidad, etcétera).
Lectura sugerida:
Lipman (1998). La Filosofía en el aula. España: Ediciones de la Torre. En este libro el autor trata de dar una serie de estrategias para aterrizar la filosofía al nivel cognitivo de los niños, en este caso nos centraremos en el apartado referido a: "Educación moral", el cual considera a la reflexión como parte de cualquier decisión o acción.
La enseñanza de valores desde una perspectiva filosófica
En el siguiente apartado podrás encontrar diversas ideas acerca de la enseñanza de valores desde una perspectiva filosófica.
Matthew Lipman, autor del libro La filosofía en el aula, presenta una serie de aportaciones respecto al papel activo que los seres humanos jugamos durante la enseñanza y el aprehendizaje de valores.
Éstas son algunas de sus reflexiones que en materia de enseñanza de valores rescatamos:
“Una persona que tiene el carácter de un buen ciudadano es aquella que ha interiorizado, esto es, adoptado como propios, los mecanismos sociales de la racionalidad en la práctica institucional”
(Lipman, p. 308).
“…dotar a los niños con los instrumentos de la reflexión…en un contexto cuya metodología es la de una permanente autocrítica y auto-corrección”
(Lipman, p. 308).
“Se debe permitir a los niños y niñas que tengan la experiencia de en qué consiste vivir en un contexto de mutuo respeto, de diálogo disciplinado, de indagación cooperativa, libre de arbitrariedades y manipulaciones”
(Lipman, p. 307).
“Cuando los adultos aconsejan a los niños ‘haz lo que te digo, no lo que hago’, sólo consiguen servir como modelos de hipocresía”
(Lipman, p. 319).
“Generalmente aprendemos mucho más si se nos ofrecen ejemplos que si se nos enseña”
(Lipman, p. 319).
“Ya que los niños pasan gran parte de sus vidas en la escuela, es evidente que la escuela asume una considerable responsabilidad en su socialización”
(Lipman p. 318).
“…enseñarles a pensar con mayor habilidad y mostrarles cómo esa habilidad puede vincularse con temas relacionados con los valores”
(Lipman, p. 335).
“Socialización significa aquí la adquisición de una conducta propia de un buen ciudadano”
(Lipman, p. 318).
“Dejemos entonces que la educación en valores consista en enseñar a los estudiantes de enseñanza elemental y secundaria a razonar sobre los valores”
(Lipman, p. 335).
“De forma parecida si queremos que los niños sean responsables cuando sean adultos, deberíamos hacerles asumir responsabilidades mientras son niños”
(Lipman, p. 336).
“Los niños interiorizan las formas de conducta de los adultos. Un niño puede considerar algo que un adulto hace como algo ejemplar y digno de ser incorporado”
(Lipman, p. 319).
“Los profesores y los cargos directivos, al igual que las madres y los padres son modelos. Muestran con su ejemplo cómo se debe actuar y los niños con frecuencia actúan igual"
(Lipman, p. 319).
“Las habilidades generales de razonamiento tienen que aplicarse ahora a problemas de valores, como los que aparecen en la ética”
(Lipman, p. 324).
“Mejorar la capacidad de los estudiantes para pensar sobre los valores mejorará simultáneamente la capacidad de tratar disciplinas académicas”
(Lipman, p. 328).
“Los valores pueden ser considerados como lo que es realmente importante o como opiniones respecto a lo que es importante, pero parece más plausible considerarlos como ambas cosas en relación envolvente”
(Lipman, p. 328).
“Lo
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