La Contabilidad de Gestión
Enviado por uresti03 • 7 de Septiembre de 2014 • Tesis • 6.585 Palabras (27 Páginas) • 202 Visitas
La Contabilidad de Gestión
Autor: administración y gerencia • Fecha: 12.03.12 • Hora: 12:42
Presenta a continuación el Instituto una serie de entregas sobre la contabilidad de gestión, sus beneficios y diferentes facetas desde la óptica administrativa
Primera entrega
El costeo por actividades aparece a mediados de la década de los 80, sus promotores: Cooper Robin y Kaplan Robert, determinando que el costo de los productos debe comprender el costo de las actividades necesarias para fabricarlo y venderlo y el costo de las materias prima.
1.1 El costo por actividad. surgimiento
Desde el advenimiento de la industrialización y sus variadas inversiones en equipos y otras áreas, sólo se conocían dos costos de importancia: los de material y los de mano de obra directa, llamados costos primos, que eran los únicos que se inventariaban. Una vez que las inversiones se ampliaron y se desarrollaron las organizaciones, surgió el concepto de costos indirectos de fabricación. La contabilidad tradicional asume que los productos y su volumen de producción correspondiente originan unos costos, por consiguiente, las unidades de productos individuales se convierten en el centro del problema del sistema de costos y los costos son clasificados como directos e indirectos a los productos. Los sistemas tradicionales utilizan medidas del volumen de producción tales como: horas de mano de obra directa, costo de la mano de obra directa, horas máquina, costo de los materiales directos como bases de asignación para atribuir los CIF a los productos, Los costos de los productos se tornan imprecisos cuando las actividades generales no relacionadas en con el volumen de producción crecen en magnitud. Ejemplo: ingeniería, actividades de apoyo, compras, puesta a punto o alistamiento de maquinaria o procesamiento de pedidos, mantenimiento de la maquinaria y equipo, etc. Cuando la empresa asigna estas actividades no relacionadas con los volúmenes de producción sobre bases relacionadas con dichos volúmenes, los sistemas tradicionales de costos proporcionan información distorsionada sobre la relación existente entre las actividades operativas que generan los costos y los productos.
A principios del siglo XX, el método de costeo utilizado era el absorbente o integral. Este hecho se debía a que el tratamiento contable tradicional se dedicaba a salvaguardar los activos utilizados, los cuales se controlaban a través del estado de resultados, prestando poca atención a los problemas específicos de información para la toma de decisiones administrativas.
Al elevarse el nivel de complejidad de las organizaciones, se hizo hincapié en la preparación de informes que proveyeran y facilitaran la información para la toma de decisiones y la planeación a largo plazo.
En los años 30 surgió una alternativa, el costeo variable, impropiamente llamado costeo directo. Por definición, no es directo ya que costo directo es el que se identifica con el producto, departamento o función.
Cada uno de los métodos de costeo tiene una función especial que cumplir: el costeo variable ayuda a la administración en su tarea, el costeo absorbente informa a los usuarios externos.
En la mayoría de las empresas el costo principal es el costo de ventas. Es aquí en donde el contador de costos juega un importante papel en la determinación de la utilidad, contribuyendo a la elaboración de los estados contables, estableciendo y manteniendo sistemas que provean información acerca del costo del producto.
Tanto en el estado de resultados como en el de situación financiera, se refleja directamente el tipo de costeo que se utiliza y, en una forma más indirecta, afecta al capital neto de trabajo.
El mundo, la sociedad, las organizaciones, los individuos y el entorno tienden a cambiar rápidamente, es por ello que todas las cosas que rodean estos sistemas tienen que acoplarse al ritmo de substitución de las normas que rigen el nuevo orden social, el productivo y empresarial. El modelo de calculo de los costos para las empresas es de suma importancia, ya que estos son los que determinan la viabilidad del negocio, los que determinan mayoritariamente el grado de productividad y eficacia en la utilización de los recursos, por eso un modelo de costos no puede basarse solamente en asignar los costos sobre un factor determinado, que para el orden empresarial puede ser insignificante o poco representativo de lo que en realidad simboliza. Conforme los avances tecnológicos se abren paso rumbo a los años 2000 y se hace necesario responder a los desafíos del nuevo siglo XXI, la industria del comercio, adopta cada día más, un enfoque sistémico para comprender los efectos de la implantación de mejoras en sus diversos procesos que constituyen elementos clave de su sistema global en la comercialización de vienes y servicios.
El Reaprovisionamiento Eficiente (RE) es una práctica que debe adaptarse y que sus actividades deben medirse y costearse en forma precisa buscando la efectividad, a través de indicadores objetivos que muestren la eficacia y eficiencia de los procesos involucrados. Aparte de los avances logrados en: reaprovisionamiento continuo, reingeniería de la cadena de suministros, procesos de pedidos, etc, es necesario adoptar modelos de gestión y de indicadores compartidos entre fabricantes y distribuidores. En la época actual ya se hace imprescindible la medición de indicadores que de forma directa, afectan la posición competitiva de la empresa
El mecanismo de medición de resultados requiere de consideraciones previas antes de entrar al modelo de “Costo Basado en Actividades ABC)”.
Uno de los aspectos clave para el éxito de la implantación de las mejores prácticas (Reaprovisionamiento Eficiente), es la medida de la eficacia y la eficiencia de los procesos involucrados.
Las organizaciones deberán dotarse de las infraestructuras y recursos humanos que proporcionen los niveles de referencia necesarios para la implantación y seguimiento de las mejores prácticas.
Desde el punto de vista del costeo tradicional, estos asignan los costos indirectos utilizando generalmente como base los productos a producir, a diferencia de ABC que identifica que los costos indirectos son asignables no sobre la base de los productos, si no a las actividades que se realizan para producir dichos productos.
Por tal motivo el modelo ABC permite mayor exactitud en la asignación de los costos de las empresas y permite la visión de ellas por actividad, entendiendo por actividad según definición dada en el texto de la maestría en Administración de Empresas del MG Jaime Humberto Solano “es lo que hace
...