La Eutanasia

LA EUTANASIA

A través del tiempo la condición de la eutanasia ha venido tomando fuerza debido a las posiciones sociales, culturales y religiosas de cada población, dando lugar a cientos de puntos de vista acerca de si su práctica representa un bien o un mal para el hombre moralmente.

Se ha entendido que la eutanasia es la forma de darle fin a la vida intencionalmente a través de ciertos procesos que se han puesto para que haya lugar a este término y no se confunda como un homicidio, todo con el fin de acabar con el sufrimiento físico o emocional del paciente. En el caso de la familia existe la posibilidad de estar de acuerdo o en contra de este acto.

Existe mucho material a favor y en contra de la eutanasia, pues se han encontrado páginas web, blogs, noticias, cartas, organizaciones mundiales, notas de prensa, que están en pro de esta acción; como también encontramos todo tipo de religiones, estatutos legales, jurídicos y éticos que están en contra de la misma.

En gran parte del mundo, esta práctica se sigue considerando ilegal y en algunos estados o países se ha legalizado total o parcialmente con condiciones, entre estos se encuentra Colombia.

Muchas religiones como la cristiana y la judía, creen que Dios da la vida y por lo tanto sólo a El corresponde la potestad de quitarla. En este contenido, la eutanasia sería considerada como rechazo a la soberanía de Dios. Desde otro ámbito, se califica de injusta la utilización de un argumento religioso para decidir política y públicamente sobre un tema tan trascendental y complejo como éste. Por ejemplo, Grecia era una sociedad que aceptaba la eutanasia como práctica ideada hacia un buen morir, con la finalidad de evitar la mala vida.

Desde épocas muy remotas quienes defendían a la eutanasia eran Sócrates y Platón, quienes se aferraban a la idea de que una enfermedad dolorosa y que llevara a un alto sufrimiento, serían una buena razón para dejar vivir.

En Roma, se creía que un enfermo terminal podía suicidarse porque poseía motivos suficientes y valederos para hacerlo. Por lo que sólo se penalizaba al suicidio ilógico y sin relación al padecimiento de una enfermedad. La ideología romana era que vivir notablemente significaba por lo tanto morir de la misma manera.

Este hecho comenzó a girar radicalmente cuando el suicidio es castigado con la negación de una “cristiana sepultura” a la persona que violentaba contra su propia vida.

El suicidio contrario al quinto mandamiento cristiano, “no matarás”, fue bien definido hacia el siglo IV por San Agustín, como “detestable u abominable perversidad”, dice esto porque Dios es el que concede la vida y también los sufrimientos, entonces como cristianos la obligación es soportarlos. Y es la Iglesia quien con su poder pauta las costumbres y las prácticas de la sociedad. Entonces, estas nociones son en la Edad Media la muestra de toda su dominación.

Actualmente, el debate es entre dos pensamientos de la autonomía individual. Los que quieren legalizar la eutanasia afirman que este derecho (a la muerte) es ilimitado y exigible por el individuo frente a la sociedad y los médicos. Los contrarios a la eutanasia, sostienen que la preocupación por el bien común exige poner límites a una reivindicación individual que, si se reconociera por ley, daría paso a un derecho a la muerte incompatible con las fuentes morales de la democracia.

Una de las religiones que actualmente rechaza y combate a la eutanasia, es la Iglesia católica, la cual ha realizado una serie de declaraciones al respecto a través de la Comisión Permanente Episcopal que dicen que se debe

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