La Honestidad
Enviado por luisju510 • 28 de Febrero de 2014 • 1.684 Palabras (7 Páginas) • 248 Visitas
Honestidad como base para el respeto, la verdad y la justicia.
Honestidad proviene del latín “honestias”, que significa “dignidad”, “honor”, una suerte de estima o consideración (no en el sentido de pesar o lástima, sino de excelencia y rectitud como persona) que una persona tiene.
Honestidad es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia, ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo.
La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e imprescindible de reconocer.
No es honestidad la simple honradez que lleva a la persona a respetar la distribución de los bienes materiales. La honradez es sólo una consecuencia particular de ser honestos y justos.
No es honestidad el mero reconocimiento de las emociones "así me siento" o "es lo que verdaderamente siento". Ser honesto, además implica el análisis de qué tan reales (verdaderos) son nuestros sentimientos y decidirnos a ordenarlos buscando el bien de los demás y el propio.
No es honestidad la desordenada apertura de la propia intimidad en aras de "no esconder quien realmente somos", implicará la verdadera sinceridad, con las personas adecuadas y en los momentos correctos.
No es honestidad la actitud cínica e impúdica por la que se habla de cualquier cosa con cualquiera… la franqueza tiene como prioridad el reconocimiento de la verdad y no el desorden.
Hay que tomar la honestidad en serio, estar conscientes de cómo nos afecta cualquier falta de honestidad por pequeña que sea… Hay que reconocer que es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser falso, injusto, impostado, ficticio. La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca la sombra, el encubrimiento: es una disposición a vivir en la oscuridad. La honestidad, en cambio, tiñe la vida de confianza, sinceridad, apertura y expresa la disposición de vivir a la luz, la luz de la verdad.
¿Por qué es tan difícil ser honestos? En muchas ocasiones nos encontramos con situaciones difíciles, somos cómplices de actos deshonestos, al final no nos es conveniente hablar con la verdad por miedo a salir perjudicados, este miedo que nos invade y se vuelve principal factor por el que la sociedad día a día se siente más limitada a ser honestos con los demás.
Las situaciones de la vida, frecuentemente nos dan hincapié a no ser una persona honesta, sin embargo, ser honestos es una decisión que se debe tomar particularmente, favorece principalmente los valores éticos y morales.
La honestidad no solo se refiere a ser francos, si no también debemos convencer a los demás de que somos honestos, no solo con nuestras palabras, si no con acciones y actitudes con las cuales sembraremos esa confianza primeramente en nosotros y después en las personas que están a nuestro alrededor.
Los seres humanos sabemos lo que es la honestidad y como debemos aplicarla, a pesar de esto la mayoría de las personas somos letrados de conocimientos, pero ignorantes en nuestros actos, si interiorizamos particularmente la honestidad, la vida en sociedad se volverá más placentera, significaría respetarnos a nosotros mismos y a los demás, demostraremos confianza y aptitud convirtiéndonos en mejores personas.
Ser honesto, además, implica el análisis de que tan reales son nuestros sentimientos y decidir ordenarlos para buscar el bien de los demás y el propio. La honestidad está muy ligada a varios valores como lo son la verdad, justicia, humildad, transparencia y otros mas, eso conlleva a ser una persona leal, realmente diferente a los demás. Por lo tanto en todo acto por peor que sea la consecuencia o castigo se debe de hablar con honestidad para ser alguien puro, todos tenemos defectos y merecemos una segunda oportunidad.
La honestidad no es solo de un momento, la honestidad debe de ser siempre, no quiere decir que una vez vamos a asumir la verdad pero en la otra ya no, debemos ser muy consientes de lo que miramos, decimos y hacemos.
Para actuar con honestidad, debemos suprimir el miedo a decir lo que sentimos o pensamos, debemos de luchar realmente por lo que queremos, siempre y cuando no a afectemos a otros, debemos de conocernos a nosotros mismos, principalmente saber nuestros límites, para no terminar actuando con deshonestidad.
La honestidad tiene que ver hasta con lo que sentimos, pues hasta en eso fallamos diciendo cosas que realmente no queremos decir o haciéndolas también solo por buscar el bien de los demás tratando de no herir sentimientos, pero al final termina siendo así, común mente a esta acción le llámanos “mentiras piadosas”.
Las cosas se deben decir tal y como son, no maquillando las situaciones para presentar lo que no es, no debe haber razón alguna para esconder hechos que al final de todo, es la mera realidad.
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