La Magia Del Arte
Enviado por cucl660622 • 25 de Octubre de 2013 • 2.794 Palabras (12 Páginas) • 304 Visitas
Título: LA MAGIA DEL ARTE
Profesora: María de Lourdes Cruz Cruz
Docente frente a grupo
Nivel Preescolar Jardín de Niños “YOLLALIA”
Modalidad de Tiempo Completo.
Correo lulu_evd@hotmail.com
27 años de servicio en la S.E.P.
14 años de experiencia en escuelas de Tiempo Completo.
Este proyecto La magia del arte surgió de la visita que realicé al Antiguo Colegio de San Idelfonso, en el marco del Trayecto Formativo Diferentes Formas de Enseñar, Diferentes Formas de Aprender, que diseñó la Oficina de Apoyo Técnico Pedagógico a Región Centro de la Dirección General de Servicios Educativos en Iztapalapa (DGSEI) para Escuelas de Tiempo Completo y Jornada Ampliada.
En esta visita me enamoré de las pinturas de Pedro Diego. Descubrí que el arte es imprescindible en la educación, porque estimula las destrezas mentales, facilita la expresión de pensamientos, involucra sentimientos y nos permite manifestar nuestra creatividad. Esto me llevó a pensar en la posibilidad de desarrollar un proyecto con mis pequeños. Sabía que juntos aprenderíamos y descubriríamos La magia del arte, sobre todo, si yo lo hacía con amor y pasión. Me sentía emocionada, con cosquilleo en mi estómago, verdaderamente estaba estimulada, por lo que no dejaría que esta experiencia de vida se quedara en el aire.
Así nació el proyecto
-Maestra ¿ahora que te enseñaron?-. Con esta pregunta nació la idea de realizar un proyecto junto con mis alumnos. Después de la visita que realizamos al Antiguo Colegio de San Ildefonso, mis pequeñitos me preguntaron en una asamblea qué es lo que me habían enseñado en mi curso.
Qué más podía pedir, todo el grupo estaba atento a lo que yo hacía, esperaban una respuesta.
-Visité un lugar maravilloso, un museo lleno de pinturas enormes.
-¿Dónde es?- preguntó Melany con sus ojitos puestos en mí.
-Se llama Museo de San Idelfonso, ¿les gustaría visitarlo?
Se escuchó un ¡sí! absoluto, lleno de energía.
A continuación se presenta se presenta la experiencia con un grupo de 3° grado del Jardín de niños “Yollalia” que se encuentra en la delegación Iztapalapa, Distrito Federal. Es un Proyecto de Arte que llevó a los alumnos a conocer y desarrollar los elementos artísticos: Línea, Forma, Color, Textura y Espacio. Este proyecto se inspiró en la exposición que se montó en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, Forma y metáfora, con las obras de arte de Pedro Diego Alvarado Rivera.
Antes de mostrarles las obras de Arte de Pedro Diego, para mí era importante que los alumnos conocieran las líneas, por lo que trabajé la ubicación espacial con diversos materiales. Los alumnos realizaron diferentes recorridos y trayectorias. Establecieron relaciones de ubicación entre su cuerpo y los objetos, así como entre los objetos, tomando en cuenta sus características de direccionalidad, orientación, proximidad e interioridad. Ubicaron posiciones y desplazamientos de objetos y personas utilizando términos como dentro, fuera, arriba, abajo, encima, cerca, lejos, adelante. Explicaron cómo veían los objetos y personas desde diversos puntos espaciales: arriba, abajo, lejos, cerca, de frente y de perfil. Era importante que los alumnos lograran ubicarse en el espacio, pues esto les ayudaría a situar en el plano gráfico, los objetos, las formas y las posiciones que representa Pedro Diego en sus cuadros.
Una vez que los alumnos realizaron las actividades sobre ubicación espacial, organicé la siguiente actividad para adentrarlos al mundo artístico de Pedro Diego Alvarado Rivera. Con ayuda de los padres de familia, los alumnos investigaron lo siguiente: ¿Dónde se encuentra el Museo de San Idelfonso? ¿Qué hay en ese museo? ¿Qué obras de arte se están exhibiendo? ¿Quién es el autor de esas obras? Recopilé toda la información que los niños llevaron al salón. Los niños mostraron las imágenes impresas de las pinturas de Pedro Diego que más les gustaron. Cada alumno mostró y expuso los motivos por los cuales la había elegido: -a mí me gustó la sandía porque es dulce- dijo Sophía, -a mí las montañas-, comentó Aris. –A mí me gusta mirar el cielo y por la noche las estrellas- compartió Eli.
Les presenté a los alumnos algunas obras de arte impresas de Pedro Diego y los invité a observar e imaginar:
-¿Dónde será este lugar que está lleno de…?-, – ¡Fruta!-, se apresuraron a contestar y no se dejaron de escuchar otras voces en relación a las pinturas que les mostré. -En el mercado. -El supermercado. -Cuando voy al pueblo veo estas plantas-, dijo Roberto.
Después de que los alumnos exploraron algunas de las obras de Pedro Diego y compartieron su sentir y lo que creían que era, les dije el nombre de cada una de ellas: Bodegón con piña (2008), Huachinango, frutas y talavera (2009)…
Posteriormente les cuestioné:
-¿Por qué creen que se llama así?
-Porque en las pinturas hay frutas-, respondió Hugo
-¿Notan las diferencia entre los frutos? ¿Cuáles?
-Las Sandías son rojas, las mandarinas naranjas, los pescados rosita, también hay plantas-, mencionó Elizabeth.
Después, les dije que cerraran los ojos y que pensaran en las frutas y verduras que conocían. Les solicité que las describieran con base a su textura y olor, que dijeran a qué saben y a qué huelen. Asimismo, comentaron cuál era la fruta que más les gusta:
-A mí me gusta la naranja-, dijo Ede
-Yo prefiero la sandía-, comentó Zoe. Por sus comentarios me di cuenta que los alumnos apreciaban el realismo de las pinturas de Pedro Diego.
-¿Parecen de verdad?, ¿Por qué creen que sea así?-, les pregunté, a lo que Santiago respondió -las pegaron-, los demás guardaron silencio al mismo tiempo que seguían observando sigilosamente.
Como en la obras de Pedro Diego, se puede apreciar claramente los matices entre la textura rugosa de la piña, la carnosidad suave de la papaya, la piel áspera de la calabaza, lo resbaladizo de la sandía; decidí que los alumnos se adentraran aún más en la obra, poniendo en juego sus sentidos, sólo que esta vez, no sólo desde el recuerdo, sino desde el deguste directo: utilicé frutas reales.
La consigna para que los alumnos se relacionaran con la fruta fue: Ahora veamos su interior y tratemos de adivinar qué tan maduras están, cuáles están listas para comerse y cuáles no, o ya no pueden comerse. Antes de hacer sus comentarios, observaron las frutas, las tocaron. Fernanda dijo -ésta ya no se puede comer porque está amarilla-, Zoe le respondió -no está amarilla, ya está viejita, arrugada-, ante este intercambio de percepciones, Joshua no se quedó atrás y también
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