La Obligación Moral

“La obligación moral”

En el ensayo que se muestra a continuación se muestra el análisis producto de la reflexión de la temática de la semana referente a la obligación moral. Se plasma la postura personal sobre el tema, así como experiencias referentes al mismo en el ámbito laboral en el que el autor se desarrolla.

Cuando se habla de obligación moral, se habla de un concepto que refiere a la presión que ejerce la razón sobre la voluntad. No hablamos de una regulación conductual originada por normas jurídicas o sociales, sino de un impulso intrínseco que regula el comportamiento del individuo.

La moral, refiere a actos libres y en medida en que esa libertad es coercionada por alguna situación se pierde el principio básico para hablar de moral. Así mismo, tampoco debe confundirse con el deseo de obtener una recompensa, o bien, temor a ser castigado, puesto como se mencionó anteriormente, la moral obedece a un comportamiento individual y de carácter intrínseco; la moral es un acto totalmente honesto.

La conciencia moral, la que verdaderamente nos indica nuestras obligaciones, es una actividad consciente y racional, basada en razones, no en impulsos.

Esta descripción coincide con las expresiones corrientes: “actuó por propio convencimiento”, “se decidió por sí mismo”, “fue una elección originada en el fondo de su persona”. Efectivamente, cuando una persona ha captado un valor, es ella misma quien se impone obligaciones, se compromete consigo misma, actúa de modo espontáneo, no tiene necesidad de que otros la empujen en determinada dirección.

A partir de lo anteriormente descrito, me hace reflexionar en varias situaciones del medio laboral en el que me desenvuelvo, debido a que, aún y cuándo mi trabajo obedece a un estricto apego a las normas jurídicas, en muchas situaciones es necesario aplicar un criterio personal para reaccionar de forma asertiva, o bien, no perjudicar a los ciudadanos, como se dice coloquialmente “echarles la mano”.

Un ejemplo específico, es que en ciertas faltas administrativas al reglamento de tránsito, el usuario es acreedor a una multa pecuniaria; algunas de estas incluyen la retención del vehículo por el alto costo de la sanción, por norma el vehículo queda en carácter de garantía de pago. El procedimiento normativo es que el oficial a cargo debe llamar a la grúa para el traslado del vehículo al depósito vehicular correspondiente, este traslado queda a costa del usuario. Sin embargo, en algunas ocasiones, cuando se observa que el usuario no tendrá los recursos económicos para cubrir el costo de la sanción más los cargos de traslado y depósito del vehículo, se considera darle la atención a éste y permitirle sea él mismo el que traslade su vehículo al depósito vehicular que corresponda; de este modo se le apoya para que no tenga que cubrir el costo de la grúa y el pago para recuperar

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