La Praxis Educativa

Los docentes han de enfrentarse a un currículo impuesto, en los cual estos y todos aquellos que estén interesados en la educación han de tomar conciencia del como la cultura dominante funciona desaprobando a las mayorías marginadas. Los profesores y padres deberían luchar contra la impotencia de los estudiantes, reconociendo que la cultura escolar dominante no es neutra, sino que es una construcción social que encarna intereses y supuestos. Desde allí reconocerse y plantearse el problema de la dominación y subordinación para pulverizar el racismo, sexismo y la dominación clasista.

Enjuiciar, examinar y utilizar un nuevo discurso pedagógico. Analizar la naturaleza de la instrucción pedagógica, considerando siempre los conceptos de: ideología y capital cultural.

Los docentes deberían promover un debate público con sus calificadores, esto ofrecería una organización colectiva para mejorar sus condiciones de trabajo y demostrar el papel central que deben tener los profesionales de la educación. Se debe develar la opresión y dominación de los mecanismos de enseñanza.

Para que este debate pueda llevarse a cabo en principio es necesario re definir la perspectiva teórica de la crisis educativa y la formación y el trabajo del docente. Este reconocimiento deberá luchar contra la pérdida de poder con respecto a las condiciones de trabajo y la percepción pública del papel del profesor que está ligada con la proletarización del trabajo del profesor, derivado a una categoría de técnicos especializados que en vez de desarrollar currículos para ajustarse a las preocupaciones pedagógicas específicas, gestionan y cumplimentan los programas.

Se hace necesario de igual forma la defensa de la escuela como institución esencial para el desarrollo de una democracia critica, lo cual está asociado a defender a los profesores como intelectuales transformativos a fin de educar a los estudiantes para que sean ciudadanos reflexivos y activos.

Las ideologías instrumentales se basan en una serie de postulados pedagógicos los cuales producen la ejecución y estandarización del conocimiento escolar provocando la devaluación del trabajo crítico e intelectual por parte de profesores y estudiantes en razón de la primacía de las consideraciones prácticas. A los profesores se les enseñan metodologías que parecen negar la necesidad de un pensamiento crítico. Los estudiantes aprenden la responsabilidad social. Educar para la acción transformadora, para el riesgo y esfuerzo que necesita la lucha contra la opresión, a favor siempre de la democracia. Educar para la organización y prácticas sociales dentro de la escuela.

Educar con las herramientas críticas, de reflexión y acción, con el fin de luchas contra las injusticias, a favor de un mundo libre de explotación. Poseer “memoria liberadora”, o sea recordar todo sufrimiento, individual e histórico, el sufrimiento pasado y presente de opresión, dignidad y resistencia. Centrar siempre el pensamiento en quien sufre para pensar en como eliminar tales sufrimientos. Redescubrir y develar “los efectos

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