La Prueba Escolar

La prueba escolar

“Si pensabas que la prueba escolar es difícil, espera salir al mundo real…”

Ya hemos con el paso del tiempo, con las investigaciones y con los mismo testimonios de alumnos, conocido que la adolescencia es una de las etapas más difíciles, no solo por los cambios hormonales, también por el proceso de readaptación social, tan es así que la escuela como institución formadora juega uno de los papales más importantes en todo este embrollo.

He de titular este ensayo como “La prueba escolar” ya que, la escuela es una experiencia que funciona como prueba fundadora de la identidad. Pero también ha sido de las cosas más cuestionadas, la escuela en lo particular sufre cuestiones en cuanto al tema de la socialización Dominique Schnapper (1991) menciona:

“Veo en ello un riesgo para la integración de los adolescentes, especialmente para aquellos que son más vulnerables por vivir situaciones interculturales”.

Pero si lo vemos desde diferentes enfoques, social, psicológico y educativo, nos encontramos en un dilema, por un lado la escuela puede aparecer como un lugar contradictorio con el yo del alumno, nos estamos metiendo en el terreno de la psicología, también de sus centros de interés, sus gustos, sus necesidades, ahí hablamos de aspectos personales y también educativos. De acuerdo con Phillippe Meirieu (1997):

“ La ‘cultura joven’ no interpela a la cultura escolar, y la cultura escolar no interpela a la ‘cultura joven’”.

Lo que en realidad estas palabras nos dicen es que, existe un distanciamiento entre los alumnos y los profesores, escuela, tan es así que lo vemos reflejado en la forma en que se sobrellevan las situaciones personales y también los saberes escolares. Los saberes escolares han sido reducidos a meros trámites que sirven para pasar de un curso al otro. Con todo ello no sería novedad darnos cuenta por qué cada vez los alumnos se alejan de la cultura escolar de la que ya se ha hecho mención. Muy atinadamente viene a mi memoria un texto de Emilio Tenti Farfani que se titula “Saberes sociales y saberes escolares”, en el que de alguna forma plasma la disyuntiva que existe pero también la gama de aristas que existen sobre el tema escolar y los alumnos.

Muy cierto es que, la escuela no te prepara para la vida, pero sí te da herramientas que te pueden ayudar en el caminar por esta, por ello hago cita de la frase que coloqué al inicio de este ensayo: Si pensabas que la prueba escolar es difícil, espera salir al mundo real…”, muchas veces lo que nos enseñan en la escuela puede ser útil, pero no siempre se trata del mismo caso, ahora con los nuevos enfoques del plan y programas 2011 de español, se adiciono un par de palabras nuevas “práctica social del lenguaje” de la que se desprende un apartado de “participación social” en la que se pretende enseñarle cosas funcionales o útiles para la vida en sociedad al alumno, quizá esta ha sido la apuesta que desde un inicio se ha perseguido, por ejemplo: va desde la gestión de la cafetería hasta la función de delegado de clase, pero aún se puede constatar en relación con la formación ciudadana desde el colegio, una tensión entre la vida juvenil y la vida escolar, de hecho la verdadera vida se encuentra en otra parte, no de la forma que nos han enseñado entre paredes, la vida real está en los cafés en las fiestas, en los pasillos o simplemente en la calle.

Ahora, por otra parte no sólo se habla del choque y contraste entre la vida social y la vida escolar, también se puede hacer mención de las relaciones sociales como en un inicio se mencionó y fue criticada la escuela por ser fuente de socialización fallida, ha sido así porque es necesario reconocer que, en la mayor parte de los centros escolares, la vida común e forja en la confrontación

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