La cultura representa una experiencia social
Enviado por robe • 26 de Septiembre de 2011 • Trabajo • 2.750 Palabras (11 Páginas) • 899 Visitas
El modo de producirse las formas y las estructuras culturales, es histórico. La cultura representa una experiencia social que, a su vez, se transmite de unos individuos a otros a través del llamado proceso de socialización uno según el cual individuos y grupos entran simultáneamente en contacto con cada persona y la instruyen en las técnicas que le permitirán relacionarse en el mundo externo. Estas técnicas incluyen valoraciones específicas de este mundo externo, de conciencia específica o histórica de la realidad, así como un modo relativamente homogéneo de representarla y experimentarla.
Toda cultura es un acto de formación y reformación continua y a la vez constituye una estructura de comportamiento que para tener homogeneidad, necesita repetirse. Sus cambios implican no sólo transformaciones del medio, sino también del hombre y de las relaciones de éste con otros, y de éstos en conjunto con la producción de bienes materiales.
Antes de nuestra era, los atenienses (en la época de Pericles) admiraban los mismos templos y las mismas estatuas, aplaudían las mismas tragedias o las mismas comedias, formaban verdaderamente un pueblo, desde los aristócratas de la cultura, hasta los artesanos y quizá los esclavos.
Los "vínculos naturales" del mundo medieval que conformaban una comunidad, dejan paso a "vínculos artificiales" que los individuos establecen entre sí: es el paso de la comunidad a la sociedad analizado por F. Tönnies. La individualidad, resultando de un proceso histórico-cultural de individualización, emerge con la transición de lo comunitario a lo societario, que tiene lugar con la aparición de la sociedad burguesa en el despegue del capitalismo europeo.
A fines del siglo pasado, la mayoría de la gente vivía en pueblos y no se hubiera encontrado con un extranjero de una cultura remota en toda su vida. A fines del siglo pasado, y en los comienzos de éste, la mayoría de la gente entra en contacto con personas de otras culturas a diario.
Imágenes de otras culturas llenan las pantallas de la TV y el cine, y en sus lugares de trabajo, calles y mercados, la gente encuentra comerciantes, migrantes, viajeros y refugiados constantemente, en especial en las ciudades. En el espacio de 100 años, la interacción cultural en el mundo ha crecido dramáticamente.
Cultura hoy
Las interacciones globales en la actualidad presentan el problema de tensión entre la homogeneización y la heterogeneización cultural.
Homogenización que deriva o bien hacia un argumento acerca de la creciente expansión de la cultura estadounidense, o bien hacia la transformación de la cultura en mercancía. La mayoría de las veces ambos se hallan íntimamente relacionados. Sin embargo, tan rápido como las fuerzas de las distintas metrópolis logran penetrar otras sociedades, muy pronto son aclimatadas y nacionalizadas de diversas maneras.
El crecimiento de las relaciones interculturales, de corrientes políticas como el multiculturalismo, de sistemas de discriminación, del racismo, etcétera, están a la vista en la escena mundial.
El aumento de los intercambios indirectos (mediáticos e informáticos) y de los directos (cara a cara) entre diferentes culturas a raíz del crecimiento también de la industria del turismo, de las relaciones comerciales, de la programación televisiva y del desarrollo de las nuevas tecnologías, exige que se desarrollen "competencias".
Para Calderón y Dos Santos, el nuevo dinamismo del mercado y la industria cultural a nivel global conllevan un orden complejo y disgregado que difícilmente pueda ser comprendido a través de las meras relaciones de oferta y demanda o entre países centrales y periféricos; se trata más bien de la gestación, muy dinámica, de una serie de asincronías entre la política, la economía y la cultura.
Siguiendo a Ford, el proceso central en la sociedad contemporánea está producido fundamentalmente por una globalización llevada a cabo de manera salvaje y absolutamente dependiente del mercado; crecimiento de diferentes tipos de brechas, diversidades críticas y diferencias socioeconómicas y socioculturales.
En primer lugar, problemas estructurales tales como la creciente ampliación entre riqueza y pobreza, cambios en la constitución de la familia y en el rol de la mujer, aumento del empleo precario y del desempleo, nuevas formas de violencia y marginación, fragmentación de las ciudades, racismo, desatención sanitaria, educacional, social, tiene sus efectos durante toda la estructura social: el pago de la deuda de Tanzania es 9 veces lo que gasta en atención primaria de salud y 4 veces lo que gasta en enseñanza primaria.
La creación de una cultura de masas no tendería hacia una homogeneización en el imaginario colectivo, sino mas bien hacia una diversidad de apropiaciones. Nos apropiamos de lo que recibimos de la cultura de las masas, la adoptamos, digamos, pero a nuestro modo.
Ford destaca la importancia de que ante tanta apología y mitologización de la globalización, o mejor dicho, de las formas en que ésta se produce, poner en escena los diferentes tipos de desigualdades infocomunicacionales que acompañan a las diversas y crecientes brechas entre riqueza y pobreza que se producen en la sociedad contemporánea.
Ante un discurso hegemónico que habla como si todos los habitantes de la tierra tuviesen una computadora y estuviesen conectados a internet, es importante recordar que gran parte de los habitantes del planeta carece de teléfonos, televisores, diarios, y que incluso no ha tenido todavía acceso a la alfabetización.
Ahora, si bien la diversidad cultural de nuestras sociedades latinoamericanas es uno de los rasgos centrales de su propia constitución, no es menos cierto que esta diversidad de prácticas y de representaciones expresada en una variedad de mundos de vida, de una u otra manera, conflictiva e integrativamente, se ha constituido históricamente en relación con la cultura europea. Quizás allí radique precisamente nuestra especificidad cultural: en habernos hecho en conflicto e integración con otros pero a la vez ser distintos, además de desear constantemente esa distinción.
Los argentinos somos muy distintos (en nuestra propia diversidad), nos construimos nacionales en sociedades predominantemente indígenas, que por otra parte, en algunas (no pequeñas) partes de nuestro territorio, a su vez ya había una distinción entre cultura indígena autóctona (aunque mucho de ella se haya perdido), y la cultura de sus conquistadores, la cultura del Imperio que se superpone, a su vez con patrones socioculturales complejos y dirigidos por élites criollo-mestizas durante y después de la conquista de (sud) América, la que se construye sobre la base de una migración europea (en su propia y gran
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