La educación universitaria de postgrado online.

La educación universitaria de postgrado online

Rosa Irene Lagos Flores

En este mundo globalizado y cada vez más competitivo, las empresas requieren de profesionales altamente calificados con habilidades directivas y técnicas para la toma de decisiones que optimicen los resultados y contribuyan al aumento de la rentabilidad. Por tal motivo, los empleadores prefieren contratar profesionales con estudios de postgrado, ya que asegura que haya afianzado conocimientos respecto a su área de especialización y potenciado su talento. Según McAnally-Salas y Organista (2007), ese conocimiento generará una ventaja competitiva para la empresa, el cual se convertirá en su recurso intangible y deberá tener la capacidad de almacenarlo y difundirlo entre todos, con la finalidad de incrementar su capital intelectual. Por otro lado surge la pregunta, si es fácil adquirir conocimiento a través de un diplomado, maestría o doctorado y la respuesta que se viene a mi mente es que sí, eso ya no es una tarea difícil hoy en día y esto se debe al desarrollo de las tecnologías de información y la comunicación que han generado varios beneficios en el proceso de enseñanza tales como: ruptura de las barreras de espacio y tiempo, procesos formativos abiertos y flexibles, mejor comunicación, enseñanza más personalizada, acceso rápido a la información, posibilidad de interactuar con la información y mejora de la eficacia educativa (Soto, Senra,& Neira, 2009). Debido a esta coyuntura, es importante conocer sobre los diferentes tipos de educación con la que contamos actualmente, es por ello que la finalidad de este ensayo es relatar sobre la educación de postgrado en línea. Se iniciará con su descripción, características, roles, principios, ventajas y desventajas.

Para comenzar, la educación en línea o también conocida como la educación virtual, online o e-leaning no cuenta con una definición estandarizada; sin embargo, Herrera y Herrera (2013) lo describe de una manera sencilla como “el proceso mediante el cual se construyen ambientes virtuales educativos para proveer información, que es analizada, procesada y apropiada por estudiantes activos, sin necesidad de asistir a un espacio físico” (p.67). Asimismo, otros autores lo definen como un proceso formativo que utiliza el recurso digital para transmitir conocimiento, en el cual se distribuyen los objetivos y responsabilidades entre todos los integrantes quienes se encuentran en distintos lugares (Conde, Santamaría, & Cadavieco, 2012) y Márquez y Soto (2005) indica que “se fundamenta en la posibilidad de lograr un aprendizaje determinado a través de la red de personas comunicadas por medios computacionales” (p.45)

Como se puede observar son distintas descripciones pero que coinciden en definirlo como un proceso en donde un docente brinda una formación online a estudiantes que se encuentran en distintas partes del mundo a través de una plataforma virtual interactiva.

 Las principales características de esta modalidad según Castronova (como se citó en Conde et al., 2012) son la interactividad, corporeidad, y persistencia. La interactividad permite el acceso remoto a varios usuarios a través de una plataforma en la que puedes realizar distintas actividades compartidas. La corporeidad te permite entrar, observar e interactuar en él y la persistencia consiste en poder utilizarlo de manera independiente, así los demás usuarios no estén conectados. Entre otras características Campos (2014) señala el aprendizaje por computador, el uso de navegadores web para acceder a información, la utilización de recursos multimedia y materiales digitales, el empleo del aprendizaje individualizado y colaborativo, el uso de entornos de aprendizaje virtual, y el uso de un sistema de tutoría. Estas características hacen de la educación virtual, una educación más flexible y adaptable al profesional que necesita de una exigente formación continua para que pueda ser elegido en el mundo laboral.  

En la educación virtual se tiene 2 roles marcados: el rol del profesor y del alumno. En 2013, Herrera y Herrera mencionan que el rol del profesor ha cambiado de ser fuente de información a ser guía, asesor, constructor de métodos y mediador para el alumno. Esto se debe a que nos encontramos en la era digital, en la que el alumno tiene acceso universal a todo tipo de información y requiere de una persona que lo oriente. Debido a la nueva era, es indispensable que el profesor tenga competencia digital, ya que es básica para la interacción con los alumnos. Adicional a ello, según Pallof y Pratt (como se citó en Marcelo & Puente, 2015) indicó que:

Enseñar en el ciberespacio requiere que nos movamos desde los modelos pedagógicos tradicionales a nuevas prácticas que sean más facilitadoras. Enseñar en el ciberespacio implica mucho más que la adopción de modelos pedagógicos tradicionales y transferirlos a un medio diferente. A diferencia de la clase presencial, en la educación a distancia online se requiere prestar atención al desarrollo de un sentimiento de comunidad en el grupo de participantes para que el proceso de aprendizaje tenga éxito (p.1)

Ese sentimiento de comunidad es primordial, ya que sólo de esa manera los alumnos se sienten cómodos al dar su punto de vista respecto a los debates o temas en discusión en la clase virtual, lo que ayuda a la generación de ideas que al procesarlos se transforman en conocimiento. Asimismo, el docente también tiene que involucrarse más con el alumno, de tal manera que los ayude a lograr sus objetivos de manera autónoma, en este caso, deberá de buscar formas innovadoras para minimizar la brecha impersonal que existe en esta modalidad. También, el docente tendrá el reto de sensibilizar al alumno, motivarlo cuando este lo requiera o simplemente escucharlo y guiarlo en su aprendizaje (Dávila & Bolívar, 2015). Por tal motivo, se concluye que el trabajo del profesor requiere de una rigurosa planificación, así como de realizar el seguimiento diario o semanal a los alumnos. Por otro lado, se encuentra el rol del alumno que también ha cambiado de ser oyentes a participar y colaborar en su proceso de aprendizaje (Herrera & Herrera, 2013). Con esta modalidad aprenden a tener una triple interacción: estudiante-contenido en la que el alumno puede revisar las clases preparadas por el profesor en la plataforma virtual; luego el trabajo grupal con los integrantes del curso de postgrado en la que se realiza la interacción estudiante-estudiante; y finalmente estudiante-tutor-contenido cuando se realiza la clase y el profesor interactúa y promueve el debate entre los alumnos (Dávila & Bolívar, 2015). Cabe mencionar que el perfil del alumno de posgrado es más adaptable a este tipo de formación virtual ya que como dice Campos (2014):

...