La goma de mascar

Goma de Mascar

La etapa en donde todo disfrutábamos viene siendo la niñez, en esa época se disfruta de los placeres de la edad inocente, como el jugar con los amigos de la cuadra, con los juguetes que nos transportaban a un estado de satisfacción y ni cuenta nos dábamos del tiempo hasta escuchar a nuestros padres decir que ya era hora de comer, o de dormir; de igual manera entre unos de los placeres que disfrutábamos y a la vez éramos reprimidos de estos, eran los dulces, quien no disfruto de una riquísima paleta de caramelo con ese centro de goma de mascar, creo afirmar que todos lo hicimos. Aunque claro que existieron más dulces deliciosos en esa época y aun en la etapa adulta, en esta ocasión hablare sobre el famoso chicle con esos clásicos y deliciosos sabores que todos conocemos.

La goma de mascar o tzictli en náhuatl, “es una savia gomosa, un poco dura, aromática y de sabor ligeramente dulce que se obtiene del árbol Manilkara zapota, conocido como chicozapote, originario de México”… esta clase de árbol se puede ubicar en la zona de la península de Yucatán, pero un dato curioso indica que para poder extraer este líquido de los árboles, estos necesitan descansar de entre cuatro a ocho años entre cada extracción. Es obvio que la demanda que representa la sociedad ante el uso de este producto no concuerda con la producción que pudiera dar cada uno de estos árboles, es por esto que se invento el chicle sintético, investigaciones afirman que la goma de mascar surgió hace 11 mil años dentro de la zona maya.

Es interesante saber cómo es que este producto no tan comercial hace algunos miles de años, en esta época produce tanto beneficios o perjuicios en la salud, cuántos mitos no han surgido desde tiempos anteriores a los nuestros sobre el masticar el chicle, incluso cuando por accidente o por falta de conocimiento nos los comíamos, era común escuchar a los papas o abuelos decir que si nos lo pasábamos se nos iban a pegar las tripas, y es que en realidad era la estrategia más utilizada y favorecedora para todos los padres con el fin de advertirnos y evitar que sucediera, es ahora en la actualidad cuando aquellos niños ahora ya mayores utilizamos ese mismo mito aprendido inconscientemente de nuestros antecesores para transmitirlo a los más pequeños y evitar lo mismo que nuestros padres trataban de evitar, que es el pasarnos los chicles.

Puedo afirmar que hasta para disfrutar de esta goma de mascar se necesita de un proceso de enseñanza-aprendizaje, es decir, considero que es un proceso de enseñanza puesto que todos hemos recibido instrucciones de la manera correcta en que se debe disfrutar este dulce, incluso también nosotros mismos hemos dado instrucciones a las generaciones delante de la nuestra, y puedo afirmar que es un proceso de aprendizaje porque tuvimos que pasar por la etapa de descubrimiento de la goma de mascar, después por la curiosidad de saber

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