La instancia de la letra en el icc.
Enviado por José pablo cardoso • 26 de Agosto de 2016 • Ensayo • 552 Palabras (3 Páginas) • 273 Visitas
Lacan en su escrito “La instancia de la letra en el inconsciente o razón desde Freud” [1], en el apartado primero del texto (“el sentido de la letra”) plantea que una de las vertientes del campo efectivo que constituye el significante es la metáfora. La metáfora, como así también la metonimia son figuras de estilo, consideradas un ornamento del lenguaje, figuras retóricas, sin embargo Lacan va más allá y pasa a considerarlas como leyes del orden del significante. Metáfora y metonimia pueden pensarse en tanto modos de relación entre significantes, con estas leyes Lacan, que a diferencia de Freud, contaba con los aportes de la lingüística estructuralista, va a interpretar la condensación (metáfora) y el desplazamiento (metonimia) presentes en la obra de Freud como modo de operación del inconsciente.
La metáfora en tanto figura retórica implica la descripción de algo por analogía con alguna otra cosa, es decir, que estaría del lado del simbolismo, supone una similitud entre el símbolo y algo, puede decirse que se trata de metáfora por comparación, pero como dije más arriba, Lacan va más allá de la metáfora como figura de estilo, para él la metáfora (en psicoanálisis) se da por identificación.
“La chispa creadora de la metáfora no brota por poner en presencia dos imágenes, es decir dos significantes igualmente actualizados. Brota entre dos significantes de los cuales uno se ha sustituido al otro tomando su lugar en la cadena significante, mientras el significante oculto sigue presente por su conexión (metonímica) con el resto de la cadena” [2]. El pasaje citado es digno de destacar en el marco de la temática que pretendo desarrollar en el presente trabajo, en aquel párrafo, Lacan comienza haciendo notar que en la metáfora hay una creación, algo nuevo, algo más, esto nuevo, que aparece como creación es algo que debe pensarse en el orden del sujeto. Digámoslo plenamente: la metáfora crea una nueva significación, un plus de significado, que presupone una desarticulación de cualquier conexión lexical preestablecida. El sentido, entonces, no es previo, sino que por el contrario, se produce.
Esta nueva significación no surge de cualquier modo, Lacan nos dice que esta surge a partir de la sustitución de un significante, que cae de la cadena, por otro significante que ha ocupado el lugar del primer significante en la cadena, la metáfora implica entonces una sustitución de un significante por otro, y en esa sustitución donde ubicamos al sujeto de la enunciación, esta es la novedad aportada por la Lacan, en este sentido, el sujeto puede considerarse como un efecto de la articulación de la cadena, un efecto que aparece y desaparece en el mismo sentido en que aparece, se piensa al sujeto como algo del orden de la evanescencia.
“Una palabra por otra, tal es la fórmula de la metáfora” [3]. No obstante, la metáfora no es solo sustitución, en su seminario sobre las psicosis Lacan expresa que “una metáfora se sostiene ante todo mediante una articulación posicional” [4], es decir que no se puede dejar de lado la posición, el lugar de la sustitución, en este sentido podría plantearse que hay una similitud en la metáfora psicoanalítica, pero no una similitud en el sentido, ya que esto es propio del simbolismo (que descuida la dimensión del significante) y la analogía, sino una similitud en la posición, que implica cierto orden.
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