Letras
Enviado por rodolphcore • 10 de Agosto de 2012 • Informe • 1.520 Palabras (7 Páginas) • 370 Visitas
Macario es un joven que al que su madrina, la señora que lo alberga en su casa, obliga a exterminar cuanta rana salga de la alcantarilla, ya que ella no puede dormir por el gritos que hacen estos animales. Por esta razón su madrina le ha dado un palo a Macario para no permitir que las ranas canten, con la consigna de que si no lo cumple, lo dejará sin comer, y lo maldecirá para que se pudra en el infierno. Y mientras, Macario espera pacientemente a que salgan las ranas para cumplir con su misión, nos cuenta su historia, nos habla del paso del tiempo donde vive, de sus deseos, anhelos, desesperanzas y angustias. De su amor por Felipa y del sabor a flores del obelisco que tiene la leche que bebe de ella.
Nos han dado la tierra, habla del problema agrario, la tierra dada a los campesinos es un llano desierto en dónde no se da nada y la lluvia consiste en apenas unas escasas gotas. Llegan al pueblo que está del otro lado y que representa la vida como contraparte a la tierra que les han dado, ya que representa la muerte por su infertilidad.
La cuesta de las comadres. Los Torricos son dueños del pueblo del que todo el mundo empieza a emigrar. Un día aparece muerto Odilón Torrico y sus hermanos investigan quién lo mató. Los asesinos, al parecer, son los Alcaraces con quien el narrador recuerda haber presenciado una fuerte riña.
Es que somos muy pobres trata la historia de una familia muy humilde por la que pasan todas las desgracias y la que más acapara la atención es que la vaca de Tacha, que le regalara su padre al cumplir los doce años, se la ha llevado el río. Esta vaca representa para los padres de la niña, el mejor camino para evitar que Tacha, imitando a sus dos hermanas mayores, se convirtiera en prostituta: "La peligrosa es la que queda aquí, la Tacha, que va como palo de ocote crece y crece y que ya tiene unos comienzos de senos que prometen ser como los de sus hermanas: puntiagudos y altos y medio alborotados para llamar la atención".Un hombre huye de las autoridades y se interna en las montañas por haber dado muerte a la familia Urquidi constituye la historia de El hombre. Un borreguero lo encuentra y sin saber la historia verdadera de aquel hombre, le ofrece de comer y platica con él.San Gabriel es el pueblo en donde se desarrolla el cuento de En la madrugada, y fue a esa hora cuando Esteban mata a su patrón Don Justo cuando éste llega a detenerlo de la golpiza que Esteban le está dando a un becerro que mama de una vaca. Esteban es encarcelado y alega no recordar haber dado muerte a Don Justo. Talpa alberga a la milagrosa virgen del Rosario y Tanilo Santos desea ir a curarse de la llagas que atormentan su cuerpo. Natalia, su mujer, y el hermano de Tanilo planean llevarlo con el fin de que Tanilo muera en el camino a causa de su enfermedad y la fatiga del camino. Este cuento narra los contratiempos y experiencias de los peregrinos y de ellos mismos como tales. Llegan a Talpa y finalmente muere Tanilo Santos. Natalia, arrepentida, llora en los brazos de su madre. El llano en llamas es el cuento que le da nombre al libro, aquí la lucha armada revolucionaria se hace presente entre los federales que son la gente de Petronilo Flores y el movimiento rebelde con Pedro Zamora a la cabeza. Esta historia es narrada por el Pichón, uno de los hombres de Zamora que termina en la cárcel, pero no por haber participado con los rebeldes, ya que de eso las autoridades no se enteran, sino por su afición a robar mujeres.Juvencio Nava es el narrador y personaje principal de ¡Diles que no me maten!,quien pide a Justino que por caridad vaya a pedirles que lo perdonen. El viejo asunto de la muerte de Don Lupe, a quien Juvencio mató por venganza, pues Don Lupe había matado a su vez a un novillo de Juvencio que entró a tomar agua a las tierras de Don Lupe. Don Lupe ya había amenazado de muerte a Juvencio, por lo que años más tarde, uno de los hijos de Don Lupe, ahora coronel, pidió que fusilaran a Juvencio: "No merezco morir así, coronel. Déjame que, al menos, el Señor me perdone. ¡No me mates! ¡Diles que no me maten!". Luvina es tal vez el cuento más poético de esta serie, por su magnífica descripción de un pueblo
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