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La televisión se caracteriza por una cosa: entretiene, relaja y divierte


Enviado por   •  2 de Septiembre de 2013  •  Trabajo  •  2.694 Palabras (11 Páginas)  •  442 Visitas

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Capítulo 1: Video-Política

La televisión se caracteriza por una cosa: entretiene, relaja y divierte.

La televisión invade toda nuestra vida, se afirma incluso como un formador de los niños y con una gran influencia sobre los adultos. Lo que no es óbice para que las noticias de mayor repercusión, de mayor importancia objetiva, sean las que tratan de información política, las informaciones sobre la polis nuestra o ajena. La política condiciona toda nuestra vida y nuestra convivencia. Así pues, el término vídeo-política hace referencia sólo a uno de los múltiples aspectos del poder del vídeo: su incidencia en los procesos políticos, y con ello una radical transformación de cómo ser políticos y de cómo gestionar la política. El poder de la imagen está también a disposición de las dictaduras. La democracia ha sido definida con frecuencia como un gobierno de opinión, el poder de la imagen se coloca en el centro de todos los procesos de la política contemporánea. La televisión condiciona fuertemente el proceso electoral, la formación de la opinión pública es muy particular ya que tiene un modo de operar en el que el vídeo-poder incide sobre el político elegido y cómo es elegido. Es importante comprender en qué medida la televisión ayuda o, por el contrario, obstaculiza, a la buena política. La televisión condiciona, o puede condicionar, fuertemente el gobierno, es dccii; las decisiones del gobierno: lo que un gobierno puede y no puede hacer, o decidir lo que va a hacer.

Ideas Principales

1. La televisión se caracteriza por una cosa: entretiene, relaja y divierte.

2. un formador de los niños y con una gran influencia sobre los adultos

3. La política condiciona toda nuestra vida y nuestra convivencia.

4. . El poder de la imagen está también a disposición de las dictaduras. La democracia ha sido definida con frecuencia como un gobierno de opinión, el poder de la imagen se coloca en el centro de todos los procesos de la política contemporánea

5. La televisión condiciona, o puede condicionar, fuertemente el gobierno, es dccii; las decisiones del gobierno: lo que un gobierno puede y no puede hacer, o decidir lo que va a hacer

Ideas Secundarias

1. La televisión invade toda nuestra vida

2. Lo que no es óbice para que las noticias de mayor repercusión, de mayor importancia objetiva, sean las que tratan de información política

3. La televisión condiciona fuertemente el proceso electoral

4. el vídeo-poder incide sobre el político elegido y cómo es elegido

5. la televisión ayuda o, por el contrario, obstaculiza, a la buena política

Capítulo 2: La Formación de la Opinión

Si la democracia tuviera que ser un sistema de gobierno guiado, entonces que lo que nos deberíamos replantear es: cómo nace y cómo se forma una opinión pública, la opinión pública es un «dato» que se da por descontado, es decir existe y con eso es suficiente. Es como si los pensamientos de la opinión pública fueran, como las ideas de Platón, ideas innatas, la opinión pública debe ser definida como: Es el conjunto de opiniones que se encuentra en el público una opinión se denomina pública no sólo porque es del público, sino también porque implica argumentos de naturaleza pública; los intereses generales, el bien común, los problemas colectivos. Y si lo analizamos a la inversa, una opinión no es una verdad matemática. Si se convierten en convicciones profundas y fuertemente enraizadas, entonces debemos llamarlas creencias (y el problema cambia). Sí es una objeción contra la democracia directa, contra un demos que se gobierna solo y por sí mismo. Lo que equivale a decir que a la democracia representativa le es suficiente, para existir y funcionar, con el hecho de que el público tenga opinión es suya. Claro que esta opinión debe estar expuesta a flujos de informaciones sobre el estado de la cosa pública. Cuanto más se abre y se expone una opinión pública a flujos de información exógenos (que recibe del poder político o de instrumentos de información de masas), cuando la opinión pública se plasma fundamentalmente en los periódicos, el equilibrio entre opinión autónoma y opiniones heterónomas (hetero dirigidas) está garantizado por la existencia de una prensa libre que representa a muchas voces.

El problema surgió con la televisión, en la medida en que el acto de ver suplantó al acto de discurrir. Pero la fuerza arrolladora de la imagen rompe el sistema de reequilibrio y retroacciones múltiples que habían instituido progresivamente, durante casi dos siglos, los estados de opinión difusos, y que, desde el siglo XVIII en adelante, fueron denominados «opinión pública». La televisión es explosiva

Porque destrona a los llamados líderes intermedios de opinión, y porque se lleva por delante la multiplicidad de «autoridades cognitivas» que establecen de forma diferente, para cada uno de nosotros, en quién debemos creer, quién es digno de crédito y quién no lo es. El ojo cree en lo que ve y, por tanto, la autoridad cognitiva en la que más se cree es lo que se ve. Falso que la televisión se limite a reflejar los cambios que se están produciendo en la sociedad y en su cultura. En realidad, la televisión refleja los cambios que promueve e inspira a largo plazo, esto destaca la idea de lo poderoso que es en el contexto que la hemos situado.

Ideas Principales

1. Si la democracia tuviera que ser un sistema de gobierno guiado

2. Es el conjunto de opiniones que se encuentra en el público una opinión se denomina pública no sólo porque es del público, sino también porque implica argumentos de naturaleza pública

3. en convicciones profundas y fuertemente enraizadas, entonces debemos llamarlas creencias

4. La televisión es explosiva

5. En realidad, la televisión refleja los cambios que promueve e inspira a largo plazo, esto destaca la idea de lo poderoso que es en el contexto que la hemos situado.

Ideas Secundarias

1. la opinión pública es un «dato» que se da por descontado, es decir existe y con eso es suficiente

2. cuando la opinión pública se plasma fundamentalmente en los periódicos, el equilibrio entre opinión autónoma y opiniones heterónomas (hetero dirigidas) está garantizado por la existencia de una prensa libre que representa a muchas voces.

3. El problema surgió con la televisión, en la medida en que el acto de ver suplantó al acto de discurrir

4. Porque destrona a los llamados líderes intermedios de opinión, y porque se lleva por delante la multiplicidad de «autoridades cognitivas» que establecen de forma diferente, para cada uno de nosotros, en quién debemos creer, quién es digno de crédito y quién no lo es

5. Falso

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