La vanguardia argentina: revolución del pensamiento
Enviado por SolRod78 • 25 de Enero de 2017 • Trabajo • 1.537 Palabras (7 Páginas) • 313 Visitas
La vanguardia argentina: revolución del pensamiento
En las primeras décadas del siglo XX, los paradigmas sociales y culturales ingresaban a una etapa de grandes cambios. Rupturas y renovaciones se darán, principalmente, en el arte y la literatura por medio de un movimiento vanguardista que, a partir de la dácada del ´20, postula la ruptura violenta de la estética hegemónica de la época, lo que significa, un enfrentamiento con todo el orden social vigente.
La vanguardia en la Argentina llega de la mano de las ideas del ultraísmo que plantea una estética creativa, original, personal, apartada del realismo. El Martinfierrismo absorbe al ultraísmo y lo inscribe en un proyecto nacional y criollista, que no se preocupa sólo de lo estético sino que sigue cuestionando el “ser nacional”. Las escuelas vanguardistas desarrollan una serie de perspectivas estéticas progresistas, pero en el sentido ideológico y político van a mantener una propuesta moderada y conservadora,
Los movimientos vanguardistas adquieren identidad interna y visibilidad hacia el afuera. Con el fin de comunican su doctrina realizan escritos llamados “manifiestos”. En la revista literaria Martín Fierro de 1924, Oliverio Girondo fue el encargado de escribir dicho manifiesto, en el que se puede visualizar claramente la propuesta vanguardista del grupo de Florida: la crítica al discurso burgués y al intelectualismo, los planteos innovadores en la manera de mirar la realidad “NUEVA sensibilida... NUEVA comprensión”, ruptura moderada y tensiones mercantiles para difundir estas ideas “¡Suscríbase ud. A Martín Fierro!”.
Un referente de esta época fue Oliverio Girondo, símbolo de innovación y de vanguardia poética, con influencias del ultraísmo, del surrealismo y del dadaísmo. Sus textos despliegan la mirada de un sujeto que recorre, a la manera de flaneur, los espacios de la modernización de la ciudad. La intención de cortar lazos con la historia y comenzar a escribir una nueva, la búsqueda de una mirada original, la incorporación de la arquitectura urbana y la tecnología son los temas y propósitos que atraviesan toda la obra de Girondo.
Se distinguió por la incorporación de la ciudad moderna con sus sonidos, sus protagonistas y las problemáticas de la vida cotidiana y solitaria en toda su poética. En “Nocturno” se puede apreciar la sublimación de lo usual “...las cañerías tienen gritos estrangulados, como si se esfixiaran dentro de las paredes.” Elementos de la vida cotidiana como las llaves de la electricidad, los postes telefónicos, las canillas, entre otras, permiten la articulación entre el arte y la vida, redefiniendo el concepto de belleza. Las cosas de la realidad adquieren un estatuto estético si las miramos diferente.
En Veinte poemas para ser leídos en un tranvía de 1922, revela su anti-intelectualismo: “... poemas tirados en medio de la calle, poemas que uno recoge como quien junta puchos en la vereda...”. Plantea la desacralización de la literatura y busca desafiar, criticar y producir un shok en el lector, tirando sus poemas como si le lanzara una piedra. También en esta obra, fiel a su estilo provocador, Girondo dedica “A las chicas de Florida” un poema que transgrede las reglas del “buen decir”. Expresa una serie de términos tabúes como por ejemplo “...para que los hombres les eyaculen palabras al oído...” que generan escándalo en la sociedad de la época.
Su rebeldía también se refleja en sus aspiraciones de llegar a un público más amplio, que sus poemas se leyeran en todos lados, hasta en los tranvías. En el título de su obra, “Espantapájaros: al lacance de todos”, busca la democratización de la cultura para que todas las clases sociales tengan acceso a la cultura letrada. Con la publicación de esta obra en 1932, irrumpieron de manera definitiva el absurdo y el humor en la poética girondiana:
“Que los ruidos te perforen los dientes, como una lima de dentista, y la memoria se te llene de herrumbre, de olores descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de tus poros, una pata de araña; que solo puedas alimentarte de barajas usadas y que el sueño te reduzca, como una aplanadora, el espesor de tu retrato.” (poema 21)
Provocador e innovador, sus textos cuestionan todos los saberes, rebelándose frente a las instituciones literarias y a la organicidad de la obra. Procuró revolucionar el lenguaje, con una sintaxis dislocada desarrolla una literatura experimental: como en Yo no se nada, caligrama que forma parte del libro Espantapájaros. El poema se divide en tres partes: la cabeza, se compone por declaraciones de búsqueda de identidad o conocimiento“Yo no sabes nada, Tú no sé nada...”. El cuerpo es un juego de preguntas y dudas que forman parte del pensamiento vanguardista que observa un mundo fragmentado y que intenta crear uno nuevo. Por último, las piernas buscan recuperar el sentido involucrando al lector. El uso del verso libre, propio del discurso vanguardista, le permite al escritor demiurgo desplegar su creatividad. Pero, sobre todo postula un lector activo, quien participa en la búsqueda de un sentido.
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