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Revolucion Educativa En Argentina


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2012  •  2.725 Palabras (11 Páginas)  •  444 Visitas

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La escuela primaria:

Educación elemental, para alfabetizar, para asimilar y nacionalizar a los hijos de inmigrantes, y formar (en un nivel superior) a los maestros.

Educación secundaria y superior:

Para formar los dirigentes de la sociedad y el estado: la clase política, para unificar el país e Integrar los cuadros de la administración pública, la conducción económica, la docencia secundaria y universitaria y los servicios; y para el ejercicio de las profesiones liberales necesarias de acuerdo con la estructura socioeconómica y su etapa de desarrollo.

Tales objetivos fueron satisfechos por cuatro instituciones que constituyen todavía la columna vertebral de nuestro sistema educativo: la escuela primaria y la escuela normal, para los primeros; el colegio nacional y la universidad para los segundos. Mandar el hijo a la escuela es enviarlo a la primaria, la escuela por excelencia. Ir a la normal, al nacional, a la universidad, implican decisiones definitorias de una vocación, una clase social, una aspiración de ascenso, un ideal.

Las oportunidades de capacitación industrial, comercial y agrícola fueron muy escasas dentro del sistema oficial hasta hace pocas décadas, despertaba la imagen de una preparación destinada a ingresar inmediatamente en el mercado ocupacional sino para subir peldaños en la escala académica, por cuanto los certificados otorgados por los establecimientos comerciales y de artes y oficios y de la escuela normal no autorizaban para ingresar a la universidad y exigían exámenes complementarios o equivalencias para asimilarse al bachillerato. En General, se tendió a organizar regímenes terciarios separado para cada rama.

La escuela primaria

Esta se extendió rápidamente por todo el país y recibió un vigoroso impulso los poderes públicos, no cabe duda, que el esfuerzo realizado en este campo fue uno de los mayores y más exitosos de realizara la república.

El primer censo nacional en 1869 indicó casi un 80 por ciento de la población eran alfa beta, en 1895 el segundo recuento mostraba que había disminuido a menos del 50% de los habitantes mayores de seis años de edad. El tercer censo en 1914 mostró que el número de iletrados oscilaba alrededor de la cuarta parte de los residentes en territorio patrio, o sea, que en menos de medio siglo se había invertido la relación. Naciones europeas de mayor desarrollo y tradición cultural y económica y con espacios geográficos limitados poseían en esa época índices de analfabetismo más elevado que los nuestros. En cuanto a los países restantes del continente, una gran parte de ellos sólo han encarado en la sexta década del siglo xx una tarea alfabetizadora similar a la que Argentina llevó a cabo hace cien años.

La república Argentina entre 1869 y 1895, es decir, en 26 años, duplicó su población, sólo necesitó después diecinueve años para que este hecho se repitiera (1895-1914). Pero desde entonces se requirieron tres décadas para doblar el número de habitantes (1914-1947). Sin embargo, en el primer medio siglo examinado (1869-1914) a pesar del ritmo acelerado del incremento demográfico, la tasa de analfabetismo se redujo drásticamente. En cambio, durante los últimos 50 años (1915-1965) aunque el crecimiento del número de habitantes fue en proporción mucho más reducido, la tasa de la merma de iletrados ha sido notablemente lenta.

La verdad es que la república Argentina nunca ha repetido una empresa educativa de esa magnitud, que exigió imaginación, empuje, inversión de capital y mística.

Un entre 1895 y 1909 se fundaron 2000 escuelas en todo el país, significó un aumento del 600 por ciento, y la matrícula infantil se incrementó en 328.816 alumnos, o sea, el 115 por ciento. El primer censo General de educación (1883-1884) el número de estudiantes en todos los niveles (en su mayoría alumnos primarios) era de 140.302. El segundo censo (1909) mostró una cifra de 614.680. En 1915 la matrícula primaria alcanzaba a un millón, en un país que contaba entonces con ocho millones de habitantes, proporción realmente elevada para aquel tiempo no muy distante de la de 1970, 3.632.050, sobre 23.364.431 habitantes.

Desde el punto de vista cualitativo la escuela primaria, desde la década de 1870 hasta la de 1920, alcanzó uno de los niveles mundiales más altos. Ha sido también el único sector educativo en el cual Argentina desarrollo criterios originales y realizó un aporte de Valor universal, que trascendió las fronteras nacionales y obtuvo merecido prestigio y repercusión.

Esta edad de oro de la educación primaria en Argentina, culminó en los primeros 20 años del presente siglo. Se entró desde entonces en una etapa de estancamiento primeramente y de deterioro después consecuencia de diversos factores.

La escuela normal

Para lograr la difusión acelerada de la instrucción primaria, era indispensable contar con un número adecuado de maestros idóneos, para lo cual se necesitaba formarlos rápidamente. Ese fue el objetivo que dio origen a la escuela normal. El primer establecimiento creado fue la escuela normal de Paraná, erigido por decreto del 13 de junio de 1870, suscrito por el Presidente sarmiento y su ministerio de justicia. El mismo año urgido por el tema, sarmiento había organizado cursos normales en los colegios nacionales de concepción del Uruguay y de corrientes.

No fue el primer intento destinado a formar educadores para la escuela elemental, pero todos los proyectos anteriores habían fracasado. Así ocurrió con distintas iniciativas, algunas nacionales, como en 1825 y 1852 y otras provinciales, como en corrientes en 1853, y en buenos aires en 1865.

La escuela normal de Paraná posee una enorme importancia en la historia educativa Argentina, y su influencia ha perdurado hasta nuestros días. El decreto por el cual se fundó esta señala que su finalidad es " formar maestros competentes para las escuelas comunes".

Constará (se agrega) de un curso normal para que los aspirantes al profesorado adquieran no solamente un sistema de conocimientos apropiados a las necesidades de la educación, sino también el arte de enseñar las aptitudes necesarias para hacerlo...; Y de una escuela modelo de aplicación que servirá para dar la instrucción primaria graduada de ambos sexos y para amaestrar a los alumnos del curso normal en la práctica de los métodos de enseñanza y en el manejo de las escuelas.

Se determina también un curso normal durará cuatro años, cada uno de los cuales se divide en tres términos de tres semanas. Para ingresar en cómo " alumno maestro" los aspirantes deberán poseer " más de dieciséis años de edad, buena salud, intachable moralidad y una instrucción que les permita emprender

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