Las Pandillas En Honduras
Enviado por GabySoriano • 10 de Julio de 2012 • 5.001 Palabras (21 Páginas) • 701 Visitas
Origen de las pandillas
En Estados Unidos, desde finales de la década de los sesenta e inicio de los setenta y al terminar la prosperidad económica que se dio después de la segunda Guerra Mundial, la clase gobernante y sus representantes lanzaron ataques contra la clase obrera y su nivel de vida. Trataron de desbaratar sindicatos, y despedir grandes cantidades de trabajadores de sus empleos, aceleraron la producción de sus talleres, redujeron los programas sociales.
Este asalto contra el nivel de vida encontró su expresión más salvaje en las secciones centrales, superdotadas de minorías y paupérrimas de las ciudades mayores. En los Ángeles, las zonas central-sur y Este sufrieron el cierre de fábricas industriales y, por consecuencia, la eliminación por miles de empleos que requería labor experta. El desempleo, la pobreza, las viviendas de calidad inferior y las reducciones en los servicios gubernamentales aumentaron estrepitosamente.
Los edificios escolares se convirtieron en ruinas superdotadas caracteres de fondo. En el abuso de droga, sobre todo la cocaína en piedras, aumento bárbaramente en muchos de estos distritos. Las calles llegaron de llenarse de muchos jóvenes desocupados, que en grupo comenzaron a organizarse en lo que ellos llamaron pandillas, compuestas por
Muchachos sin trabajo sin futuro, de hogares disueltos, en definitiva, vulnerables a la perdición.
Llegada a Honduras
Considerados por los extremistas como un cáncer de la sociedad, las maras ocupan en este momento un sitial de estorbo dentro de un país sediento de trabajo, algo que no aparece en el diccionario de estos jóvenes, quienes uno ven como víctimas del sistema, mientras la mayoría los agrupa del lado de los delincuentes.
La frase nunca tantos debieron tanto a tan pocos es todo lo contrario cuando se hablan de las maras, pues en todo caso será tanto sufrieron tanto por tan pocos y es que el efecto demoledor de los pandilleros es algo que afecta al grueso de una nación cargada de heterogéneos problemas.
Por la mara no son “Made in Honduras”, esto es un parto que vino del país más poderoso del mundo, ese que buscan por un sueño, ese que casi siempre acaban en pesadilla. De ese país no vino esa epidemia más lenta que el dengue hemorrágico y mas contagioso que el abola.
Las Pandillas y su discurso social
Puede existir oposición a considerar a estos grupos como tribus urbanas, sobre todo por su actual forma de accionar, que masque una manifestación subcultura o cultura juvenil, es una manifestación contracultura más cercana al crimen organizado. Pero aunque existan algunas, practicas típicas de este tipo de delitos en las pandillas, estas nacieron como un estilo de vida propio de organizaciones tribales contemporáneas, por lo que decidimos incluirlas en esta selección.
El fenómeno contra cultura de las maras y pandillas juveniles centroamericanas, pueden ser consideradas desde la teoría de adaptación, que formulan un nuevo orden social, al manifestarse en contra al orden convencionalmente establecido, y que se desarrolla en forma paralela a esa sociedad o grupo social más grande en este caso la sociedad centroamericana.
En estos grupos, se puede distinguir perfectamente algunos aspectos claves que contribuyen a su formación, como por ejemplo, su imagen, que tienen que ver mucho con el espacio simbólico por excelencia, el barrio, a todas y todos miembros de su grupo básico celular, la clica; y la importancia mediática que recibieron, a veces porque a través de sus actuaciones, querían lograr la atención de los más media, y otras tantas, porque era parte de la lucha emprendida por el estado, para aniquilarlas.
La dimensión espacial de las pandillas:
Obviamente su espacio, tanto de pertenencia como de referencia de estos grupos que no pueden ser profanado por sus enemigos, las pandillas rivales y por supuestos, el enemigo público número de uno de ambas, la policía.
La profanación a tal mandato del grupo, tiene consecuencias funestaras, con la muerte, acompañada de una lenta agonía, producto de las crueles castigos infringidos.
En el caso de la policía, a raíz de ciertos cambios generados en su accionar, se evita un enfrentamiento, aunque a veces estos se producen, pero con menos frecuencia que antes.
Este espacio de geográfico de pertenencia, igualmente se convierte en espacio de representación, donde exhiben las características propias que hacen del grupo, especial. En este espacio representativo los hommies están plenamente identificados con su causa. Siendo los referentes para el resto de habitantes que están dentro de sus territorio, especialmente aquellos niños y jóvenes, que ven en ellos sus modelos a seguir.
Estos grupos suelen caracterizarse no solo por la alta dosis de violencia que ejercen entre ellos mismos y contra personas que no pertenecen al grupo, sino también por la complejidad de su estructura grupal y el rápido crecimiento que tiene. Las Maras y Pandillas son grupos que viven en una especie de hermandad, que observan normas propias, siguen patrones de conducta definidas y respetan de reglas se muere por el barrio, entre otros principios ideológicos que ellos adhieren.
La dimensión temporal:
estos grupos que surgieron claramente como tribus urbanas, y que ahora se han convertido como un ente mas del crimen organizado, por sus características propias de actualización, en cuanto a la utilización del tiempo, podemos decir que lo cotidiano transcurre en sus barrios, pero con una duración mucho menor en comparación con las otras tribus analizadas, sobre desenvuelven. Este espacio de tiempo cotidiano, generalmente lo pasan escondidos en las causas destinadas para ellos, para evitar ser localizados por prácticamente es imperceptible en esos momentos, sobre todo como resultando de la medidas adoptadas por el estado, para lograr su control y erradicación.
En lo referente a la utilización del espacio temporal llamado fin de semana, este podría convertir en tiempo cotidiano, a medida que ellos no tengan nada planificado que llevar a cabo; mas que sus actividades normalmente establecidas, que van desde la compra, venta y distribución de drogas, él desde la compra, venta y distribución de drogas, el robo a mano armada, la extorsión con el mal llamado impuesto de guerra. Volviendo muy especial a esa cotidianeidad.
Pero en este tiempo, el de fin de semana, que no necesariamente se desarrolla en ese lapso, puede llegar a convertirse
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