Lectura de las 7 palabras.

Jesus: Sin merecerlo fue crucificado en medio de dos criminales, pagando nuestras faltas, con un precio carísimo, su propia sangre.  Fue condenado como un vulgar ladrón. Un ladrón en esa época era considerado una escoria para la sociedad.

Imaginémonos un poco como se sentía ese ladrón,  acaso no se parece a nosotros?

Muchas veces vamos en la vida y en la fe. Cansados, sin fuerzas, sintiéndonos que merecemos todo lo que nos pasa y acontece.  El cansancio que nos invade día a día, Muchas veces resignados a morir, por nuestras situaciones personales.

La tristeza que  nos abruma es una  forma de mantenernos crucificados

Otras:

Las Adicciones  al juego, a la pornografía, la masturbación, el alcohol, los vicios,

Esa sensación de sentirnos profundamente lastimados y heridos por personas que amamos.

Ser partícipe de situaciones y de relaciones completamente toxicas

 Muchas veces queremos salir de ese tipo de cosas y no podemos por nuestras propias fuerzas pues los clavos del pecado nos atan  a una vida de sufrimiento, de hastío.  Nosotros mismos mucha veces nos auto condenamos sabiendo que justo a nuestro lado tenemos la salvación.

Es increíble como nuestro amadísimo Jesus, refleja esa misericordia de Dios padre cuando pronuncia  esta palabra: (Desde hoy estarás conmigo en el paraíso)  (Luc. 23,32).   Esta promesa que es tuya y mía.  

Hermanos y hermanas, nosotros tenemos un Dios de amor y de misericordia un Dios cercano, que decidió hacerse hombre para darnos esa salvación.

Si tan solo tuviéramos una pequeña noción de lo significa misericordia, es un amor tan puro y paciente el que tiene jesus por cada uno de nosotros.

Que se demuestra al instante como Jesus en  su infinito amor nos da mucho más de lo que pensamos e imaginamos.  Aquel ladrón solo pidió a jesus que se acordase del cuando llegara al paraíso, Solo eso.

Nosotros como pecadores, tenemos la certeza de que aun en nuestros momentos de mayor dolor y sufrimiento, aun cuando no tengamos fuerzas y la agonía parezca interminable. Si tenemos un corazón dispuesto como aquel ladrón a aceptar que Jesus es el señor  contemplaremos su gloria y majestad de inmediato

Tenemos a ese mismo jesus que en cada eucaristía nos dice (Desde hoy estarás conmigo en el paraíso) en el instante que somos participe del sacramento de la comunión.  Cuando somos uno con jesus ya estamos disfrutando ese Gozo y esa paz plena que él no sabe dar

Muchas veces cuando nos sentimos tristes, culpables, cuando nos damos cuenta que le fallamos a Dios vamos donde un amigo, vamos y le contamos aquello que nos duele que nos causa tanto sufrimiento en busca de consuelo. Si han tenido la oportunidad de hacer esto y cuentan con un gran amigo, hermano

La mayoría de las veces este no nos juzga, si no que nos escucha siempre y nos sentimos más calmados, se va la tristeza de nuestros ojos, se va ese dolor enorme del nuestro pecho cuando sacamos eso que nos pasa.  

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