Ley Antimonopolica En Ecuador

LEY ANTIMONOPOLIO EN ECUADOR

Tomando como referencia la metáfora de Adam Smith “La Mano Invisible”, teoría que se basa en la auto – regulación de los mercados mediante la libre interacción entre la oferta y la demanda, de manera que la necesidad de intervención por parte de un ente regulador (Estado) sea innecesario, es difícil de encontrar en estos tiempos, debido a que existe poder de negociación, dificultades de ingreso, dificultades de salida y asimetría de información por parte de las élites empresariales, que con esto generan un funcionamiento ineficiente. Para ello el papel de una ley que regule el funcionamiento de los mercados, es fundamental. Por eso el Ecuador, después de tantos años cuenta con una ley antimonopolio que permite controlar a las grandes empresas y su funcionamiento.

“El desafío no es deshacerse de los monopolios, sino regularlos y controlarlos para que su poder de mercado sea orientado hacia el bien común”, indicó el Jefe de Estado, durante el Enlace Ciudadano N° 242 que se desarrolló en la parroquia rural de Pintag (Pichincha). El Mandatario insistió en que la aprobación de este nuevo cuerpo legal es una gran noticia para el país, pues Ecuador estaba entre los pocos países que no contaba con esta regulación frente a otros países de América Latina.

Esta ley se dio en base a que se han visto casos en los que se reflejaba la influencia en el nivel de competitividad entre empresas y la concentración de los mercados en pocas empresas que se han establecido claramente como dominantes. Como por ejemplo, la situación de algunas industrias, como los supermercados, en la cual la posición dominante la ejerce la Corporación La Favorita, seguido del sector de la telefonía móvil, representado por las empresas Claro y Movistar, también, la industria de cigarrillos, la multinacional Philip Morris, la industria del transporte aéreo de pasajeros, con las aerolíneas Tame, Aerogal y LAN como líderes de este sector, y, finalmente, a los bancos que posean administradoras de fondos y compañías de seguros.

En lo que se refiere a supermercados, en el Ecuador hay cuatro empresas que controlan el 91% del mercado, y son las siguientes: Corporación Favorita, con las cadenas SUPERMAXI, MEGAMAXI, AKÍ Y GRAN AKÍ; le sigue Corporación Rosado, con Mi Comisariato y Coral, seguido de Tía, SuperTía y MULTIAHORRO, posteriormente Mega Santamaría y finalmente, en un pequeño porcentaje, Magda Espinoza.

Pero entre todos, el líder indiscutible del mercado es la cadena SUPERMAXI, la cual, si bien es cierto que ha llegado a su posición gracias a factores críticos de éxito, como por ejemplo el manejo eficiente de su cadena de distribución, la aplicación de economías de escala, la expansión geográfica a través de la apertura de nuevos locales en distintas ciudades del país y la diversificación a diferentes segmentos, gran parte de su gestión ha consistido en prácticas monopólicas que no fueron reguladas puesto que no existía una ley en la que se contemple la competencia desleal.

Para ampliar este argumento, podemos recordar lo que sucedió en 1997, cuando Supermercados Santa Isabel (una de las cadenas de supermercados más grandes e importantes de Chile y con presencia en varios países de América Latina como Perú, Paraguay y Argentina) intentó incursionar en el mercado ecuatoriano al abrir su primera sucursal en Guayaquil. La respuesta de SUPERMAXI fue inmediata e implacable, pues aprovechó su poder de mercado y amenazó a todos sus proveedores al manifestar que si estos le vendían sus productos a Santa Isabel, les dejaría de comprar; esta medida, sin duda anticompetitiva, condujo a la salida de Santa Isabel del país.

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