Liderazgo

La inversión extranjera se ha erigido como un factor crucial en el proceso de transformación de la economía mundial ocurrido en los últimos 35 años. Indistintamente se referencia por su nombre completo o por las siglas IE.

La importancia de este fenómeno, encabezado mayoritariamente por las empresas internacionales, es crucial no tan solo en su aspecto cuantitativo, sino también por el cambio cualitativo que está conduciendo a una rápida globalización de la actividad económica y comercial, de tal manera que las empresas extranjeras o las sociedades mexicanas con capital mayoritario extranjero construyen una amplia red de filiales productivas, cuya base es la fragmentación de las diferentes fases del proceso productivo y su ubicación en países como en México marcan el objetivo de aprovechar sus respectivas ventajas para poder crecer como empresas y apoyar o subsidiar la producción interna, es decir, los productos hechos en México o 100% mexicanos.

Es importante destacar en este tema que México tiene diversos instrumentos a su favor para atraer la Inversión Extranjera, como un país estable sin guerras o conflictos políticos, oportunidades de negocio, mano de obra barata, estados en vías de desarrollo, estados con una excelente infraestructura y sobre todo un país con infinidad de mercados a su disposición. En este sentido es importante mencionar que en los últimos años se han realizado diversas modificaciones legales y de desregulación administrativa con el fin de atraer capitales productivos externos y así aumentar la oferta y la calidad de los empleos, incrementar las exportaciones y mejorar las condiciones para la efectiva transferencia de tecnología en México. Así, se han realizado modificaciones relativas a la inversión extranjera en los diversos tratados de libre comercio que México tiene firmados con países extranjeros.

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