Lima La Horrible

Lima la Horrible

(Sebastián Salazar Bondy)

Se habla mucho acerca de lima de antaño, aquella vieja y a la vez moderna imagen que manifestaba su arquitectura y monumentos intransigentes y perdurables a través del tiempo que no ha sabido mantenerse sino que han sabido mantenerla, tal vez por la nostalgia del recuerdo de los gobernantes que aunque no lo pregonen o manifiesten explícitamente aún llevan consigo rezagos de la colonia. Pero en verdad es aquella nostalgia la cual los mueve o motiva a realizar tales actos en pos de mantener casi intactos estos restos o vestigios del coloniaje europeo, aquí existe un punto muy interesante, los “limeños” loamos aquellas muestras de arte solo por el hecho de ser hermosas y bellas o porque así nos lo han impuesto la sociedad misma, revaloramos la esencia de aquellas representaciones de forma objetiva. Que hubiera pasado si los europeos no hubieran traído su arte Barroco y Neoclásico a nuestra tierra, hubiéramos valorado de la misma forma aquello de lo que poseemos como nuestras costumbres proyectadas en las pinturas y arquitectura antigua, hoy en día le damos mucha importancia a aquello pero bajo la excusa o pretexto que es nuestro, es nuestro legado, nuestra identidad y nuestra herencia. Vale decir que Lima no es mas que aquel eje o punto de convergencia de diferentes culturas, que supo muy bien adaptarse una con otra, quizás unas más rezagadas pero aún así perduraron hasta hoy.

Si mencionamos al criollo se nos viene a la cabeza muchas cosas acerca de esta casta colonial, porque es ahí de donde surge, pero por historia bien sabemos que aquellos denominados criollos no son más que aprovechadores que solo buscan el bien propio a costa de cualquier precio, tal es el caso de aquellos que se proclamaban a si mismos “patriotas” durante la emancipación americana, tomaban partido por el bando que iba en ventaja; un tiempo con los patriotas y otro periodo con los realistas, es aquel personaje de la gesta emancipadora que entendemos por criolla, pero en la actualidad vendría a ser el mismo de antaño. No lo parece, en términos nominales, pero si en adjetivos comúnmente usados; por ejemplo los autodenominados criollos de la actualidad aquellos que practican la música y demás costumbres de la lima colonial, personas inmersas en las fiestas y jaranas que reúne a todo el barrio convirtiendo a la muchedumbre en multitud. Cuando una persona realiza un acto-que va en contra de principios éticos-se le llama el “vivo” aquel sujeto que recurre al “criollismo”, siendo sintéticos diríamos: el criollismo es propio del vivo. Pero porque se le atribuye aquel nombre a lo que vendría a ser un acto inmoral, simplemente se tomo como un dicho popular o es que va más allá de las creencias, es decir, encierra un sentido propio muy pregonado y sabido pero a su vez oculto y discreto.

Como dejar pasar aquella característica emblemática de la Lima de antaño, sus familias, aquellas que gobernaban el país, dueñas de casi todo el Perú y explotadores indirectos de las castas más bajas. Tan hermética era su actitud con respecto a los bienes que poseían estas familias que los matrimonios se realizaban entre estas, con el propósito de mantener sus riquezas interminablemente, por aquellas épocas de la colonia las familias de “clase” las más acomodadas y poseedoras de haciendas por todo el territorio no querían que sus pertenencias llegaran a caer a manos extrañas, a personas que ellos creían no la merecían; es por ello que los matrimonios se realizaban entre miembros de la misma familia al no encontrar otra salida para dicho objetivo. Esto no es más que el fiel reflejo de aquellas gens según Engels, en su libro “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”, que supo muy bien explicar los trabajos realizados por Mc Clelland y Morgan en los habitantes de las costas americanas y parte de Europa; ahí claramente explica como la endogamia era común dentro de la misma gens y que paulatinamente se desarrollaba la exogamia pero en poca intensidad, todo con el fin no de poseer tierras o riquezas sino con el de mantener la gens viva. En la actualidad vemos que aún estos eventos no han desaparecido del todo, para los lectores de “El Comercio” habrán podido apreciar, comúnmente en la parte posterior del periódico una sección denominada Sociedad, en la cual aparecen en su mayoría matrimonios que involucra a familias de “alcurnia” como los “Sauces del Campo”, “Rivera del Río y Oviedo “y muchos más; todo con el propósito expuesto anteriormente, mantener el control o dominio de las propiedades entre cierto grupo social.

La suerte existe, muchos se preguntan, ¡No! Dicen muchos pero la verdad es que aunque no la queramos aceptar esta presente pero no como suerte sino como azar, fortuna, gracia, etc. Claro existe, pero como salida o medio de pseudorespuestas para lo inexplicable, como explicarían el origen de la vida y por ende también del hombre, aún no hay argumentos sólidos que defiendan verazmente dichos postulados es así que se recurre aquella frase:”fue producto del destino, cuestión de azar”. Pero existen aquellos que mencionan que fue un Dios el creador de todo aquel que le tomo únicamente siete días en construir, estructurar, sistematizar, etc. todo lo existente; pero si se le considera como creador de todo lo existente, es que acaso no existía el tiempo antes que el, que era el espacio en sí, porque se le cataloga o atribuye un tiempo determinado para la creación de todo. Lima es parte de la realidad, nuestra realidad y quizás desconocida para algunos que siendo peruanos aún no la han re-descubierto, pero en fin es acaso Lima producto de un hecho fortuito, que radica no solo en su fundación sino con la llegada de los extranjeros a tierras americanas, que se asentaron aquí y buscando un lugar cómodo y “estratégico” levantaron los cimientos de la ya muy conocida Ciudad de los Reyes.

Otro rasgo característico de Lima es su fe; aquella capaz de curar males crónicos, hacer cambiar a las personas y muchos otros milagros más. Si bien es cierto la multitud que cada año se congrega en la capital con el propósito de seguir a una imagen con el ferviente deseo de cumplir sus peticiones no es el único hecho que generaliza todo el aspecto religioso, existen infinidad de celebraciones y acontecimientos eclesiásticos que mueven un gran número de personas por toda la capital, ya sea en el centro histórico de lima o en el asentamiento humano más alejado de algún populoso cono. Es la religión aquel medio de escape a los acontecimientos o hechos más denigrantes existentes en la capital, aquella voluptuosidad imperante en nuestra sociedad

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