Lo Que Me Toco

LO QUE ME TOCÓ…

Paz Alarcón Cortés.

Soy Roxana, la mayor de dos hermanas, la menor es Silvia, tiene diecisiete años, dos años menos que yo… Nacidas y criadas en Conchalí entre carencias y desesperanzas pero con ganas de un mañana un poquito mejor.

Tengo una mejor amiga “La Nelly” tiene mi edad, somos bien unidas, tenemos harta confianza, nos apoyamos la una con la otra. Nos une sobre todo la falta de cariño creo yo… Entre mi mamá y la de ella no hacemos una, la mamá de ella esta pa´ la caga… Tiene algo llamado “Lupus”, no sé bien que es pero está llena de sarpullido la señora; la Nelly no la infla mucho porque fue re mala con ella y como dicen por ahí “Lo que siembras cosecharas”. La mía hace costuras, con eso comemos, nos vestimos; el resto es para vino blanco y cigarros. Cuando tiene algo de tiempo libre fuma y toma como si el mundo se fuese a acabar, llora a mi papá… No sé porque, si es un cero a la izquierda. Nos visitó el último jueves del mes de Julio, le prometió le llevaría unos zapatos a mi hermana al día siguiente, estamos en el mes de Septiembre y todavía está esperando a que llegue, le tuvimos que amarrar los zapatos a la Silvia para que no se le abrieran. Es que no le ha llegado mucha costura a mi mami…

Hoy es un día distinto a los otros, por fin llegó el dieciocho de Septiembre y estamos emocionadas por que el cabro que me gusta nos invitó a su pasaje, lo cerrarán y harán una fonda, él se llama Francisco y tiene un hermano que le echo el ojo a la Nelly, se llama Juan Manuel.

La Nelly vino tempranito a mi casa, llegó con un “Rinso” para lavar los pantalones, así en la noche estarán húmedos y se pegarán al cuerpo ¡Se nos verá marcadito el poto! dijo la Nelly… ¡Es más loca!

Pasamos de largo el desayuno, mi mamá no despertó nunca... Como a las dos de la tarde nos comimos unos panes tostados con miel que nos regaló un cliente de mi mamá, ahí engañamos la tripa la Silvia, la Nelly y yo.

Fui a la pieza de mi mami, le ofrecí pan pero no quiso…Apenas abrió los ojos y me pidió agua caliente con orégano, estaba con la media caña, tenía la escoba en la pieza. Me dio cualquier asco y rabia pero nada afectaría mi día esperado, así es que la deje ahí no mas…

Como a las seis comenzamos a arreglarnos con la Nelly, nos alisamos el pelo “Con la plancha de ropa si po”. Yo se lo planché a la Nelly y ella a mí, quedamos con los cachetes de la cara planitos tanto tenerlos sobre la mesa. Nos vestimos, nos maquillamos, nos pusimos cualquier colonia que llevo la Nelly “Coral” se llamaba…

Como a las ocho salimos al encuentro, la Silvia se quedó en la casa de mi vecina, la hija de ella y mi hermana eran bien amigas… Mi mami se despertó pero siguió ahogando sus penas en el “vinito blanco”.

Llegamos a la fonda. Ahí estaba Francisco, andaba en su bicicleta,

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