Logistica

1. INTRODUCCION

Las estrategias competitivas en el mundo empresarial tienden a mostrar un cierto nivel de homogeneización debido al creciente proceso de globalización económica, este hecho es incluso más acentuado en sectores como el logístico, en donde debido al hecho de que representa el nexo de unión para el resto de los sectores productivos y basa su existencia en la cobertura geográfica a nivel internacional, todo ello provoca que surja la falsa “apariencia” de que este sector logístico ya está plenamente globalizado, y carece de personalidad propia a escala nacional o regional. Un análisis mas detallado y profundo del sector logístico internacional nos permite apreciar un panorama más diferenciado en el ámbito de la logística “local”, (Europa-Países emergentes), teniendo en cuenta que, a pesar de la existencia de ese proceso de globalización económica imparable, ello no es óbice para que existan modelos de estrategia empresarial logística “personalizada” que responden a las necesidades especificas de cada zona.

El artículo se centra en el análisis de dos zonas bien distintas, Europa y los países emergentes, lo cual nos ayuda a ver como a pesar de ser el sector logístico uno de los eslabones claves para la conexión de estos dos centros de producción-consumo internacional, posibilitando la propia esencia del proceso de globalización económica, sin embargo, un estudio particular del sector logístico de estas dos áreas económicas, críticas para el contexto económico internacional, nos acerca a los diferentes planteamientos y enfoques logísticos de estas dos zonas para lograr una mayor ventaja competitiva internacional en un futuro cercano, poniendo en evidencia que, a pesar de hallarnos en un mundo globalizado todavía existen matices importantes a ser aplicados en el pensamiento económico para conocer la realidad de nuestros días.

2. EUROPA

Las características de la situación de la logística europea en estos momentos responden a las de un área económica muy desarrollada, con un alto grado de madurez de los mercados de productores y consumidores, lo cual hace que se tenga que adaptar la actividad logística a las nuevas corrientes que imperan en esta sociedad productiva (información-Internet), al tiempo que debe evolucionar desde un punto de vista cualitativo para hacer frente a los nuevos retos planteados por un universo empresarial cada vez más exigente en cuanto a los resultados y beneficios obtenidos de los servicios logísticos (rapidez, información, colaboración, servicio post-venta, exclusividad); en un proceso paralelo la logística europea debe de responder a las exigencias planteadas por un mundo globalizado en el que Europa sigue siendo la primera potencia comercial mundial y el máximo centro exportador de mercancías, pero que tiene que saber estar alerta y contrarrestar la pujante competencia provenientes de otras zonas geográficas (Países emergentes).

Las principales características a destacar del sector logístico europeo de nuestros días se puede dividir en los siguientes apartados:

1) Estructura empresarial: La llegada del mercado único europeo y la consecuente creación de un gran área económica ha favorecido la aparición de un mayor grado de transparencia y competitividad entre las empresas del sector logístico, lo cual ha traído consigo un paulatino proceso de concentración empresarial dando lugar a la aparición de grandes operadores logísticos internacionales europeos (DHL, TNT), cambiando la visión tradicional de la logística continental, pasando ahora a tener un carácter global que trasciende las fronteras de la Europa comunitaria para convertirse en verdaderos agentes globales.

La “internacionalización y globalización”[1] de la logística europea se ha visto ampliamente apoyada por los gobiernos de los distintos países, los cuales se han dado cuenta de la importancia estratégica tan grande que va a tener un sistema logístico eficiente y con proyección mundial en un futuro económico cercano plenamente globalizado. Este apoyo de los gobiernos nacionales se ha realizado en la mayor parte de los casos a través de los grupos nacionales de Correos[2], los cuales se han privatizado, modernizado y diversificado hasta conseguir una verdadera estructura logística competitiva en la economía global, pudiendo decirse que Europa ha logrado en la última década del siglo XX y principios del siglo XXI un posicionamiento competitivo-estratégico en el sector logístico internacional del que carecía en fases anteriores, en las que existía una preponderancia de los operadores logísticos norteamericanos.

2) Competencia: El análisis interno del mercado logístico europeo nos muestra unos elevados índices de competencia que son positivos para la mejora continua del sector y para el mantenimiento de la calidad de servicio y la interacción de la economía europea con el resto del mundo, sin embargo, ello ha dado lugar a un fenómeno reciente que puede ser preocupante para el futuro inmediato del sector: tensiones entre beneficios/gastos de las empresas logísticas; la creciente competitividad del sector y las cada vez mayores demandas y exigencias del mercado logístico interno en Europa ha traído consigo una reducción paulatina de los beneficios de estas empresas; tomando como referencia a Porter[3], se ha dado un aumento del peso especifico de la capacidad de presión de los clientes frente a las empresas logísticas, ello puede suponer una amenaza para el futuro de dichas empresas ya que la erosión de su estructura financiera puede incidir en la capacidad para seguir invirtiendo en los procesos de mejoras tecnológicos tan imprescindibles para esta actividad, o en el proceso de inversiones exteriores y diversificación geográfica necesario para responder a las demandas de una economía global.

FIGURA 1. IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN COSTES/BENEFICIOS EN EL SECTOR LOGISTICO EUROPEO

FUENTE: European 3PL Market Report 2006, pag 5

http://www.eyefortransport.com/europe3pl/report.shtml

Tal como se puede apreciar en el grafico 1, existe una gran preocupación en el conjunto de los operadores logísticos europeos por la dificultad para mantener un equilibrio financiero adecuado entre los costes empresariales y los beneficios finales, ya que el empeoramiento progresivo de estas dos variables puede suponer una merma importante de las ventajas competitivas conseguidas en los últimos años , afectando al nivel de servicio, competitividad exterior y competitividad nacional[4].

Es por todo lo anterior que las empresas del sector logístico europeo necesitan

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