Los Cuervos
Enviado por yatelise • 31 de Octubre de 2012 • 528 Palabras (3 Páginas) • 263 Visitas
En un tranquilo valle de las colinas de Balabadur un granjero había sembrado
trigo. El suelo era fértil y la primavera había traído suficiente lluvia.
Todos podrían haber vivido felices y contentos aquí. Pero ahí estaban los seis
ruidosos cuervos que tenían cerca en un árbol su nido.
Cuando el trigo estaba madurando, bajaron volando al campo para picotear los
granos verdes.
El granjero intentaba echar a los cuervos del campo. Pero ni bien volvía a su
cabaña los cuervos regresaban. En su desesperación construyó un
espantapájaros.
Los cuervos vieron que había un espantapájaros parado en medio del campo y
se asustaron mucho. En su árbol juntaron las cabezas discutiendo qué podían
hacer. “Debemos espantar esta cosa,” decían, “pero ¿cómo?”
“¡Vamos a prenderle fuego al campo!” dijo un cuervo. “Pero entonces ya no
tendremos nuestro trigo”, dijeron los otros.
Surgieron muchas propuestas. Pero al final se pusieron de acuerdo en armar
un espantoso pájaro-fantasma. Juntaron cortezas y hojas secas y construyeron
un enorme pájaro-fantasma verde.
A la mañana siguiente sobrevolaron el campo con el pájaro-fantasma. El
espantapájaros no se movió del lugar, pero el granjero se asustó mucho. Se
refugió corriendo a su cabaña y cerró la puerta con llave.
“Debo construir un espantapájaros más terrorífico” dijo.
Pronto había en el trigal una figura gigante que amenazaba con dos espadas.
Su boca estaba abierta de furia y parecía gruñir.
“¡Con esto tendría que bastar!” dijo el granjero.
Cuando los cuervos descubrieron la nueva amenaza, juntaron más cortezas y
hojas y armaron un pájaro-fantasma aún más grande y más espantoso. Con él
sobrevolaron el trigal, ida y vuelta. Y al granjero le dio tanto miedo que ya no se
animaba salir de su cabaña.
Desde su nido adentro de un tronco un búho había observado lo que estaba
pasando. Sacudiendo su cabeza, decía: “realmente no sé quién es aquí el más
tonto, el granjero o los cuervos”.
Cuando el trigo comenzó a resecarse porque nadie lo cuidaba, decidió hablar
con el granjero.
“¿Por qué no hacen las paces, vos y los cuervos?” dijo. “Ya es tarde para eso”, dijo el granjero enojado.
“¡Nunca es tarde! ¡Tienen que hablar!” dijo el búho.
Después se fue a ver a los cuervos.
Los cuervos se asustaron cuando escucharon que el trigo estaba en peligro y
preguntaron: “¿Qué podemos hacer?”
“Vengan, hablen con el granjero”, dijo el búho,”las palabras pueden hacer
milagros.”
Los cuervos y el granjero acordaron encontrarse debajo del
...