Los Valores

Los valores

Los valores morales permiten juzgar si un acto es moralmente bueno o malo, conforme a los acuerdos implícitos o explícitos que ha denotado una sociedad. Existen características que a pesar de la diversidad de cultura y de pensamiento son, comunes para determinar si un valor realmente lo es.

Los hombre hemos establecidos criterios para calificar los actos humanos de acuerdo con las expresiones y costumbres que varían de acuerdo al tiempo, el espacio geográfico o las circunstancias en que estos se desarrollan.

Estos valores perfeccionan al hombre de tal manera que lo hace más humano, por ejemplo, la justicia hace al hombre más noble, de mayor calidad como persona.

¿Qué son los valores?

Los valores son cualidades de las acciones, de las personas, de las cosas que las hacen atractivas.

Cuando una acción o una persona o una institución tiene un valor positivo, es atractiva; cuando tiene un valor negativo, es repugnante.

Los valores son, por tanto, cualidades de las cosas, de las acciones, de las personas, que nos atraen porque nos ayudan a hacer un mundo habitable.

Nuestro mundo puede convertirse en un mundo sin hogar, en el que la gente estemos pero no nos encontremos como en casa, al que le falten ventanas, al que le falte comodidades y al que le falte habitabilidad.

En este sentido en el que creo que el mundo en el que estamos viviendo no reúne las condiciones de habitabilidad que debería de reunir cuando tal cantidad de gente se están muriendo de hambre y cuando la violencia en ya una forma de vida.

Los valores ayudan a condicionar el mundo y hacerlo habitable.

La amistad

La amistad es una de las más nobles y desinteresadas formas de afecto que una persona puede sentir por otra.

Los que son amigos se quieren y se aceptan sin condiciones, tal como son.

La amistad es un sentimiento y una forma de relacionarnos con algunas personas que hace la vida más linda.

Una alegría que compartimos con un amigo se vuelve más grande, y una pena, cuando se la contamos a alguien, en quien creemos que es nuestro amigo se vuelve más pequeña.

Amor

El amor es el vaso más humano y más profundo de la voluntad.

Amar es un acto de la persona y por eso ante todo se dirige a las demás personas.

Amar es sentir afecto. El afecto es sentir que se quiere y se reconoce fácilmente en el amor que tenemos a las cosas materiales, las plantas y los animales a quienes cogemos cariño sin esperar correspondencia excepto en el caso de los últimos.

Se da una cercanía y familiaridad física que hacen crecer espontáneamente el afecto: padres, hijos y parientes. Podemos llamarlo amor familiar o amor natural. Forma de amor entre hombre y mujer de la cual nace la comunidad biológica humana llamad familia.

Honestidad

La honestidad es una de las cualidades que nos gustaría encontrar en las personas o mejor aún, que nos gustaría poseer.

Garantiza confianza, seguridad, respaldo, confidencia, en una palabra integridad.

Podemos ver como actitudes deshonestas:

La hipocresía, aparentando una personalidad que no se tiene para ganarse la estimación de los demás.

El mentir continuamente.

El simular trabajar o estudiar para no recibir una llamada de atención de los padres o del jefe inmediato.

El no guardar en confidencia algún asunto del que hemos hecho la promesa de no revelarlo, no cumpliendo con la palabra dada.

Los compromisos hechos.

La infidelidad

Faltar a la honestidad nos lleva a romper los lazos de amistad establecidos, en el trabajo, la familia y en el ambiente social en el que nos deseen volvemos.

Pensemos que de esta manera la convivencia se hace prácticamente imposible, pues esta no se da, si las personas somos incapaces de confiar unos de otros.

Si queremos ser Honestos, debemos empezar por confrontar con valor nuestros defectos, buscando la manera más eficaz de superarlos, con acciones que nos lleven a mejorar todo aquello que afecta a nuestra persona y como consecuencia a nuestro semejantes.

Respeto

Enseñar a los hijos el respeto es indispensable para una vida familiar amónica.

Al hablar del respeto es importante, en primer lugar, distinguir entre el respeto que debemos a todos los demás y el respeto que debemos a cada uno.

Cada persona tiene el derecho de ser tratado y querido por los demás por lo que es.

Los hijos tendrán que aprender a respetar a los demás en relación con sus sentimientos.

Los niños pueden ir preparándose para respetar afectivamente a los demás, viviendo en un ambiente de respeto y de cariño.

Necesitan tener criterios para saber dónde comienza y donde termina el respeto.

El niño tendrá que reconocer que existe un trato diferente de acuerdos con la condición de la persona pero no necesariamente de acuerdo con sus circunstancias.

Si los padres no respetan a una persona en particular, si no reconocen su derecho de ser tratada dignamente, con consideración, es probable que los hijos tampoco lo hagan, “Así aprenden lo hijos a mandar sin respetar”.

Consejos para los padres o encargados

0distinto.

Enseñarles a reconocer a cada uno por lo que es << clasificarlos>>.

Enseñarles a comportarse de tal modo que no provoquen disgustos para los

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