Metas Y Propositos
Enviado por erikasero • 14 de Marzo de 2013 • 2.729 Palabras (11 Páginas) • 436 Visitas
Las metas son transitorias; los propósitos son eternos. Las metas tú te las puedes fijar para unos meses, un año; el tiempo pasa, consigues la meta y ésta ahí se queda.
Les voy a contar una anécdota que leí en un libro motivacional. Está escrito por un hombre, que tiene una fábrica de chocolate en Suiza. Produce muchas variedades de chocolates y postres, patentó un pastel llamado Selva Negra. El escritor de este libro dice que estaba de vacaciones en Alemania y fue a pasar unos días a la región de Bavaria. Si has estado ahí, sabes que ahí está la famosa selva negra. Se llama así porque en ese bosque, la vegetación es tan espesa que no entra el sol. Si caminas por ahí, son troncos negros húmedos y los árboles son tan altos que no dejan pasar los rayos del sol. Estaba preocupado porque había invertido bastante en hacer pasteles que llevaban trufa, y éstos no se vendían, por lo que estaba teniendo muchas pérdidas. El es cristiano y pidiéndole dirección al Señor por los problemas que tenía, vio cómo el sol se colaba por las ramas de los árboles y dijo: “Esa es la respuesta”. Eso le dio la pauta para echarle esencia de cereza al pastel, para que se colara entre el chocolate, como la luz del sol entre las ramas de los árboles. Ahora ese pastel se come por todo el mundo.
Te pongo este ejemplo porque el Señor nos habla muchas veces en el lugar que menos nos esperamos. A este hermano le dio la revelación en un postre. A ti te la puede dar en tu trabajo, vehículo, en tu casa, en tu aposento alto, en donde menos te lo esperes.
Hechos 13:36
Porque a la verdad, David habiendo servido a su propia generación según los propósitos de Dios, durmió, fue reunido con sus padres y vio corrupción.
Yo había leído en varias ocasiones que David había agradado al Señor, que tenía un corazón agradable a El, pero no había entendido el por qué. Así como a aquel hombre, Dios le habla en medio de la selva, el Señor me empezó a hablar a través de esta Escritura.
Después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, David murió y su cuerpo vio corrupción. Quiere decir que se descompuso su cuerpo, como les ha pasado a todos los que han muerto, pero lo importante es que él sirvió a su generación. Di: “Yo voy a servir a mi generación”. Dice que David sirvió conforme al propósito de Dios.
Proverbios 19:21
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, mas el consejo de Jehová permanecerá.
Como estamos empezando un nuevo año, sé que lo estamos haciendo llenos de fe y entusiasmo. Muchos hemos sido enseñados a trazarnos metas cada vez que principia un año. Este año debes tener la meta de vender más que el año pasado; de casarte; de conseguir un ascenso; de aprender a cocinar; de perder peso; hay “n” ejemplos que les puedo poner sobre metas. Pero la Escritura dice que David sirvió a una generación de acuerdo a los propósitos de Dios y no de acuerdo a las metas. Dios no nos crió para tener metas, sino para vivir sus propósitos. Di: “Señor, yo sé que me creaste para vivir de acuerdo a tus propósitos”.
Las metas son transitorias; los propósitos son eternos. Las metas tú te las puedes fijar para unos meses, un año; el tiempo pasa, consigues la meta y ésta ahí se queda. Los grandes deportistas se ponen la meta de romper un récord olímpico, lo rompen, reciben su medalla, pasa el tiempo y en la siguiente olimpiada, viene otro y los supera. Su meta ahí se quedó. Un clavadista ganó nueve medallas de oro consecutivas, han pasado ya varios años y sus metas ahí se quedaron; cuando él muera, se van a quedar aquí. De los ganadores de los premios Nobel, los que sean salvos quizá han dejado aquí sus medallas, su meta se quedó aquí, pero se presentaron frente al Padre con su propósito cumplido y así debemos presentarnos nosotros.
He visto que en las fachadas de algunas casas ponen algunas placas que dicen, por ejemplo: “Aquí vivió el prócer de la independencia de tal fecha a tal fecha”. O sea, tuvo el propósito de libertar a un país. En una isla llamada Mayorca, una vez visité una casa y tenía un letrero que decía: “En esta casa vivió Rubén Darío, de tal fecha a tal fecha, y durante ese tiempo, escribió tales y tales obras”. Llegó a cumplir un propósito. En la misma isla, hay otra casa que dice: “En esta casa vivió Federico Chopan, y en ese tiempo compuso tales y tales polonesas”. Uno piensa que es interesante cómo pueden venir a cumplir un propósito. Si te trazas metas, únicamente existes, pero si tienes propósitos, entonces vives.
Di: “El Señor me creó a su imagen y semejanza para vivir y no para existir”. Si tu vida se centra en metas, sólo vas a existir; pero si se centra en propósitos, vas a vivir. Que bueno es ser recordado y que un día digan de ti: “Aquí vivió, Lucky Mazariegos (por ejemplo), quien evangelizó, llevó a muchas personas al arrepentimiento y a los pies de Cristo”. No va a decir: “Aquí existió”, sino “aquí vivió”, porque vino a cumplir un propósito de Dios. En tu casa, si es que buscáramos eso, debería de decir algo similar. Tuvieron propósitos, no sólo existieron, por eso es que tan pocas casas tienen esas plaquetas. Ahora que empieza un año, quiero exhortarte a que no te traces metas, sino que te dejes guiar por el Señor para descubrir cuáles son los propósitos de Dios en tu vida. Debes hacer una lista, pero no aquí, sino en tu casa, en tu lugar de acción, en tu escritorio, en la mesa donde preparas los alimentos, en el momento en que Dios te hable. No debes de tratar de hacerla en cinco o diez minutos, te puede llevar semanas o quizás meses, que te lleve un tiempo prudencial para saber cuáles son tus propósitos. Yo no le llamaría una lista, sino una declaración, porque en ésta tú aclaras y puedes hacerlo según los propósitos que tengas, cuáles serán los papeles en tu vida. Vas a aclarar cuáles van a ser tus prioridades y, sobre todo, qué vas hacer y qué no. Eso es lo importante, no es sólo pensar qué harás, sino qué vas a dejar de hacer.
Proverbios 4:26
Examina las sendas de tus pies y todos tus caminos sean rectos.
Empieza un año, examina las sendas de tus pies por donde has caminado. Hazte propósitos según la declaración de los propósitos de Dios para tu vida.
Proverbios 17:24
En el rostro del entendido aparece la sabiduría, mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.
Si tú le pides al Señor sabiduría para saber cuáles son los propósitos en tu vida, el Señor te la va a dar. La Escritura dice que pidamos sabiduría de lo alto y se nos dará. Recuerda cuando Salomón fue a adorar al Señor a un monte y le dice el Señor: “Salomón, pídeme lo que quieras, que eso es lo
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