Mi Experiencia Como Estudiante Virtual

EXPERIENCIA COMO ESTUDIANTE VIRTUAL

Preparado Por

PAOLA DEL KRISTAL BAUTISTA

Presentado a

Esp. JOSE CAMILO GIRALDO OVALLOS

UNIVERSIDAD DE SANTANDER

CAMPUS VIRTUAL UDES

ESPECIALIZACION EN ADMINISTRACION DE LA INFORMATICA EDUCATIVA

MELGAR

2014

“LA UNIVERSIDAD VIRTUAL COMO EJE TRANSFORMADOR DE

LA SOCIEDAD”

La educación virtual viene creciendo ampliamente a través de muy diversas expresiones y formas en la educación superior en Colombia, replanteando de esta manera su rol, permitiendo generar procesos que faciliten, promuevan y desarrollen una estrecha relación entre la ciencia y la tecnología

Una educación desde esta perspectiva debe desarrollar una consigna fundamental: “ciencia, tecnología y sociedad” permitiéndose ser promotora de procesos de formación que conlleven siempre a la paz.

El reto, como país, para posicionar la virtualidad en la educación superior, va más allá de una reglamentación o cambio normativo. Es un desafío de carácter cultural, que pasa porque muchos de los académicos se convenzan de los beneficios de estas mediaciones, y las instituciones de educación asuman que las funciones sustantivas de la educación superior, la rendición de cuentas, los procesos de acompañamiento estudiantil, la organización de los planes de estudios por créditos académicos y los resultados académicos esperados en un programa virtual, entre otros, deben estar en una dimensión igual o superior a los programas de naturaleza presencial.

La evolución a gran escala de las tecnologías al servicio de la comunicación y la educación, así como de las formas de realizar e-learning y, más aún, el insaciable conocimiento y dominio de los jóvenes estudiantes sobre las nuevas aplicaciones tecnológicas y del internet, superan, en mucho, a la gran mayoría de sus mismos educadores, incluso mayores que ellos. Es por eso que Los recursos de carácter tecnológico, y su directo impacto en las pedagogías que se empleen en las metodologías virtuales, deben ser vistos como alternativas modificables permanentemente, y no como únicas ni irremplazables. Esta debe ser una premisa de todo el sistema, pues aún se aprecian algunas instituciones y programas que valoran o cuantifican su modelo virtual en la inversión o tecnología de punta que emplean en sus plataformas LMS, en sus sistemas de mensajería o en la alta configuración requerida en los equipos de cómputo de sus estudiantes para el desarrollo del proceso virtual. Es por eso que se considera que la tecnología en la educación debe seguir siendo un reto para los pedagogos y no concentrarse única y exclusivamente en los ingenieros.

La universidad debe ser consciente de su responsabilidad con la sociedad; para esto se necesita de una verdadera legitimación de su función social y pública siendo entendida esta como una acción en proceso de construcción continuo, en busca de un beneficio común para la plena convivencia ciudadana. En la universidad virtual se debe mentalizar al estudiante que su propósito no debe ser únicamente alcanzar un título como profesional, sino que esto debe ser el producto de un largo proceso que hará de él o de ella un ciudadano que realmente permita la transformación positiva de la sociedad a la cual pertenece; En esta modalidad, resulta importante dotar a la persona de herramientas validas, propias, completas que le permitan hacer un análisis concienzudo de la realidad cotidiana, para que pueda asumir una actitud crítica, reflexiva y transformadora, en otras palabras, los egresados de las universidades deben ser actores trascendentales en los procesos de cambio social.

La educación virtual no es “otra” educación, y mucho menos, una educación pobre, de menor calidad, intensidad o contenidos que la presencial. A lo largo de mi carrera pedagógica, he podido construir más conocimiento a partir de más de 7 cursos en el Servicio de Aprendizaje Virtual SENA, partiendo de ahí, para con legitima experiencia anular totalmente el prejuicio que erróneamente la comunidad en general ha creado conforme a los nuevos programas virtuales. Las más reconocidas universidades del mundo tienen programas virtuales de excelsa calidad, y debemos superar la falsa creencia de que como la educación a distancia, y luego la virtual, se han promocionado como alternativas para personas con escaso tiempo, o de restricciones de movilidad o de recursos económicos, constituye una educación pobre para pobres, la educación fácil para perezosos. Esa mentalidad nos hace daño, nos siembra

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