Mito de un México no racista: segregación y exterminio indígena..
Enviado por aipotd • 4 de Septiembre de 2016 • Apuntes • 1.456 Palabras (6 Páginas) • 202 Visitas
Mito de un México no racista: segregación y exterminio indígena.
Todos los habitantes del planeta tenemos un valor igual como seres humanos. Sin embargo aspectos como ‘’la sangre’’; los antepasados o los orígenes; el terruño; la pertenencia; la identidad personal y la identidad colectiva, en las que se hallan presentes la Historia y la memoria colectivas, la religión, las tradiciones y las costumbres, el color de la piel, el arte culinario o la lengua, la(s) manera(s) de ver, de sentir y de enfrentar a los otros, forman susceptibilidades hacia este término, formando así paradojas al hablar de derechos iguales que se enfrascan en una contradicción central: ‘’[…] aquella entre el universalismo que concierne a los seres humanos y el universalismo que concierne a las “culturas” (Castoriadis, 1985: 7).
La intolerancia y la exclusión como origen del racismo
La exclusión se define como “[…] la negación sistemática, en la Historia de la idea y de la practica a ella asociada, de que los otros son simplemente otros’’ (Castoriadis, 1985) se puede ver que es un fenómeno mucho más universal.
Parece ser universal: la “[…] aparente incapacidad de construirse uno mismo sin excluir al otro, y la aparente incapacidad de excluir al otro, sin desvalorizarlo y, finalmente sin odiarlo” (Op. cit., 1985).
La raza y la etnicidad como parte del racismo.
Raza
La mayoría de los psicólogos coinciden en que los seres humanos somos en promedio muy parecidos en términos de nuestras capacidades y nuestras limitaciones mentales; que si bien hay variaciones entre unos y otros, estas no son significativas como para poder correlacionarlas con categorías tales como “negros”, “amerindios”, “blancos” o “asiáticos”… (Wade, 1997) por ende se llega a la conclusión que el término ‘’Raza’’ no existe.
La etnicidad
El termino de ‘’etnicidad’’ es un concepto que ha sido frecuentemente usado en lugar del de ‘’raza’’.
[…] la etnicidad es una “colección de declaraciones bastante simplistas y obvias acerca de las fronteras, la otredad, las metas y los logros, el ser y la identidad, la descendencia y la clasificación, que ha sido construida tanto por el antropólogo como por el sujeto (Banks, 1996).
De la misma manera que ocurre con la raza, la etnicidad y las categorizaciones étnicas son parte de una historia específica (Óp. Cit.: 17-19). No obstante, ‘’la raza’’ y la ‘’etnicidad’’ son conceptos distintos, aunque con frecuencia estrechamente relacionados, en especial dentro de las sociedades coloniales o en las sociedades con un pasado colonial. Las dos son construcciones sociales, pero construcciones sociales distintas. La primera es una construcción social basada en ideas acerca de la diferencia innata, que se fueron forjando como elementos centrales en el establecimiento de la diferencia durante los encuentros coloniales con otros pueblos. La segunda es una construcción social basada en la noción específica de la diferenciación cultural construida sobre la noción de “lugar de origen” en la que las relaciones sociales responden antes que nada a diferencias geográficas, especialmente determinadas.
Racismo en México
En Chiapas, la principal constitución liberal chiapaneca del siglo XIX borrada de un plumazo las identidades y las necesidades indígenas cuando, al ciudadanizar a todos los mayores de edad, no introdujo un solo artículo que hablara de los indígenas chiapanecos (personas como cualesquier otras y, por lo tanto – de acuerdo con la ideología de la modernidad ilustrada-, iguales a las demás ante la ley). Chiapas es sin duda una de las entidades de nuestro país donde las relaciones sociales e interétnicas más han estado marcadas no solo por el sobre-explotación a ultranza del principal recurso de la zona: la mano de obra indígena. También ha estado marcada por un racismo que históricamente no se ha presentado en su forma asimilacionista sino en una forma segregacionista; forma que marco a la provincia durante la Colonia, durante las épocas posteriores a la anexión de Chiapas al México independiente y a la Revolución, y sigue marcando en la actualidad la separación establecida en el siglo XVI entre la Republica de Españoles y la Republica de Indios: las dos Chiapas. Tal segrega miento diferientalista ha adoptado en algunas ocasiones un rostro aun más agresivo que el de la segregación: el de la violencia racista, que ha redundado varias veces en el exterminio.
Mientras que la identidad mestiza como ideal no se retrotraiga a falta de una política estatal distinta que plasme claramente en leyes y en actos de igualdad en la diferencia, tal identidad seguirá siendo vista inevitablemente como el equivalente de la ciudadanización plena. Por ello el asimilacionismo se ha presentado como no racista, como profundamente progresista y –aunque sus consecuencias en nuestro país son graves para los pueblos indios- la ideología que lo sustenta es en realidad el rostro amable del racismo anti-indígenas en México. Tiene rostros mucho menos amables como los que ha adoptado en regiones que en general son de fuerte poblamiento indígena, por ejemplo Chiapas. La terrible masacre de Acteal, cuyas principales víctimas fueron las mujeres indígenas, no hizo sino demostrar una vez más dos cuestiones: la primera es hasta qué punto el tiempo del racismo es un tiempo extenso; un tiempo que solo puede medirse con la regla de larga duración; un tiempo que mide básicamente no las transformaciones de las estructuras sino sus permanencias, su carácter de obstáculos al cambio. Y segunda: hasta qué punto las mujeres resultan las principales víctimas de las lógicas discriminatorias de clase, raza y genero que redundan en la peor manifestación del segregacionismo: el exterminio.
...