Mujer Y La Educación Para El Siglo XXI
Enviado por mirnajudith • 18 de Diciembre de 2011 • 1.158 Palabras (5 Páginas) • 1.144 Visitas
Mujer y la educación para el siglo XXI
Una visión socio-cultural-educativa para la mujer que enfrenta los retos del siglo XXI con los paradigmas de siglos pasados.
Estamos en el mes de marzo, mes en que se celebra el día internacional de la mujer. Como mujer y educadora me encuentro ante interrogantes que me plantean mis estudiantes sobre el rol del género femenino en el siglo XXI. Ante sus inquietudes me apresuro a establecer los eslabones que permean sobre la visión de mujer a través de la historia. Previo a la visión bíblica hasta la de este llamado siglo de las comunicaciones.
Recuento histórico a groso modo
Según Eisler, en la historia se plantea a la mujer como un ser divino, facultada con la más poderosa de las virtudes: dar vida. Eventualmente se va estableciendo el rol masculino como co-autor de la fecundación, por tanto proveedor indirecto de vida. Con el tiempo se desarrollan momentos históricos que marcan la transformación de esa figura femenina de poder supremo y divino para dar paso a la fuerza y poderío masculino. Supremacía que aún en nuestros días prevalece. Vemos entonces como la figura femenina ha pasado de una de poder mágico a una de “recipiente de esperma”, subsecuente portadora del fruto masculino o desagüe de placeres. Por otro lado, hayamos en la biblia a la mujer del Génesis, nacida de la costilla del hombre. Es una figura subordinada a los designios de éste, quien es la cabeza de ese binomio. Vemos aparecer a una figura perfecta y por razones obvias, inmaculada ya que carga en su vientre el libertador de los hombres y curador de los pecados. Aún a pesar de este ícono religioso, que es único, el restante de las mujeres que se describen a través del tiempo y aún en la propia biblia es uno de mujer servilista, sucesoras de Eva, sometidas a los designios y antojos del poder masculino. Con el transcurso del tiempo conocemos mujeres que se revelaron, a altos costos, sobre estas figuras estereotipadas de femineidad con cuerpos y caracteres débiles. Han ido transformando esas ideas arcaicas del poderoso patriarca para dar paso a la mujer trabajadora, aunque abnegada y entregada a su familia. A pesar de estos cambios todavía nos queda mucho por ajustar.
Mujer de hoy
Sin embargo, aunque los estereotipos sólo han mermado, los cambios socioculturales que han traído han venido acompañados de cambios en el carácter femenino. Vemos mujeres emprendedoras, luchadoras incansables, muy seguras de sí mismas ante ciertas batallas. No obstante, no todo es miel sobre hojuelas. Aún hoy día leemos artículos que nos hablan sobre licencias para violar. Vemos, por ejemplo, como en África del Sur que existen leyes que avalan la violación como método “curativo” para el lesbianismo.
Encontramos de igual forma mujeres que a pesar de su apariencia de seguridad y auto dominio son incapaces de procurarse soporte emocional cayendo nuevamente en las redes de los mismos estereotipos que han rechazado, subyugándose antes hombres maltratantes y vividores. Peor aún perpetuando ese tipo de relación enfermiza en las mentes de sus hijas e hijos. Tales incapacidades se pueden observar con tan sólo leer los diarios de nuestros países que despliegan noticias sobre mujeres que han sido engañadas aún en sus propios ambientes de trabajo y en las redes cibernéticas por lobos enmascarados de sensibles corderos con cuentos reciclados, historias repetidas por siglos.
Así descubrimos que es en nuestro empeño por darnos a respetar que hemos luchado cuerpo a cuerpo, mente a mente por establecer
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