Museo Rufino Tamayo

MUSEO RUFINO TAMAYO

Fue diseñado por los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky pero en sus inicios se presentaron algunos problemas para el desarrollo del proyecto, principalmente eran cuestiones económicas y que no se poseía exactamente la locación en la cual se construirías este, todo este periodo duro desde 1972 hasta 1979 que fue cuando dio inicio la obra que se llevó a cabo en tan solo dos años dando fin a la obra en 1981, la obra fue apoyada por la fundación televisa y más tarde por la misma fundación de Rufino Tamayo.

Al observar la fachada se nota la influencia de Le Corbusier con el uso de concreto, pero el arquitecto decidió adaptarlo más al entorno nacional utilizando concreto cincelado a diferencia de Le Corbusier, de igual manera se puede observar que decidió dejar visibles la cimbra metálica y se observan los moños en los muros, esto le da un efecto visual a la fachada que hace parezca más pequeña de lo que es logrando que se pierda un poco la proporción, maneja la fachada como el elemento principal del edificio con un solo acceso de cristal, no permite que se vean por fuera las entradas de luz, se presenta como un gran volumen de concreto con un acceso de cristalería al cual se llega gracias a una escalinata. El edificio se encuentra adornado con taludes enjardinados.

Una vez dentro se nota el gran tamaño del edificio y se aprecia un cambio de altura magistral, se pueden encontrar las entradas de luz que por fuera permanecen ocultas y se llega a lo que a mi ver es el elemento principal de todo el museo, el patio; lugar lleno de luz natural con gran amplitud que nos brinda una continuidad visual hacia el fondo del edificio. Solo se manejan dos acabados en todo el edificio, el concreto cincelado y el parquet de madera.

En las salas se puede observar el uso de una losa reticular y la división de las salas se presenta mediante un cambio de altura, hasta llegar a la “torre” que nos permite una perspectiva casi total del museo, todo esto lo hizo con un sentido en la mente, acorde con el, las obras debían de apreciarse desde todos los puntos de vista posibles para así poder interpretarla en su totalidad en todas las perspectivas y es por eso que se pretende un recorrido continuo.

Se encuentra un funcionalismo racional por parte de Teodoro González y también podemos apreciar que los materiales que escogió (concreto) para el edificio le brindan una atemporalidad, rechaza en su totalidad el uso de acero con la ideología de que le resta naturalidad, su intención es que el edificio logre integrarse con el medio natural y que no desentone con lo que lo rodea

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