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Nadar como un pez Creatividad e imaginación: un trabajo potenciado en los alumnos a través del reconocimiento de sí mismo


Enviado por   •  21 de Febrero de 2018  •  Ensayo  •  1.304 Palabras (6 Páginas)  •  101 Visitas

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Creatividad e imaginación: un trabajo potenciado en los alumnos a través del reconocimiento de sí mismo

La vida de una persona es un recorrido que muchas veces está fijo, naces, creces, vas a la escuela, te gradúas, consigues trabajo, formas una familia, envejeces y mueres. Sin embargo, deseo reflexionar en este escrito sobre la relevancia que tiene potenciar la creatividad y la imaginación, proceso que se puede realizar mediante las artes y las humanidades al trabajar las emociones y la historicidad del individuo, es decir el reconocimiento de sí mismo para la creación de individuos más felices y para el desarrollo de metodologías pedagógicas y didácticas más acordes con las necesidades de nuestra época. Lo anterior se va a desarrollar por medio de una recreación de algunos de los aspectos que sobresalen del texto El pez de papel que aprendió a nadar de Jonathon A. Flaum[1] a través de la mención de algunas de las partes del cuento y mediante el tema de investigación que actualmente estoy desarrollando en mi trabajo de grado que es la diversidad sexual en la escuela.

Es fundamental decir que en este escrito se resalta la dimensión afectiva que es inmanente al individuo, ya que frecuentemente ésta es desconocida por los maestros y por la comunidad educativa, lo cual es un problema porque se están creando seres deshumanizados, máquinas que deben responder a los estándares económicos, políticos y sociales que prioriza la sociedad, un mundo donde lo que importa es el número de títulos y la cantidad de dinero que tiene una persona y que olvida la necesidad de explorar qué siente, qué piensa, cómo es y se relaciona un estudiante con los demás miembros de su comunidad.

De acuerdo a lo anterior se tiene un primer problema, la escuela está respondiendo a las necesidades económicas que plantea la realidad pero no a las necesidades que tiene el individuo en formación; segundo problema, no hay un proceso creativo y de transformación que potencie desde las artes y las humanidades un aula plural que trabaje las diferencias que tienen los seres humanos, por ejemplo la diversidad sexual sino que, lo que se observa es un aula marginal, en donde las diferencias son vistas como algo negativo y anormal. Es necesario impulsar nuevos espacios de transformación a partir del arte, con historias como la del pez del papel que aprendió a nadar.

La historia El pez de papel que aprendió a nadar cuenta que una maestra de una aldea de Japón realiza figuras en origami y un día creó un pez de papel, que era muy hermoso y parecía real, después de un tiempo éste habló y la maestra se encargó de crear por medio de su arte, el origami un mundo de papel para él, dotado de toda clase de plantas y animales; pero, eso no fue suficiente y el pescadito le expresó que quería ir al océano, conocerlo. La maestra quedó pensativa y al final decidió llevar el pescadito de papel al mar, aunque esto implicara que se desintegrara en el agua, pero eso no sucedió, al estar en el agua se convirtió en un pez de carne y hueso; la maestra siguió conservando su arte y compartiéndolo con los demás.

El cuento El pez de papel que aprendió a nadar, es una forma de contribuir mediante las artes y las humanidades en el desarrollo de seres más felices y libres, además que permite vincular temas que muchas veces resultan para los docentes de difícil aproximación. Leer con los estudiantes el cuento de Jonathon Flaum e involucrarlos, haciéndolos protagonistas de la historia, siendo ellos el pez de papel y estableciendo mediante el diálogo los dilemas a los que se enfrenta propicia una concepción de la educación distinta, en donde prevalece la imaginación, las emociones y las experiencias o historicidad de los individuos.

El pescado al principio es feliz, vive en un mundo imaginario, que ha sido creado para él, pero ese mundo deja de hacerlo feliz, no le permite mojarse, nadar sabiendo que es un pez. Con esta primera imagen se podría preguntar a los estudiantes: ¿Han sido felices? ¿En qué momento de su vida no han sido felices? ¿Creen que su felicidad se ha visto afectada por su forma de ser? Estas preguntas podrían ser la base para iniciar la conversación y dar paso al tema de la diversidad sexual.

La segunda imagen que resulta favorable para la meta trazada es cuando el pez decide conocer el océano, el personaje combate sus miedos, se enfrenta a su creadora y decide correr todos los riesgos, aunque eso signifique que se pueda desintegrar en el mar. Esta imagen se puede acompañar de una narración del maestro que ambiente mejor la relación con el tema de trabajo, que en este caso es la diversidad sexual “quizá muchas veces han sido discriminados por cuestiones de raza, género o clase, sin embargo, han tenido que saber sobrellevar esos obstáculos como el pez, quien fue un pez impertinente y luchó por lo que consideró que era mejor para sí mismo” con una narración como la presentada y con algunas preguntas orientadoras como: ¿En qué momento  has sido vulnerado por tu forma de ser? ¿Cómo lo has enfrentado? ¿Qué sentimientos y emociones has sentido? De esa manera es posible crear ambientes educativos diferentes y abiertos a las necesidades espirituales de la persona.

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