OSTEOGÉNESIS DE DISTANCIA Y DE CONTACTO
Enviado por danny_je11 • 17 de Mayo de 2013 • 4.967 Palabras (20 Páginas) • 1.159 Visitas
OSTEOGÉNESIS DE DISTANCIA Y DE CONTACTO
Davies (1998) describe a la óseo integración como la yuxtaposición del hueso a la superficie del implante, y nos habla en su artículo de dos fenómenos distintos mediante los cuales puede llevarse a cabo este proceso.
La cicatrización ósea alrededor de un implante se produce como resultado de dos fenómenos distintos y coincidentes: la osteogénesis a distancia y la osteogénesis de contacto. La tasa y el área de cicatrización alrededor de un implante dependen del grado de osteogénesis de contacto que tiene lugar en la superficie del implante. La migración de las células osteogénicas a través de la matriz del coágulo provoca la contracción de los filamentos de fibrina en dicha matriz, lo que puede hacer que los filamentos se separen del implante y dificultar o detener la osteogénesis de contacto y la osteoconducción.
Osteogénesis a distancia
Un proceso gradual de cicatrización ósea que se produce hacia dentro, desde el borde de la osteotomía hacia el implante. El hueso no crece directamente sobre la superficie del implante.
Osteogénesis de contacto
La migración directa de las células formadoras de hueso a través de la matriz del coágulo hacia la superficie del implante. El hueso se va formando rápidamente directamente sobre la superficie del implante.
En el primer fenómeno, llamado osteogénesis a distancia el tejido óseo nuevo se forma desde la superficie del hueso que rodea el implante. Las superficies existentes de hueso proveen una población de células osteogénicas, las cuales secretan matriz nueva, que llega a rodear el implante. El autor comenta que, en este tipo de osteogénesis, la superficie del implante siempre estará separada del hueso por una matriz extracelular de tejido conectivo.
Steflik (1993) describe, en su estudio, que comúnmente la matriz mineralizada “aposicionada” al implante se encuentra separada de la superficie de éste por un depósito denso de electrones, y que entre estas dos capas se encontró además, la existencia de una matriz fibrilar
En el segundo fenómeno de óseo integración descrito por Davies, llamado osteogénesis de contacto, el hueso nuevo se forma en primera instancia en la supe
rficie del implante, y se extiende de ésta hacia el hueso que previamente lo rodeó (Fig. 2). Ello se logra mediante la colonización de la superficie del implante por una población de células osteogénicas antes de la iniciación de la formación de matriz ósea.
El mismo autor divide este proceso en dos fases tempranas: osteoconducción y formación ósea de novo, y una tercera fase tardía, la remodelación ósea, la cual eventualmente podría llevar a la formación de novo en algunos sitios específicos del implante.
La primera fase, osteoconducción, se basa en la migración de células osteogénicas diferenciadas hacia la superficie del implante. Dichas células derivan de células indiferenciadas provenientes del tejido conectivo perivascular.
En este proceso las plaquetas (Zechner, 2003) y la fibrina juegan un rol predominante, siendo el agarre firme de ésta última a la superficie del implante esencial.
Los resultados de la investigación de Yliheikkilä (1995) mostraron un crecimiento y diferenciación osteoblástico exitosos 24 horas después de haber puesto en células osteógenas diferenciadas discos de titanio.
Meyer (2003) mostró en su estudio, mediante investigaciones con microscopía electrónica de barrido que ya a los tres días de puesto el implante en hueso, se podía observar una unión directa de células a la superficie de titanio, por medio de extensiones celulares rodeadas de proteínas de la matriz extracelular. A la vez se pudo observar la presencia de eritrocitos extravasados, así como fibrina con una organización sugestiva de matriz colagenosa.
Es importante que la fibrina se encuentre firmemente adherida, ya que la retracción de ésta, concomitante con la retracción de la herida durante la migración celular, podría evitar que las células migrantes alcancen la superficie del implante que se desea integrar. Cabe destacar que en la retención de la fibrina juega un rol fundamental la superficie del implante (Weinlaender,1992 ; Ichikawa, 2000; London, 2002; Marinho, 2003).
Lazzara, en 1999 mostró en su estudio que una superficie doblemente acidificada puede llegar a tener hasta 72,9 por ciento de contacto entre hueso e implante, justificado ello con el hecho de que la topografía microrugosa de este tipo de superficie ofrece retención adicional a la fibrina, optimizando, de esta manera, la osteoconducción.
Por otro lado, este autor describe en los resultados del mismo estudio, que una superficie de implante de titanio maquinada llega a tener un porcentaje de contacto implante-hueso del 33,9% ±31,04% luego de seis meses de sanado sin ningún tipo de carga.
La formación de hueso de novo es la fase en que las células osteógenas diferenciadas secretan una matriz mineralizada libre de colágeno, la cual provee una interfase de aproximadamente 0,5mm de grosor entre el implante y el hueso que se formará posteriormente.
Davies menciona que para ello se requiere la secreción de dos proteínas, osteopontina y sialoproteína, las cuales proveen sitios de unión para la nucleación del fosfato de calcio. Con el crecimiento de los cristales de fosfato de calcio ocurre una inserción de fibras colágenas, con una mineralización posterior, tanto de las fibras como del espacio existente entre ellas.
Meyer (2003) describe, en su investigación, que apenas 14 días luego de puesto un implante en boca, con carga inmediata o sin ella, ya se pueden observar fibras de colágeno y osteoblastos en contacto íntimo con el implante. Estas fibras presentaron una orientación per pendicular a la superficie del implante. Células, matriz extracelular de proteínas y tejido óseo mineralizado estaba en contacto directo con el implante.
Sin embargo, este estudio no demostró la presencia de la matriz mineralizada libre de colágeno descrita por Davies. Yliheikkilä (1996) presentó entre los resultados de su estudio in vitro que a los 14 y 21 días luego de puestos en contacto osteoblastos con dos superficies de implante diferentes, se podía observar una zona de dos a tres células de grosor adyacente a la superficie del implante.
Describe además que la matriz de colágeno proveía sitios de mineralización. La matriz mineralizada se presentaba como un depósito denso de electrones asociado con fibras de colágeno.
La tercera etapa de la osteogénesis de contacto, descrita por Davies, es la remodelación ósea.
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