Obras De Teatro Infantiles NAVIDAD
Enviado por • 8 de Junio de 2013 • 3.373 Palabras (14 Páginas) • 2.292 Visitas
El ángel sin cuna
Personajes: Un ángel, luceros, luna y nubes.
Decorado: Un cielo con luna y luceros.
Disfraces: Papel de plata brillante para las estrellas y la luna y papel de seda blanco para las nubes.
Desarrollo
Narrador: El sol ya se había escondido detrás de las montañas y empezaba a anochecer. La luna y las estrellas que iluminaban el firmamento jugaban al escondite con las nubes. De pronto, ¡un angelito! Sí, se encontraron con el angelito que vigilaba el sueño de los niños. Pero también el angelito tenía sueño y a veces hasta se le cerraban los ojitos.
(Se abre el telón y aparecen en escena todos los personajes. El ángel, en el centro, se balancea al compás de una música; puede ser por ejemplo “El vals de las olas”).
Luceros: (Acercándose al ángel)
¿Qué haces angelito
por el ancho cielo?
Vete ya a dormir
¡tienes mucho sueño!
Ángel: No tengo cunita
por eso no duermo
Luna: (Acercándose al angelito)
Con mi resplandor
brillan tus alitas
¡duérmete angelito!
¡duérmete deprisa!
Ángel: No puedo dormir
no tengo cunita.
(Música)
Nubes: (Acercándose al angelito)
Ya se están durmiendo
todos los luceros,
duerme tú también
angelito bueno.
Ángel: No tengo cunita
por eso no duermo.
(Música)
Narrador: A las nubes blancas
les dijo la Luna.
Luna: ¡Vosotras podéis
servirle de cuna!
Narrador: Y acurrucadito
se durmió feliz
mientras que la Luna
le cantaba así.
(Suena una canción)
LOS ANIMALES VAN A BELÉN
Narrador:
Ha corrido la noticia
por el campo y la ciudad
que Jesús ha nacido
en un humilde portal.
Los animales deciden
ir a visitar al Niño,
no le temen a la noche
ni a la nieve del camino.
¿Dónde vas gusanito, con esa luz?
Gusanito:
A alumbrar el camino
para que todos sepan
dónde está el Niño.
Narrador:
Donde vayas, tortuga, no llegarás.
Tortuga:
Aunque soy algo lenta,
yo llegaré al portal,
¿no te das cuenta?
Narrador:
Ardilla saltarina, ¿tú dónde vas?
Ardilla:
Me dirijo a Belén
saltando de alegría
a ver al Rey.
Narrador:
¿Dónde vas tan deprisa, querida liebre?
Liebre:
Voy a ver al niño Dios,
quiero llegar al portal
antes de que salga el sol.
Narrador:
¿Dónde vas tú, conejo, tan sofocado?
Conejo:
Tengo curiosidad
por ver en el pesebre
dormidito al chaval.
CARTAS DE LOS NIÑOS A LOS REYES MAGOS
Los Reyes Magos de Oriente
se sorprendieron ¡Oh Dios!
al abrir aquellas cartas
y ver lo que les pedían
los niños del 2002.
Niña:
Este año, rey Melchor,
sé muy bien lo que te pido,
quisiera que mi mamá
juegue más veces conmigo.
Niño:
Yo quiero que mi papá
me lleve a jugar al parque,
y que me cuente otra vez
esas historias de Marte.
Niño:
Melchor, me siento muy mal,
estoy solo y aburrido,
y quisiera que me echaras
por lo menos un amigo.
Niña:
Yo quiero que mis papás
se rían y estén contentos,
pues a veces se pelean,
y eso es lo que yo más siento.
Niña:
A ti, Gaspar, te lo ruego
después de leer mi carta,
por favor, dile a mis padres
que vuelvan más pronto a casa.
Niño:
Quisiera que mis papás
me contaran algún cuento
y que me escucharan más.
Dicen que no tienen tiempo.
Reyes:
Este año en los camellos
no llevaremos carbón,
pues sabemos lo que quieren
los niños del 2002.
LOS REYES MAGOS DE ORIENTE
Los Reyes Magos de Oriente no tenían camioneta querían ir a Belén montados en bicicleta.
Narrador:
Veinticuatro de diciembre.
¡Ay! qué noche tan oscura...
hacía frío y nevaba.
Salir era una locura.
Melchor (cogiendo su bicicleta):
¡Voy a engrasar los tornillos
y voy a inflarle las ruedas!
que esta noche hay que llegar
por caminos y veredas.
Gaspar (cogiendo su bicicleta):
Se me sale la cadena,
tengo roto el manillar.
¡Echarme una mano, amigos!
¡Que no la puedo arreglar!
Baltasar (mirando a su bicicleta):
Tengo una rueda pinchada,
así no puedo salir.
Ha dejado de nevar
ya nos tenemos que ir.
Melchor:
¿Y qué podemos hacer
para llevar los regalos?
¡Cómo vengan los ladrones
nos van a moler a palos!
Gaspar:
¿Hay ladrones por aquí?
Estoy temblando, lo juro,
¿tú qué dices Baltasar?
Baltasar:
Pues yo... no he visto ninguno.
Melchor:
Alguien corre por el monte,
se oyen pasos a lo lejos.
Gaspar:
Estoy temblando, lo juro.
Baltasar:
No te asustes, son conejos.
Melchor:
Tenemos que salir ya,
porque Jesús nos espera.
Gaspar:
¿Y cómo podemos ir?
Baltasar:
Pues... de ninguna manera.
(De pronto aterriza un avión cerca de ellos, sale el piloto y ellos al verlo se arrodillan)
Piloto:
Por radar hemos oído
toda su conversación
y venimos a traerles
una feliz solución.
¡Vamos! suban la escalera
y recojan los paquetes
que antes de salir el sol
tendrá el Niño sus juguetes.
Narrador:
Los Reyes emocionados
volaron entre las nubes,
...