Olores Del Agua

FILOSOFÍA DE LAS CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES. NOTA HISTÓRICA DE UNA POLÉMICA INCESANTE.

Mardones y Ursúa se plantean la interrogante ¿Qué es la ciencia? Para abordar el punto referente a la cientificidad de las Ciencias Sociales, es decir, establecer primero que se entiende por ciencia antes de considerar si éstas reúnen las características de la primera, con este objetivo estructuran su discurso rastreando en la historia de la ciencia el origen de la misma.

En este sentido identifican dos posturas sobre la filosofía del método, las cuales pueden resumirse en el siguiente cuadro comparativo:

|ARISTOTÉLICA |GALILEANA |

|HERMENÉUTICA.- busca la explicación de las cosas; el POR QUÉ y |POSITIVISMO.- Busca la relación causal, las leyes que rigen a |

|el PARA QUÉ. La sustancia, la explicación del mundo en términos|los fenómenos; el CÓMO se producen. La formulación matemática |

|cualitativos, esto es: una explicación TELEOLÓGICA, el estudio |del mundo, es decir en términos cuantitativo, su medición, esto|

|de los FINES |es: la explicación de CAUSA-EFECTO. |

|Para Aristóteles, el entendimiento gira en torno a las cosas para conocer su sustancia, mientras que Galileo invierte el |

|planteamiento al considerar que las cosas giren en torno al entendimiento apegadas a leyes(relaciones causales) matemáticas para|

|explicar el mundo circundante. |

El desarrollo histórico-social y económico transicional entre el feudalismo y el capitalismo mercantil ha promovido una cosmovisión pragmática que influye considerablemente al pensamiento y ello se refleja en la postura de Galileo que no se interesa por conocer el porqué y para qué de las cosas sino el cómo se desarrollan para la aplicación práctica del saber (la generación de tecnología a fin de acelerar el proceso de trabajo). Es así como, con Galileo, se asiste a una forma diferente de concebir a la ciencia, a la cual se le suma un elemento trascendental que le permita determinar con precisión la relación causa-efecto: la experimentación.

No obstante, con Galileo se está planteando la ciencia en relación al mundo físico (el entorno natural del hombre) pero el estudio del mundo social (el hombre visto en comunidad, no como individuo) se presenta hasta que surgen de manera evidente una serie significativa de problemas sociales derivados del desarrollo histórico social y económico mismo de la sociedad, es decir, el desarrollo de la Ilustración (movimiento filosófico liberal de la burguesía), la Revolución Industrial y las Revoluciones Liberales (particularmente la francesa) generaron problemas sociales que se perfilan como un campo específico de estudio que no corresponde al mundo natural, lo cual da lugar al surgimiento de las Ciencias Sociales, principalemente durante el S XIX.

En el surgimiento de las ciencias sociales juega un papel importante el Positivismo[1] el cual (pese a ser formulado por Comte es una especie de conclusión obligada del desarrollo del pensamiento de diversos teóricos). Esta corriente filosófica es fuertemente influenciada por el desarrollo de las Ciencias Naturales, tanto que Comte concibe a los Hechos Sociales como iguales a los Hechos Naturales, tanto que él mismo denominaba Física Social a lo que después bautizaría como Sociología, concibe a la sociedad como un organismo vivo (organicismo social) que “evoluciona” (recordemos a Darwin). Esto explica el porqué se plantea, como procedimiento para verificar los conocimientos del mundo social, únicamente al método experimental (monismo), toma como modelo a las Ciencias Naturales y, encuadrado en la concepción científica de Galileo, busca descubrir las relaciones causales de los fenómenos sociales.

El positivismo generó una corriente crítica opositora que rechaza su monismo metodológico, a su identidad hechos sociales=hechos naturales, a su búsqueda de relaciones causales y el reducir la Razón al simple instrumento que permite el logro de determinados fines (razón instrumental diría Adorno) Dicha corriente agrupa a diversos teóricos en la concepción Hemenéutica que conciben a los fenómenos sociales de manera diferente a los fenómenos naturales en tanto que los primeros manifiestan una “dimensión interna” del ser humano, por lo cual oponen el concepto COMPRENDER, en las manifestaciones sociales, al EXPLICAR, el entorno natural.

Aunque existe divergencia en torno al cómo se concibe por cada teórico el término COMPRENDER ya marcan una postura opuesta al positivismo, principalmente el lo que se refiere a la relación SUJETO y OBJETO pues, como expone Dilthey, el primero formas parte del mismo universo que estudia, esto le permite “comprender” desde el interior mismo del objeto de estudio el acontecer social. Así desligan a las Ciencias Sociales de las Ciencias Naturales, ya no se habla de formular leyes sino de comprender. Windelband llega a denominar como ciencias nomotéticas a las que buscan leyes mientras que denomina como ideográficas a las que pretenden la comprensión.

La corriente positivista tiene su continuidad

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