PENITENCIARISMO EN LATINOAMÉRICA
Enviado por Cositarika18 • 4 de Marzo de 2015 • 2.443 Palabras (10 Páginas) • 170 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA
LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
FUNDACION “MISION SUCRE”
ALDEA UNIVERSITARIA “VIRGINIA DE RUIZ”
CATÉDRA: Penitenciarismo
(Ensayo)
Bachiller: PINTO Z., Silvana
Estudios Jurídicos 8º semestre
Sección “A”
Profesor:
Abg. José E. Peña
Caracas, 04 de Noviembre 2014
PENITENCIARISMO EN LATINOAMÉRICA
(ENSAYO)
Para abordar el tema del Penitenciarismo en Latinoamérica se investigó sobre la inseguridad ciudadana, la cual se pudo observar que tiene múltiples impactos negativos para el desarrollo humano. Indicando estos como: el delito, la violencia y el temor, los cuales limitan profundamente las capacidades y las libertades de las personas, la manera como construyen vida en sociedad y su relación con las instituciones del Estado.
Dando como ejemplo, el porcentaje de personas que reportan haber limitado sus lugares de recreación por temor a ser víctima del delito que han ido en aumento de un 20.6% a un 59.1% para distintos países de América Latina. Asimismo, el porcentaje de personas que han limitado sus lugares de compras como consecuencia del temor al delito va del 16.8% al 51.5% para diferentes países. En efecto, entre el 45% y el 65% de los encuestados, dependiendo del país, dejó de salir de noche, según cifras obtenidas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD 2012). Este impacto en el patrón de comportamiento de las personas limita su convivencia en el espacio público, su desplazamiento y recreación, es decir, afecta su libertad.
Considerando que la inseguridad pone bajo tensión el respaldo de la ciudadanía al Estado de Derecho. Diversas encuestas de opinión muestran que los latinoamericanos expresan una seria predilección por la aplicación de leyes más duras e incluso por políticas de mano dura. No obstante, esta demanda ciudadana por respuestas rápidas de mano dura en contra de los delincuentes puede traducirse en violaciones a los derechos humanos.
Al mismo tiempo, la inseguridad genera importantes costos que van desde el gasto público de las instituciones y los gastos privados de los ciudadanos para procurarse seguridad, hasta los costos irreparables en la vida y en la integridad física y mental de las personas.
En igual forma, la inseguridad es un problema compartido por los 18 países de la región latinoamericana, analizados por el siguiente informe, considerando que existen variaciones importantes entre ellos y al interior de los mismos.
Dando continuidad a lo anterior se califica que América Latina es la única región del mundo donde la violencia letal aumentó entre el año 2000 y el 2010. Mientras que la tasa de homicidio en la mayoría de las regiones del mundo fue negativa (de 0%-50%), en América Latina presentó un aumento del 12%: en una década, han muerto más de un millón de personas en Latinoamérica y el Caribe por causa de la violencia criminal.
Al comparar estas evidencias se puede indicar que la tasa de homicidios sigue siendo alta para la mayoría de los países, en los últimos tres o cuatro años ésta se ha estabilizado e incluso ha disminuido para algunos países.
La inseguridad es un reto compartido y un obstáculo para el desarrollo social y económico en todos los países de América Latina según un nuevo informe del Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD) lanzado hoy en su sede en Nueva York. Pero no basta sólo con medidas de control del delito; para una reducción duradera de la inseguridad en la región, el Informe Regional de Desarrollo Humano (IDH) recomienda políticas orientadas hacia la mejora de la calidad de vida de la población con prevención del delito y la violencia por medio de un crecimiento incluyente; instituciones de seguridad y justicia eficaces y medidas para estimular la convivencia social, las cuales se indicarán más adelante del presente ensayo.
De acuerdo con investigaciones realizadas, cabe exteriorizar que “No hay una solución mágica para la inseguridad ciudadana en América Latina, pero este grave problema sí tiene remedio y requiere visión y voluntad política de largo plazo,” según lo indicó el Subsecretario General de la ONU y Director del PNUD para América Latina y el Caribe Heraldo Muñoz, quien también recalcó que “Se requiere en cada país una gran movilización para un Acuerdo Nacional por la Seguridad Ciudadana entre gobierno, partidos políticos y sociedad civil de modo que sea una política de Estado.” Considerando que esta es una excelente alternativa para mejorar la calidad de vida de la sociedad y evitando el desencadenamiento de la delincuencia.
Complementando lo anterior citado en la mayoría de los países de América Latina, la pobreza y la desigualdad disminuyeron en el periodo de 2004-2010, en más de la mitad de los países analizados la tasa de homicidio subió, incluso en aquellos países con menores niveles de pobreza. Además, uno en cada tres latinoamericanos señaló haber sido víctima de un delito con violencia en el año 2012, según revelaciones del informe del PNUD.
En esta particularidad es conveniente aflorar que el aumento de las expectativas de consumo y relativa a la falta de movilidad social en la región impulsan lo que se denomina un “delito aspiracional”, dice el Índice de Desarrollo Humano. Además, las transformaciones causadas por el crecimiento urbano acelerado y desordenado, así como los cambios en la estructura familiar y deficiencias en el sistema escolar han generado condiciones que inciden en la criminalidad. El porte de armas de fuego, el consumo de alcohol y el tráfico de drogas, sin ser sus causales, también impulsan el delito según el estudio, que señala que las capacidades de los Estados latinoamericanos no han estado a la altura del desafío de la inseguridad: la corrupción y la impunidad, así como la falta de proporcionalidad en las sanciones, han reducido su efectividad y legitimidad.
El PNUD se encargó de realizar encuestas de la Población Carcelaria en América Latina (Argentina, Brasil, Chile, México y Perú), donde se evidencia persistentes retos sociales. Dando como data que en un 80% no alcanzó los doce (12) años de escolaridad, uno en cada tres internos se fue de la casa antes de los
...